Dicen que los tatuajes cuentan historias… y a veces, cuando esas historias duelen o ya no hacen sentido, también se borran. Eso es justo lo que acaba de hacer Brooklyn Beckham y, honestamente, no sabemos si sentir nostalgia, sorpresa o un poco de las dos.
Porque cuando alguien se borra un tatuaje no es cualquier cosa y menos tiene que ver con tu mamá. Sí, Victoria Beckham, la mismísima Spice Girl convertida en ícono de la moda y, por años, madre orgullosa de su primogénito.
Una familia perfecta… ¿o no tanto?
A simple vista, los Beckham siempre han proyectado una imagen de familia fuerte, elegante y hasta entrañable. Brooklyn, el mayor de los cuatro hijos, siempre fue el más mediático, pues desde que era pequeño lo veíamos en primera fila en los desfiles de su mamá, en las canchas con David y hasta en revistas como “el heredero del estilo”.
Pero en los últimos años algo se empezó a romper, aunque nadie lo dijera en voz alta. Desde que Brooklyn se casó con Nicola Peltz, las dinámicas familiares cambiaron. Se mudó definitivamente a Estados Unidos, se volvió inseparable de la familia Peltz y poco a poco, se empezó a alejar de los Beckham.
Recientemente, algunos medios internacionales comenzaron a preguntarse por un tatuaje que simplemente desapareció: el que decía “mama’s boy” en el pecho. Lo que ha sorprendido es que el joven sustituyó este diseño por un dragón chino gigante, en tinta negra, con trazos potentes y un estilo completamente distinto al anterior.
Hasta ahora, Victoria no ha hecho ningún comentario al respecto (ni en entrevistas, ni en redes). Pero sí ha dejado de compartir tantas fotos con Brooklyn como antes, y en momentos clave (como cumpleaños o fiestas), la presencia de su hijo mayor ha sido mínima o nula.
Borrarse un tatuaje puede parecer algo simple, pero cuando ese tatuaje decía “mama’s boy”, ya no es tan sencillo. Y si encima lo cubres con un dragón chino, símbolo de fuerza, independencia, entonces sí, algo está pasando.
Puede que Brooklyn esté marcando su propia identidad, dejando atrás parte de su pasado, pero quizá esta sea la forma más silenciosa de aclarar que ya no es el niño de mamá.
