Piel libre de acné a cualquier edad

20 años

Durante la adolescencia y hasta los 25 años de edad el estímulo hormonal es elevado, de modo que no es casual que se produzcan los primeros brotes. Después de los 25 ya se puede hablar de una enfermedad crónica; y si bien en este caso “se indica medicación oral, hay cuidados eficaces para prevenir y atender lesiones esporádicas”, explica Yocasta Martínez Alvarado, médica y coordinadora de la Clínica de Acné del Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde. Al respecto, para quienes transitan la década de los 20, recomienda “productos que controlen la grasa e incluyan en su formulación ácido salicílico, es el caso de dermolimpiadores, geles seborreguladores, hidratantes y protectores solares formulados para este tipo de pieles”. Y como en esta etapa muchas comenzamos a usar maquillaje, es imprescindible que éste sea libre de aceites y no comedogénico, así como optar por productos con principios activos desinflamantes, que disimulen imperfecciones y calmen la piel irritada. Es el momento ideal para prevenir barritos y atacar la inflamación antes de que el cutis se cubra de marcas que luego serán difíciles de atenuar, sugiere Miriam García Jáuregui.

30 años

En esta etapa resulta conveniente prevenir líneas de expresión y arrugas. ¿La rutina por excelencia? “Aplicar protector solar a diario; procura que esté indicado para piel mixta o grasa, de esta manera reparará el daño solar”, sugiere Yocasta Martínez. En lo que respecta al acné, apuesta por los alfahidroxiácidos; además de atenuar barros y comedones, regeneran y aclaran. Entre las sustancias que componen estos ácidos orgánicos solubles en agua figura el ácido glicólico, ingrediente derivado de la caña de azúcar con propiedades exfoliantes, eficaz para eliminar las capas de células muertas en la superficie. También actúa como humectante y previene el envejecimiento prematuro; reduce arrugas y estimula la regeneración de la epidermis.

Al usar una fórmula con este ácido, lo mejor es empezar por concentraciones bajas e incrementarlas de modo gradual, aconseja la experta. Al llegar a los 30 años se empiezan a notar las cicatrices de quistes o comedones que en el pasado fueron drenados o apretados, por lo que es momento de utilizar un producto para desvanecer las marcas. “Una vez controlada la inflamación por acné, se inicia un tratamiento que combina dermoabrasión con un gel queratolítico con alantoína y extracto de allium cepa (cebolla) el cual promueve que las capas de la piel se desprendan y renueven”, destaca la especialista García Jáuregui. TIP: Aunque tengas acné, no ignores las primeras arrugas, que atacan con fuerza a partir de esta edad. Utiliza geles antiedad no grasos y evita a toda costa las cremas untuosas porque pueden desencadenar brotes de barritos.

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A partir de los 40 años

Una hidratación adecuada y sustancias que estimulen la producción de colágeno y elastina son esenciales en este periodo de la vida. Si el cutis es mixto o graso, es importante evitar la aplicación de cremas pesadas y emplear en su caso hidrogeles, fluidos y sueros. Los compuestos clave son los retinoides y el ácido hialurónico (biomolécula formada a partir de la unión de un grupo de moléculas de azúcar). Mientras los primeros están presentes en cremas y fluidos que se administran durante la noche y descaman, el segundo es contenido en distintas presentaciones, como geles de limpieza, sueros y soluciones acuosas hidratantes.

“Es poco frecuente que al llegar a los 50 se presente una piel grasa o mixta”, afirma Yocasta Martínez. Sobre todo porque hay una disminución natural de la actividad hormonal y, por ende, de barros y comedones, que si bien llegan a aparecer, lo hacen de forma leve y tienden a desvanecerse de manera espontánea. Pero a partir de los 50 suelen verse secuelas de acné como poros dilatados y cicatrices. Y allí entran en juego el ácido hialurónico, los retinoides de mayor concentración y tecnologías como el láser. Si hay cicatrices en las que la piel presenta una depresión marcada, se indican sesiones de dermoabrasión y, a veces, de relleno con una gota de ácido hialurónico para emparejar, apunta Miriam García. TIP: Hidrata tu rostro por la mañana y por la noche con fórmulas que contengan ácido hialurónico. Para atenuar los poros dilatados, cicatrices de acné y arrugas, utiliza retinoides, y si te lo indica tu dermatólogo, considera algunas aplicaciones de láser.

Por Milagros Belgrano / Foto: iStockpoto