Cuando los famosos atacan sus propios filmes

Cuando los famosos atacan sus propios filmes

Estas estrellas han sido sus más severos críticos a la hora de juzgar su trabajo

SYLVESTER STALLONE. Sly detesta tanto la comedia Stop! Or My Mom Will Shoot (1992), que solo la recomienda para situaciones extremas: “Si alguna vez quieres que alguien confiese un asesinato, simplemente hazle ver esta película. A los 15 minutos confesará lo que quieras con tal de que lo dejes escapar de ese desastre”.
NICOLE KIDMAN. La actriz australiana confiesa que el filme épico, o aspirante a épico, Australia (2008), en el que compartió estelares con su compatriota Hugh Jackman, la llena de vergüenza. “No puedo verme en la pantalla sin desear desaparecer del asiento; creo que no hice un buen trabajo como actriz”, admitió.
Siempre se espera que los actores hablen bien de los filmes en que participan, sin embargo, en algunas ocasiones la fórmula no funciona y las estrellas son las primeras en reconocer el desastre cinematográfico. Aquí tienes los nueve actores que se han distinguido por ser el peor enemigo de sus propios filmes.
GEORGE CLOONEY. Es el primero en admitir que su versión de Batman Robin (1997), el filme de Joel Schumacher, no pasará a los anales de la historia del cine. El elegante e imperturbable Clooney criticó el filme y su actuación con exquisita brevedad: “Fue una gran basura y mi participación fue un verdadero desastre”. Y punto.
BEN AFFLECK. Gigli, una desatinada comedia romántica con Affleck y Jennifer López, tuvo el “honor” de ganar seis premios Razzies (peor película, peor actor, peor actriz, peor director, peor guión y peor pareja cinematográfica). Además, provocó estas palabras de Ben: “Es horrible. Es atroz. No me siento orgulloso de este filme. Parece haber sido hecho por alguien que no tiene la más mínima experiencia artística”.
HALLE BERRY. Cuando Halle fue a recibir su merecidísimo premio Razzie como la Peor Actriz del año por el filme Catwoman (2004), la escultural belleza de ébano se presentó con el premio Oscar que ganó por la cinta Monster’s Ball (2001) entre sus manos y dijo, sin un ápice de ironía: “Gracias a la compañía Warner Brothers por esta horrible basura. Era justo lo que mi carrera necesitaba: yo estaba en la cima y ahora estoy en el fondo”. Halle recibió una estruendosa ovación de pie.
BRAD PITT. A Brad hay que darle una medalla al valor, pues esto lo dijo cuando aún no estaba protegido por el manto sagrado del superestrellato y corría el riesgo de que los productores lo tacharan de problemático y lo castigaran con su indiferencia. ¿La película que ganó su devastadora crítica? The Devil’s Own (1997), en el que actuó al lado de Harrison Ford: “Este filme, si puedes llamarlo así, es el más irresponsable que jamás he visto… Empezamos con un buen guión, pero lo desecharon...”.
KATHERINE HEIGL. Knocked Up (2007), una comedia romántica en la que actuó al lado de Seth Rogen, provocó estas palabras de Heigl, justo antes del estreno de la cinta en DVD: “Es un filme sexista. Pinta a las mujeres como seres rígidos y sin sentido del humor, y a los hombres como personas simpáticas, amorosas y adorables. Fue difícil para mí amar esta película”.
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