El brunch perfecto

El brunch es una mezcla refinada entre el desayuno y el almuerzo, una tradición que poco a poco se ha extendiendo a diferentes países

El brunch es una mezcla refinada entre el desayuno y el almuerzo (breakfast y lunch, de ahí el nombre, brunch). Es una tradición que empezó en Inglaterra, pero que poco a poco se ha ido extendiendo a otros países hasta tal punto que los fines de semana se sirve en muchos hoteles y establecimientos de lujo. Sin duda alguna, el brunch es lo mejor de ambos mundos, ya que ofrece lo dulce del desayuno y el sabor del almuerzo.
El brunch resulta ideal para celebrar una ocasión especial con los buenos amigos, como un cumpleaños, un aniversario o simplemente para disfrutar de su compañía. Es perfecto para un fin de semana entre las 11:00 de la mañana y las 4:00 de la tarde.
Disfrutar un brunch perfecto con los amigos o con la familia puede ser la chispa de la semana. Sin embargo, preparar tantos platillos no tiene que ser tan estresante. Aquí, te daremos algunos tips para crear el menú correcto para que tu evento sea todo un éxito.
Primero, elabora un menú y ten en cuenta cuáles son los alimentos de temporada, pues tus invitados apreciarán un menú estacional.
El bruch normalmente consiste en pan de varias clases, de ser posible caliente con mantequilla, mermeladas y mieles, bollería sofisticada, embutidos y quesos, ensaladas, huevos, pancakes con sirope, frutas, jugos y vinos.
Las carnes frías y quesos los puedes servir en rollitos o rellenarlos de ensalada rusa, paté o queso crema. Incluye otros embutidos como, salami, salchichas, jamón curado etc. Es obligada una tabla de quesos con una variedad adecuada (azules, suaves, lácteos y curados).
El típico desayuno americano es también una opción a incorporar al brunch. Lo clásico es preparar huevos con tocino o salchichas. Puedes cocinarlos en tortilla, revueltos, fritos, sobre una tostada, etc.
Algo que no puede faltar es el yogur con bayas y granola. Sírvelo en copas para hacerlo más agradable a la vista y más fácil de comer.
Si no tienes tiempo para preparar el brunch, puedes comprarlo todo hecho (en mercados gourmets). Compra un quiche y sólo tienes que calentarlo en el horno; un jamón dulce asado, que puedes ordenar precocinado por Internet; caliéntalo en el horno y agrégale el glaseado dulce con que viene. Una ensalada de papas, cebollinos y una caja de vegetales chinos o vainitas, de las que vienen congeladas; unos espárragos que necesitan una simple cocción al vapor y ¡listo!
El toque sofisticado del brunch es ofrecer vino. Elige de preferencia vino blanco o champán. El más apropiado es el coctel “Mimosa”, mezcla de champán y jugo de naranja, pero puedes crear una alternativa visualmente atractiva llenando copas de champán con uvas congeladas. Así, no consumes tanto alcohol y al final pueden comerse las uvas con un palillo.
Otro aspecto placentero del brunch es la decoración. Siéntete libre de ser creativa con tus platos y con tu mesa.
No olvides incluir frutas, frescas y secas, como plátanos, manzanas, fresas, melones, papaya, cerezas, uvas, etc. Una macedonia o unas brochetas pueden convertirse en una presentación excelente para la fruta. Para picar, son perfectos los frutos secos, como orejones, dátiles, pasas o higos secos.
El brunch concluye con una excelente taza de té o café. La idea es no volver a comer nada hasta la hora de la cena. O, si el brunch ha sido especialmente delicioso y basto, hasta el día siguiente.

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