El estrés puede hacerte parecer mayor de lo que eres

El estrés puede hacerte parecer mayor de lo que eres

Desenmascara al enemigo número uno de tu belleza ¡y sácalo de tu vida inmediatamente!

El estrés es el “villano” del siglo XXI. Y es que la tensión no solo altera la salud en general, sino que además puede afectar tu apariencia física, haciendo que te veas con la piel opaca y con arrugas o líneas de expresión. En fin, mayor de lo que en realidad eres.

¿Sabes por qué aún no tomas esto tan en serio como lo merece? Porque decir que el estrés impacta en tu apariencia física no es muy convincente que digamos. Pero ahora mismo te vamos a dar a conocer la realidad, para que tomes conciencia de cómo el estrés puede ser el enemigo número de tu belleza. Las buenas noticias: cuentas con “herramientas” para mantenerlo bajo control.

EL VERDADERO ROSTRO DEL ESTRÉS

El estrés crónico -que no es otra cosa que la acumulación de las tensiones cotidianas, multiplicadas por 365 días- causa serios estragos en tu organismo. Pero en lo que se refiere a la belleza, fíjate de qué forma la afecta.

EL ESTRÉS PROVOCA:

ARRUGAS. La producción constante de cortisol, la llamada hormona del estrés, causa aumento de peso e hipertensión. Pero además inhibe la producción de colágeno y elastina, que le dan a la piel elasticidad y la ayudan a reparar sus daños. El resultado: un rostro flácido y más arrugas. ¿Necesitas otras pruebas? De acuerdo con un estudio realizado en Finlandia, los hombres hallaron menos atractivo el rostro de las mujeres con un alto nivel de las hormonas del estrés. Esto se debe a que la preocupación hace fruncir el ceño y que las comisuras de los labios se vuelvan hacia abajo, como en una expresión de tristeza. Y para que veas que este enemigo no discrimina, un estudio llevado a cabo en el 2010 halló que las mujeres también encuentran más guapos a los hombres con bajos niveles de estrés.

PÉRDIDA DEL CABELLO. El estrés, literalmente, desactiva el folículo capilar, llevándolo de la fase activa, cuando produce cabello, a la inactiva, que es cuando no reemplaza el que se cae con uno nuevo. Afortunadamente, en la gran mayoría de los casos el pelo vuelve a crecer.

ACNÉ ADULTO. La descarga de cortisol en el organismo aumenta la producción de grasa en la piel, causando así brotes de acné aun en la mediana edad. De acuerdo con el especialista en estrés David Posen, M.D., autor de Is Work Killing You? (¿Te está matando el trabajo?), el acné y la soriasis se exacerban durante los períodos de tensión.

PIEL RESECA Y APAGADA. Un estudio que apareció en una publicación de dermatología, arrojó que existe una conexión entre el estrés sicológico en las mujeres y la piel reseca y opaca. Esto es porque el cortisol ataca la barrera natural de la piel y permite que la humedad se evapore.

OJERAS Y BOLSAS DEBAJO DE LOS OJOS. La tensión es una terrible “ladrona” del sueño. Si por culpa de las preocupaciones no duermes ocho horas ininterrumpidas, los fluidos del cuerpo que normalmente se eliminan al dormir se quedan atrapados en el organismo. En el rostro, este se acumula en el delicado tejido debajo de los ojos, causando bolsas y ojeras que te dan una apariencia extenuada y de más edad que la que tienes.

UÑAS QUABRADIZAS. El cuerpo es tan sabio, que durante períodos de estrés se enfoca en las funciones más importantes para tu supervivencia. Las uñas están muy abajo en su lista de prioridades, por lo que se vuelven frágiles y quebradizas.

SOBREPESO. Si la ansiedad te lleva a comer más o a ingerir más “comida chatarra”, verás los resultados sobre la balanza. Pero eso no es todo: un estudio llevado a cabo por la Universidad de Yale, en Estados Unidos, halló qué algunas mujeres esbeltas tienen una acumulación de grasa en el vientre causada por los altos niveles de cortisol en su organismo.

ENVEJECIMIENTO ACELERADO. Aunque el proceso suena complicado,

en realidad es una ecuación muy simple: los telómeros, que es como se llaman los tapones de proteínas en las puntas de los cromosomas, se acortan ante el estrés crónico. Cuando los telómeros se vuelven demasiado cortos, las células se dañan o se mueren, acelerando el proceso de envejecimiento y abriéndoles la puerta a enfermedades serias.

MALAS COSTUMBRES. Las tensiones pueden llevarte a tratar de “escapar” a través de comer o beber alcohol en exceso, fumar y otras malas costumbres, como la inactividad, que contribuyen a afectar tu apariencia.

Si ya te has convencido de que el estrés no es el mejor aliado de tu belleza, aquí tienes las maneras fáciles y efectivas de reducirlo o eliminarlo.

LOS 5 PASOS HACIA LA SERENIDAD

De la misma manera que el estrés afecta tu organismo, la tranquilidad calma los nervios y alivia la tensión. Sigue estos pasos para transformar el estrés en paz y relajamiento.

1 EJERCITATE. Corre, camina, baila, practica el yoga o la natación. La clave radica en hallar una actividad física que disfrutes y que puedas realizar en forma consistente. De acuerdo con el doctor Charles Goodstein, profesor clínico de siquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, una caminata de 20 minutos puede mejorar tu estado de ánimo hasta por 12 horas.

2 RESPIRA. La mente y la respiración están estrechamente ligadas. La respiración agitada es señal de tensión; de la misma manera, respirar rápidamente o en forma superficial puede aumentar el estrés. Cuando te sientas muy tensa, date un reparador “respiro”. De ser posible, cierra los ojos y tómate unos segundos para concentrarte. Inhala lenta y profundamente.

Acto seguido exhala despacio, hasta quedar “vacía”. Repítelo varias veces; sentirás que el alivio y la calma inundan tu cuerpo. ¿Lo mejor de todo? Esta técnica es completamente natural y está siempre a tu alcance.

3 PRACTICA LA RELAJACION MUSCULAR PROGRESIVA. Se trata de contraer lo más que puedas los músculos del cuerpo y luego relajarlos. Recuerda que debes hacerlo en forma progresiva: contrae primero los dedos de los pies, después los pies, las piernas, los muslos, el vientre, etc., hasta llegar al rostro.

Esta técnica muchas veces se les recomienda a las personas que sufren de depresión y desórdenes de la ansiedad.

4 VISUALIZA. El estrés casi siempre es producto de las preocupaciones y los pensamientos negativos. Una forma de contrarrestarlos es visualizando una escena o una actividad que te llene de paz. Simplemente acomódate (puedes hacerlo hasta en el escritorio), cierra los ojos, respira profundo y visualiza un paisaje apacible, ya sea una playa privada, de arena blanca, o tus próximas

vacaciones en Europa. Sonríe mientras te visualizas serena y relajada; esto aumenta el efecto de la técnica.

5 PRACTICA LAS ARTES MANUALES. Los movimientos repetitivos, como los que haces cuando tejes, bordas o haces tus collares y pulseras de cuentas, por ejemplo, enfocan la mente en la labor y tienen un efecto calmante en el organismo. Además de esto, no te olvides de mirar la vida con buen humor, reír con ganas y rodearte de tus seres queridos y de personas alegres y positivas.

BUSCA AYUDA PROFESIONAL

Si a pesar de que socializas, te alimentas de una manera sana y balanceada y te mantienes activa físicamente, no encuentras alivio, busca a un médico, un sicólogo o un terapeuta para que te ayuden a manejar el estrés y puedas volver a tener una apariencia atractiva.

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