Gracias a la idea de Jessica, Kerry ha encontrado una nueva forma de no gastar mucho dinero en ropa de embarazo y a su vez, a donarla a otras personas
El embarazo es de todo menos un proceso fácil, no solo por los innumerables cambios físicos por los que pasa el cuerpo de una mujer, sino también por el enorme esfuerzo económico que se requiere para adaptarse a esta nueva situación: un problema que la actriz Kerry Washington ha conseguido esquivar en su segundo embarazo gracias a la idea de la también intérprete Jessica Alba de compartir ropa pre-mamá entre sus amigas.
No obstante, la caja llena de prendas no ha evitado que la protagonista de Scandal se haya comprado nuevos modelitos, pero evitándose los remordimientos al saber que alguien más se va a beneficiar de la inversión.
"[Jessica] me contó que tenía una caja llena de ropa pre-mamá que se iba pasando con sus amigas, así que se la pedí y empecé a participar en ella. No me devuelven la ropa que llevé puesta en mi primer embarazo, pero todo el mundo añade prendas, así que te da menos miedo gastar dinero en ropa porque sabes que la van a usar muchas otras personas”, reconoce la artista a la revista InStyle.
A la hora de conciliar sus responsabilidades como madre con su carrera interpretativa, la intérprete, que ya es madre de una niña, Isabelle (2), junto a su marido Nnamdi Asomugha, ha tenido que aprender de su jefa, la todopoderosa guionista Shonda Rhimes -creadora de la serie donde trabaja-, a pedir ayuda a los demás cuando la necesita.
“Me he apoyado mucho en la experiencia de mi jefa. Yo me considero una persona ocupada, pero Shonda tiene que ocuparse de cuatro o cinco series y tres niños... Ella siempre me dice: ‘Si sientes que tienes justo la ayuda que necesitas, entonces es que no tienes la suficiente’. Mi terapeuta me repite lo mismo también. Necesitas mucha ayuda. No solo logísticamente sino también emocional y espiritualmente”, reconoce la neoyorquina.
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