Adele, el fenómeno musical de la década

Adele

En su sensual voz, sus canciones que hablan de amor y despecho, y su calidez humana está el secreto de su éxito

Cuando las editoriales publican tres biografías de un mismo artista con pocas semanas de diferencia, no hay dudas de que se trata de alguien que está en la cúspide de la popularidad. Este es el caso de la cantante británica Adele. Acaba de ponerse a la venta el libro Adele: The Biography, escrito por Chas Newkey-Burden. Poco antes habían aparecido Someone like Adele, de Caroline Sanderson, y Adele... From Beginning to Now, de The Biography Foundation y Kiesha Joseph. Los tres libros son voluminosos y uno se pregunta cómo se las arreglaron sus autores para redactar tantas páginas sobre la vida de una chica que aún no ha cumplido 24 años.

ENTRE PREMIOS Y FANTASMAS

Con sus canciones, que son una mezcla de soul y pop, Adele se ha convertido en un ídolo internacional, en el gran fenómeno musical de la segunda década del siglo XXI. Ha ganado un total de ocho premios Grammy y su exitoso álbum 21 ha batido el récord de permanencia en el primer lugar de Billboard (¡23 semanas consecutivas!), desplazando a Prince, quien ostentó esa marca durante más de 25 años con su disco Purple Rain.

Adele está de moda y cualquier cosa que hace o dice se convierte en titular periodístico... Como cuando comentó que en la suntuosa mansión que alquiló recientemente por 23 mil dólares mensuales había fantasmas. Al parecer, eso la hizo contratar a dos guardaespaldas adicionales. Bueno, en caso de que haya fantasmas, estos tienen mucho espacio donde hacer de las suyas, pues la “casa embrujada”, situada en West Sussex, tiene 10 habitaciones y dos piscinas. Sin embargo, la intérprete de Rolling in the Deep y Someone Like You no tiene de qué preocuparse. Lo más probable es que esas supuestas almas en pena también sean fans suyos, como han resultado serlo celebridades como Julia Roberts y Paul McCartney, o los más de cuatro millones y medio de personas de todo el mundo que la siguen a través de Twitter.

EL METEORICO ASCENSO DE UNA DIVA

Nacida el 5 de mayo de 1988, Adele Laurie Blue Adkins creció en un sencillo hogar del sur de Londres, junto a su madre soltera. Esa etapa de su vida no fue nada glamorosa. Ella ha comentado que ?mi escuela secundaria era bastante dura y tenía como principal ambición que las alumnas no quedáramos embarazadas?. Todo cambió cuando fue escogida para estudiar en la Brit School of Performing Arts of Croydon, una institución que se dedica a formar jóvenes talentos musicales, donde también estuvo Amy Winehouse.

Cuando se graduó, a los 18 años, todos coincidían en que Adele era dueña de una excelente voz, pero muchos pusieron en duda que esa joven gordita, de brillantes ojos verdes, que componía apasionadas canciones, pudiera triunfar en el mundo de la música pop, donde el sobrepeso parecía ser algo inadmisible.

Adele comenzó a cantar junto a un grupo de amigos músicos en distintas ciudades del Reino Unido. Uno de ellos la puso en contacto con la compañía discográfica Peacemaker Recordings, que se arriesgó a lanzar en el 2007 una edición limitada de su primer sencillo: Hometown Glory. En el portal de Internet My Space, su música empezó a ser más conocida. Eso hizo que el sello XL Recordings la contratara y difundiera su segundo sencillo, Chasing Pavements, que despertó el interés de los medios británicos e hizo que comenzaran a invitarla a shows de televisión.

A mediados del 2008, Adele entró en el mercado de Estados Unidos pisando fuerte, y su disco 19 se convirtió en un éxito. El programa de televisión inglés The Sound Of la eligió como ?la promesa musical del 2008?. Poco después, la joven cantante se independizó de su madre y se fue a vivir a un apartamento en Notting Hill. En esa época tenía problemas de alcoholismo, pero al cumplir 22 años, tomó la decisión de dejar de beber.

En enero de 2011, lanzó un nuevo álbum, titulado 21, y su canción Rolling in the Deep llegó al primer lugar de popularidad en Estados Unidos, Inglaterra, Suiza, Holanda, Austria y otros países. Se convirtió en el disco más vendido del año.

Pero, de pronto, una noticia alarmó a sus seguidores: Adele había comenzado a tener problemas en las cuerdas vocales y tenía que someterse a una operación de microcirugía. Algunos especularon que su maravillosa voz podría verse afectada por el procedimiento. Pero las incógnitas quedaron despejadas la noche del 12 de febrero de 2012, cuando cantó con su potente voz de siempre en la entrega de los premios Grammy, donde fue la gran triunfadora con seis trofeos.

GORDITA, PERO MUY GUAPA

“No necesito lucir una talla cero para estar guapa”, ha dicho Adele, a quien los comentarios sobre sus kilos de más no parecen importar mucho. Y es que, a diferencia de otras muchas artistas, ella desafía los estereotipos de la industria musical con sus vestidos negros y sus voluminosos peinados retro, y asegura que no va a caer en “la trampa de la fama”. Su sensual y poderosa voz es su principal carta de triunfo.

Cuando Karl Lagerfeld declaró que estaba “demasiado gorda”, Adele se limitó a responder: “Nunca he querido verme como las modelos de las portadas de las revistas. Represento a la mayoría de las mujeres y estoy muy orgullosa de ello”. Al “káiser de la moda” no le quedó más remedio que rectificar y aclarar que él era “su más rendido admirador”.

ADELE Y EL AMOR

Las canciones de Adele hablan de amor y de despecho, y se basan en experiencias que vivió con dos de sus exparejas, cuyos nombres ella ha preferido reservarse. Del primero se rumora que tuvo el descaro de reclamarle derechos de autor por haberle servido de inspiración para las canciones del álbum 19. En cuanto al segundo -del que Adele habla en el disco 21-, se asegura que es un actor y cantante inglés llamado Slinky Winfield, cuyo rasgo distintivo son las chaquetas de cuero y su rebelde cabellera.

Una amiga de la artista dijo: “Es fácil ver por qué Adele se sintió atraída por Slinky. El es un tipo muy popular, es la vida y el alma de las fiestas, y es músico también”. Al parecer, Slinky -conocido como Sunbeam- dejó plantada a Adele por la estilizada modelo inglesa Morwenna Lytton Cobbold.

Adele y su novio, Simon Konecki

En la actualidad, para nadie es un secreto que el dueño del corazón de la exitosa cantautora es Simon Konecki, de 36 años de edad, director general de la fundación caritativa Drop4Drop. Simon está en proceso de divorcio de Clary Fisher, una fashion stylist con la que se casó en el 2004. Adele y él se conocieron en octubre de 2011 y desde entonces son inseparables. A principios de este año hicieron un viaje romántico a la Florida, donde visitaron la reserva natural Everglades. Tan enamorada está Adele, que acaba de adquirir una lujosa casa por 3.9 millones de dólares, en Brighton, donde espera vivir con su adorado “Swampy”. Sus planes, según ha dicho, son escribir por fin un disco feliz, casarse, tener hijos y plantar un huerto.

¿Cuánto tiempo logrará mantenerse Adele en el top de la popularidad? Noel Gallagher, cantante de la banda Oasis, piensa que, como muchas otras artistas que tienen un éxito enorme y repentino, no tardará en ser olvidada. Otros, en cambio, son más optimistas y estiman que hay Adele para rato... El tiempo lo dirá.

Relacionado