Charlene de Mónaco visita una escuela en su natal Sudáfrica

Charlene de Mónaco visita una escuela en su natal Sudáfrica

La princesa se estrena como integrante de la familia real ayudando a quienes más lo necesitan

Charlene ha demostrado que le encantan los niños, incluso confesó días antes de casarse con Alberto de Mónaco, que no le gustaría esperar mucho tiempo para formar una familia. Los príncipes de Mónaco habían participado en algunos actos oficiales, sin embargo este fin de semana la ex nadadora decidió mostrar su lado humano y emotivo al jugar con niños en una escuela en su natal Sudáfrica.

Los vestidos largos y sombreros se quedaron en el armario, ya que con un look natural, sin apenas maquillaje y un sencillo recogido, apareció la esposa del príncipe Alberto, quien se dejó llevar por su instinto maternal y disfrutó de la compañía de los niños de la escuela de Cotlands, una asosiación que se encarga de cuidar a niños de 0 a 12 años que han sido abandonados o que sufren alguna enfermedad mortal. El centro forma parte de la fundación contra el Sida “The Giving Organisation”, del arzobispo y premio Nobel Desmond Tutu.

La princesa no pudo ocultar la emoción que sentía al ver las sonrisas de los niños, que gracias a la ayuda del centro educativo han podido salir adelante. Al llegar, Charlene se puso una camiseta de la organización para después sentarse al lado de los pequeños y ayudarlos a colorear unos dibujos.

Tras los tiernos e inolvidables momentos que vivió, platicó con el Arzobispo Tutu,

conocido mundialmente por su oposición al apartheid en los 80.

Las organizaciones no lucrativas han sido duramente golpeadas por la crisis económica global que ha dejado una crisis financiera que afecta a cientos de miles de personas necesitadas en Sudáfrica”, dijo Charlene, según la página web de la organización. Anunció además que colaborará de forma activa con la fundación para luchar contra el Sida, asegurar que los niños sudafricanos tengan acceso a una educación digna y preservar los recursos naturales de algunas regiones del país.

Tan sólo unos días después de convertirse en la princesa de Mónaco, Charlene comenzó a cumplir con sus obligaciones como parte de la familia real, no olvidó a Sudáfrica e inicio ayudando a la gente que más lo necesita.

Ya se exhiben sus trajes de novios

Miles de cristales de Swarovski, madreperlas y un velo de 20 metros de largo. Esa fue la elección de la ex nadadora sudafricana para llegar hasta el altar donde le dio el ‘sí, quiero’ al príncipe Alberto II en el patio del Palacio de Mónaco. Ahora cualquiera puede vivir este momento más de cerca.

La Princesa Charlene deslumbró con un vestido de novia en color marfil que fue diseñado por Giorgio Armani y confeccionado a base de 40.000 cristales de Swarovski, 20.000 madreperlas en forma de lágrimas y 30.000 piedras de oro.

Bordados de hilo en color plata y 130 metros de seda también fueron utilizados para el vestido nupcial que, al parecer, ocupó 2.500 horas de trabajo en los talleres de Armani. Para el velo, 20 metros de tul, también en color marfil y 100 horas dándole a la aguja y el hilo.

A su lado, su recién casado Alberto, vistió su uniforme de verano, todo en blanco, de la compañía de los carabineros. Pues bien, ahora ambos atuendos se exponen en La Historia de la Boda del Príncipe, en el Museo Oceanográficode Mónaco desde el 9 de julio hasta noviembre de 2011.

Además, allí mismo también se podrá ver de cerca la tiara que Alberto II de Mónaco regaló a su ya esposa realizada en diamantes y zafiros, así como el Mercedes que recorrió la ciudad con los recién casados. También se exhiben fotografías inéditas de los grandes días de la pareja, la ceremonia civil y la religiosa.

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