Varios jóvenes realizaron una fiesta en el cementerio donde se encuentra el hijo de Beatriz de Holanda
A un grupo de jóvenes se le hizo fácil entrar a un cementerio y organizar una pequeña fiesta en la tumba del fallecido príncipe Johan Friso el pasado 21 de junio.
Cuando los vecinos cercanos al cementerio se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo llamaron a la policía para denunciar el hecho.
Sin embargo, los jóvenes fueron lo suficientemente veloces para abandonar el lugar. Lo malo es que dejaron botellas de alcohol y basura en la tumba del príncipe holandés.
Cuando las autoridades supieron de este acontecimiento se comunicaron con la familia real holandesa, en específico con la princesa Beatriz -madre del difunto-, quien pidió perseguir a estos jóvenes.
Esta semana y después de varios meses de búsqueda, la policía holandesa capturó a dos jóvenes que estuvieron esa noche ingiriendo alcohol en la tumba de Friso.
Los dos jóvenes que ya están en manos de las autoridades esperan un juicio, donde según los diarios holandeses, tendrán que pagar una multa económica, así como dar una disculpa pública a la familia real holandesa.
