Un viaje a Ciudad del Cabo

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Un lugar fascinante, con un mosaico de costumbres, comidas, lenguas, religiones y razas.

Ene. 10, 2011

Nuestro inolvidable safari en Singita Lebombo, en el Parque Nacional Kruger , de Sudáfrica, terminó con un corto vuelo a la bella Ciudad del Cabo o Cape Town. ¡Qué sorpresa la que encontramos! Un lugar fascinante, con una cultura muy marcada por su pasado colonial, con influencias de Inglaterra, Holanda, Malasia, Indonesia y todos los países que fueron parte de su historia. Un mosaico de costumbres, comidas, lenguas, religiones y razas que han enriquecido la ciudad que descubrimos con asombro. ¡Esto fue lo que hicimos!

DIA 1. Llegada al fabuloso hotel The Table Bay junto al mar, en lo mejor de la ciudad, junto al Victoria & Alfred Waterfront, un mall que es destino de turistas y locales por igual, lleno de tiendas, restaurantes, yates, etc. El hotel, entre los mejores del mundo, fue donde se quedó la reina Sofía de España durante el Mundial de Futbol, y hospeda también a personalidades como Enrique Iglesias, Charlize Theron, Leonardo DiCaprio, Clint Eastwood y el príncipe Alberto de Mónaco . Su spa, su increíble buffet de desayuno y sus vistas son algunos de sus atractivos. Descansamos en nuestra habitación del hotel y contemplamos el puerto. Nos dimos un masaje y esa noche cenamos riquísimo en el Cape Town Fish Market, parte del V&A Waterfront Mall. Nos rodeaban mil luces sobre el mar, y la visión de nuestro hotel todo iluminado era encantadora.

DIA 2. Caminamos por el V&A Waterfront, con un lindo ambiente marino y tiendas de artesanías. Allí tomamos el autobús Hop On-Hop Off para conocer bien toda la ciudad, pero antes habíamos almorzado junto al mar, en el Quay Four Tavern, el típico Fried Fish & Calamari & Chips. El autobús nos llevó a la famosa Table Mountain, que subimos en un tram para disfrutar la vista de la ciudad. Después bajamos al Greenmarket Square, uno de los mercados de artesanía más grandes de Sudáfrica. Compramos telas, joyería artesanal, manteles preciosos que mandamos a hacer (en media hora los tuvieron listos) y hasta vestidos para niñas. Esa noche, en el gran ambiente del V&A Waterfront Mall, cenamos en Sevruga, un elegante restaurante, todo un festín de langosta, sushi, vino de Sudáfrica y postres.

DIA 3. Excursión con chofer privado a través de Luhambo Tours a Cape Point y dos viñedos. La excursión Cape Point-Constantia Winery Tour es un viaje precioso, bordeando las montañas y el océano Atlántico en el Chapman Peak Drive en dirección a Cape Point, donde está el Cabo de Buena Esperanza. Recorrimos muchos pueblitos de playa ?Clifton, Bantry Bay, Camps Bay y otros de pescadores como Hout Bay, Noordhoek y Kommetjie? que nos recordaron Malibú y la costa Pacífica de California. Hay miradores en los acantilados desde donde podemos ver infinidad de ballenas y es un paseo precioso. No imaginaba esta ?cara? de Sudáfrica, con el agua de un azul casi caribeño, que me encantó aún más al conocer la colonia de pingüinos de Boulder?s Beach (¡casi 3 mil, que parecían bebés vestidos de tuxedo!) con los que es posible nadar en las aguas turquesa donde viven. Almorzamos en The Boulders Beach Restaurant, con una vista bellísima, y pronto llegamos al parque de Cape Point, donde está el Cabo de Buena Esperanza.

Conocer la punta más sureste del continente africano, descubierta por el portugués Bartolomé Díaz, en 1488, fue muy emocionante. Más tarde, de regreso a Ciudad del Cabo, visitamos dos de los muchos viñedos de la zona: Steenberg y Buitenverwachting, donde se filmó la película Blood Diamonds y donde vimos al perro Rhodesian Ridgeback que aparece en ella. Si tienen tiempo, recomiendo ver más de la preciosa zona de los viñedos, donde hay hoteles muy bellos, como el Steenberg Hotel, con un chef premiado y un campo de golf de 18 hoyos. Esa noche cenamos muy rico en el Atlantic Grill de nuestro hotel The Table Bay, y nos sentamos después en la terraza, frente a las luces del puerto.

DIA 4. Un ferry nos llevó al museo de la isla Robben para conocer la prisión donde Nelson Mandela pasó 18 de sus 27 años de cárcel. Los guías de los tours son ex presos políticos y el nuestro había estado allí 7 años junto a Mandela (en cuya pequeña celda entramos). ¡Fue una visita impactante! Esa noche cenamos en el restaurante Nobu del hotel One and Only Cape Town, en el V&A Waterfront. Es el único Nobu del mundo que añade al menú platos de la cocina Cabo Malay.

DIA 5. Un largo vuelo de regreso a New York en la comodísima Business Class de South African Airways. Nos trataron tan bien, que el tiempo pasó agradablemente, degustando una comida deliciosa y los vinos de Sudáfrica que la compañía ha escogido como complemento perfecto para su delicioso menú.

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