Cultiva la confianza en ti misma

Cultiva la confianza en ti misma

Comienza hoy mismo a seguir los 10 pasos que te ayudarán a creer más en ti

Siempre has admirado a esas personas que avanzan por la vida seguras, con confianza en sí mismas y con la soltura que les da el sentirse preparadas para enfrentar cualquier situación. Si piensas que esa actitud es algo con lo que ellas nacen, tenemos buenas noticias para ti. ¡No es así!

Los “ingredientes” de la persona segura son cualidades practicables que puedes desarrollar y cultivar. Por supuesto, no se trata de intentarlo solo una o dos veces, para, sintiéndote derrotada, volver al patrón de siempre. ¡Jamás se te ocurriría ir al gimnasio una sola vez y pensar que ya te has ejercitado de por vida! Para desarrollar confianza en ti misma debes practicar los pasos que te llevan a ella todos los días, consistentemente. ¿Que fallas una, dos o tres veces? ¡Vuelves a intentarlo! Con el tiempo, cada vez serán más las veces que adoptes la nueva actitud, hasta que esta se vuelva parte de ti. Si estás cansada de sentirte insegura, débil o poca cosa, aquí tienes los 10 pasos que te llevan a la meta.

1. La seguridad no es algo exterior: está dentro de ti. Muchas personas piensan que si logran controlar las situaciones externas, podrán sentirse seguras. Pero lo que ocurre fuera de nosotros -los altibajos de la economía, el amor o el desamor de la pareja, la seguridad laboral o la precipitación anual- escapa a nuestro control. La persona que sabe que la verdadera seguridad no radica en tratar de controlar la vida, sino en saber que, venga lo que venga, lo enfrentará con ecuanimidad, sentido común y una actitud positiva, se siente más segura, pues ha aprendido a confiar en sí misma... Acepta que, pese a tu mejor esfuerzo, los resultados no siempre estarán bajo tu control. Lo único que puedes controlar es cómo reaccionas y actúas.

2. Conócete... y prepárate. Reconoce tus lados fuertes y también los “flacos”. Esto te ayuda a avanzar por la vida con confianza, pues sabes en qué brillas y en qué fallas, lo cual te permite prepararte para mantener el control de tus reacciones. Haz una lista de las cosas que manejas con soltura y comodidad, y otra de las áreas en las que debes trabajar para funcionar mejor. De acuerdo con los sicólogos, reconocer un lado débil -por ejemplo, que eres muy impulsiva cuando te enojas- te permite mantenerlo bajo control (en el caso de la persona impulsiva, recuerda contar hasta 10 antes de actuar), lo cual aumenta tu confianza en ti misma.

3. Acepta los elogios. La persona insegura vive dudando de sí. Incluso cuando otros la celebran, ella corre a devaluarse con un “no es nada”. Es como si tuviera un fiscal dentro de su cerebro, siempre argumentando en su contra. Cuando te elogien por tu trabajo, tu apariencia u otra cosa, por insignificante que sea, no te descalifiques. Sonríe, da las gracias... y disfrútalo. Igualmente, cuando hagas algo bien, reconócelo, toma nota del logro y guárdalo en tu “archivo mental” para sacarlo cuando necesites reforzar tu autoestima.

4. Deja de pedir disculpas. No se trata de volverte ruda o insensible. Cuando la situación lo amerita, es importante saber disculparse. Pero hay muchas mujeres que viven con la disculpa a flor de labios: “Disculpe, necesito hacerle una pregunta”, “Perdón, ¿me puede decir...?”, “Lo siento, pero...”. La semántica sí cuenta. De acuerdo con los expertos, muchas veces pedimos disculpas cuando nos sentimos inseguras. Tener el “perdón” siempre a flor de labios no es solo una forma de hablar, es una actitud ante la vida. Por lo mismo, adopta un lenguaje más asertivo: "¡Hola! Necesito hacerle una pregunta”.

5. No te compares. Algunas mujeres viven midiéndose con las demás: si otras son más altas, más ricas, más flacas, o si tienen mejor casa, esposo o profesión que ellas. En el peor de los casos, las comparaciones generan envidia, ese sentimiento que debilita la autoestima. La persona segura de sí misma, por el contrario, se siente cómoda con el término sui géneris (única en su género).

6. Actúa como una persona segura. Mantén una buena postura y haz contacto visual. Está comprobado que mantenernos erguidas, con los hombros hacia atrás y el pecho hacia adelante, ayuda a que nos sintamos más confiadas y seguras. Además, la buena o mala postura determina cómo nos perciben las otras personas. De la misma manera, establecer contacto visual con los demás denota seguridad en uno mismo. Estrecha la mano de la otra persona con firmeza (pero sin triturar sus dedos, ya que esto delata un esfuerzo por ocultar la inseguridad); sonríe; y mantén gestos corporales abiertos (brazos descruzados, hombros relajados, cuerpo volteado hacia la otra persona), que denotan que te sientes cómoda contigo misma. No importa si no sientes así; actuar como si te sintieras segura, llega a lograr que realmente lo seas.

7. Visualiza el éxito. La visualización es un arma poderosa para sentirte segura y llena de confianza en ti misma. Los atletas olímpicos la emplean para entrenarse, y estudios recientes señalan que practicar el piano mentalmente también ayuda a mejorar la habilidad del pianista. Separa cinco minutos en la mañana o antes de dormir, cierra los ojos y mírate realizando esa labor con éxito, regodeándote hasta en el más mínimo detalle. No te quites fuerza ni socaves tu autoestima imaginando lo peor; siempre visualiza el éxito y lleva contigo esa sensación de seguridad el resto del día.

8. Ejercítate. Hacer algo positivo por tu salud y bienestar, como practicar algún tipo de ejercicios, ya sea ir al gimnasio o dar una caminata de 10 minutos, aumenta la producción de endorfinas en tu cerebro. Este químico eleva tu estado de ánimo y hace que te sientas mejor, no solo con respecto a tu apariencia física, sino a tu carácter. Y es que te demuestras, entre otras cosas, que eres una persona disciplinada y consciente de la necesidad de mantenerte en forma.

9. Relájate. Practicar alguna técnica de relajación física y mental, ya sean ejercicios de estiramiento, yoga, meditación, respiración profunda o relajamiento muscular progresivo, te llena de energía, te ayuda a centrarte y a pensar mejor. La persona relajada no puede, por definición, estar tensa, que es la antítesis de la confianza en uno mismo.

10. Ríe y mira la vida con humor. La persona que sabe verle el lado gentil y hasta cómico a todo, suele ser más segura y menos dada al “tremendismo” o a ver solo el lado negro y dramático de las cosas. De la misma manera, el simple hecho de cultivar una actitud genuinamente desenfadada nos vuelve más seguras y confiadas. Búscale el humor a las cosas, aprende a apreciar el lado absurdo de lo que te pasa. Juzga menos y ríe más, y avanzarás con confianza por la vida.

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