El verdadero secreto para una piel linda empieza con algo tan simple como tener una rutina diaria. Cuando pensamos en ser poseedoras de una piel impecable, muchas veces lo primero que se viene a la mente es salir corriendo a comprar productos caros: la crema antiarrugas, el sérum para desmanchar, el gel limpiador y borrador de daño, la mascarilla coreana de hidratación profunda… Lo cierto es que, aunque las cremas, por supuesto, son efectivas, no van a hacer todo el trabajo solitas. También necesitan de ti para que en realidad veas resultados y esa ayuda que puedes proporcionarles está en tu capacidad de cuidado y la inclusión de hábitos diarios.
La frase de que la piel refleja cómo estamos por dentro es un gran fact, pues en ella se va a reflejar si estamos durmiendo bien, si nos hidratamos lo suficiente, si la alimentación que llevamos es la correcta… Por eso, antes de ir a comprar productos cosméticos (que insistimos, si sirven y si te van a ayudar), primero hay que atender lo primero: generar estos tres hábitos porque te van a ayudar a marcar una gran diferencia.
Dormir profundamente
No, no es un mito el famoso “sueño de belleza”, ¡es la realidad! Durante la noche nuestra piel se regenera, elimina toxinas y produce colágeno el cual es el encargado de mantenerla luminosa y que permanezca firme. ¿Te imaginas el daño tan grande que le estás haciendo al no dormir lo suficiente? Y sí, decimos lo suficiente porque hay veces que las 8 h que, en teoría debemos dormir, no son suficientes. Lo ideal sería poder gozar de sueños de nueve horas ininterrumpidas. Cuando no duermes o lo haces por poco tiempo, tu cuerpo comienza a producir cortisol (la hormona del estrés), y esta es capaz de hacerle mucho daño a la piel.
Lavar tu rostro al dormir y despertar
Sí, sabemos que a veces uno puede llegar super cansada del trabajo, sin embargo, el no contar con una rutina de limpieza correcta puede ser determinante entre tener una piel sana o no. A lo largo del día, entre el polvo, la contaminación, el sudor y los productos que colocamos en nuestro rostro, se va generando suciedad que no se irá de tu piel si solo remueves el maquillaje con una toallita húmeda. Lo correcto es que por las noches retires por completo todo tu maquillaje, puedes apoyarte de bálsamos especiales para esto o tu crema desmaquillante favorita. Al retirarlo con ayuda de un pad de tela que sea gentil con tu rostro, vas a hacer una doble limpieza, hay productos coreanos que ayudan a ello. Si no los tienes a la mano, bastará con lavar tu rostro dos veces. Aplica poco producto limpiador y masajea de forma circular siempre siendo gentil y delicada para remover la suciedad y posibles residuos de maquillaje. Seca tu rostro y aplica tu hidratante, al día siguiente no olvides usar tu protector solar.
Beber agua
Mantenerse hidratada no significa tomar un vaso en todo el día. La piel necesita agua para mantenerse elástica y libre de resequedad. ¿Cómo quieres que tenga un aspecto glowy si no bebes suficiente agua? Las consecuencias de no hacerlo, además de provocarte problemas de salud asociados a los riñones, hará que tu piel se vea opaca, tenga sensación de tirantez y hasta hará que se te acentúen líneas de expresión.
Crear hábitos puede ser complicado en un mundo en el que vivimos al límite y con rapidez. Empezar con pasos pequeños siempre es un buen comienzo, si este es tu caso, comienza por adaptar estos hábitos nocturnos y verás el cambio tan significativo que tendrá tu piel, ya que logres estabilizarla, ya puedes ir a comprar el producto que quieras.