Confiesa que el mayor aprendizaje sucede en momentos difíciles
Aunque reconoce que fue una de las épocas más duras de su vida, separarse de Marc Anthony en 2011 le sirvió a la estrella para aferrarse a su optimismo. Por ello, la cantante nunca dudó de que no sólo superaría la tristeza, sino de que volvería a encontrar el amor.
“Soy un tipo de persona que nunca se rinde y sé que si aguantas un poco, vivirás nuevas cosas y volverás a enamorarte. Tienes que aguantar un poco, pero sucederá de nuevo, todo saldrá bien. Las cosas no son fáciles y siento que la mayor madurez y el mayor aprendizaje suceden en momentos así, aunque, créeme, tuve que recordarme esto todo el tiempo”, aseguró la cantante al periódico Daily Mail.
Sus previsiones en cuanto al amor se cumplieron hace un año, cuando comenzó su sonado romance con Casper Smart. Además de la ilusión de volver a enamorarse, esta relación ha hecho que Jennifer se sienta “llena” de juventud, en parte debido a los 18 años que le lleva de ventaja al joven bailarín.
“Me siento muy bien, llena de juventud y de algún modo no siento la presión del paso del tiempo. No me veo a mí misma como alguien que se hace mayor, simplemente actúo tal y como me siento. Acabo de acabar mi gira mundial, por lo que he estado cantando y bailando cada noche, y no he sentido que fuera diferente de cuando lo hacía con 28 años. De hecho, probablemente me siento mejor ahora que antes”, aseguró convencida.
Sin embargo, antes de conocer a Casper y encadenar una serie de proyectos con los que ha disfrutado de su éxito --no sólo su gira, sino su vuelta al cine y su trabajo como jueza en American Idol--, Jennifer admite que vivió un calvario tras su divorcio, en el que se sentía “todo el tiempo” triste, especialmente por sus hijos.
“Era muy difícil levantarse cada mañana, muy duro. Cuando estás deprimida y triste todo el tiempo, es muy difícil. Sentí que toda mi vida se había derrumbado. Todo lo que había conocido durante siete u ocho años, además con mis hijos de por medio, se fue con un ¡boom! Fue como una explosión”, confesó.
Sin embargo, la artista neoyorquina no sólo aprendió sobre sí misma y sobre las relaciones con su divorcio, sino que también con sus hijos se da cuenta de las diferencias entre hombres y mujeres.
“He aprendido muchísimo sobre las diferencias entre los hombres y las mujeres por el hecho de haber sido madre de un niño y de una niña. Las mujeres siempre creen que los hombres tienen los mismos sentimientos que nosotras, que funcionamos de la misma manera, y no es cierto. Creo que las mujeres tendemos a pensar tanto que llegamos a darle demasiadas vueltas a todo, mientras que los hombres luchan por seguir adelante y lidiar con las consecuencias posteriormente”, explicó la cantante a la revista británica Hello!
Jennifer contó además que se dio cuenta de ello con algo tan simple como ver subir las escaleras a sus hijos, algo que cada uno acometía de un modo distinto.
“Me di cuenta de todo esto viendo cómo mis hijos aprendían a subir las escaleras. Mi hijo corría sin ningún miedo, se caía, volvía a levantarse, y empezaba a correr de nuevo. Después de caerse 12 veces, entendió el truco. Pero mi hija puso primero un dedo sobre el escalón, y luego el resto poco a poco. Nunca se cayó, pero le costó dos semanas aprender cómo hacerlo”, contó.
