A pesar de las novedades que vive su familia, la modelo ha permanecido desapercibida
En vista del sinfín de novedades que se han producido en el seno del clan Kardashian durante los últimos meses, comenzando por el embarazo secreto -pero vox populi- de Kylie Jenner y sin olvidar el nacimiento del tercer retoño de Kim y Kanye mediante una gestación subrogada o la feliz noticia de que Khloé, por fin, debutará en la maternidad junto a su nuevo novio Tristan Thompson, resulta, hasta cierto punto, comprensible que Kendall haya pasado relativamente desapercibida. De hecho, el haberse visto eclipsada por sus hermanas le habría resultado incluso conveniente, por otra parte, a la joven modelo, al permitir que la supuesta crisis de su relación con Blake Griffin no trascendiera... hasta ahora.
Según informa la revista People, el romance de la estrella de la NBA y la modelo no ha conseguido superar la prueba de la distancia después de que él se trasladara desde Los Ángeles, donde jugaba para los Clippers, a Detroit debido a su cesión a los Pistons.
“Lo suyo se ha enfriado, eso está claro, y se están tomando las cosas con más calma, pero no se debe a ningún drama concreto. Le transfirieron y ya no está en la ciudad, así que se han ido distanciando poco a poco. Pero aún siguen viéndose”, aclara un informante.
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Estos rumores llegan poco después de que la guapa morena comenzara a relajar notablemente el recelo con que protegía su noviazgo de la atención mediática. A finales del año pasado, Kendall se dejó ver muy acaramelada en varias fiestas junto al deportista, y desde su círculo de allegados aseguraban que lo suyo era algo lo suficiente serio como para que Blake ya hubiese sido presentado a toda la familia de su novia.
En un primer momento, tras conocer al jugador de baloncesto, la modelo habría preferido no establecer ningún tipo de ataduras entre ellos debido a que hacía relativamente poco que había concluido una mediática historia de amor con el rapero A$AP Rocky.
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