A la cantante le gusta sorprender constantemente a sus fans
Beyoncé ha sabido rentabilizar al máximo el repentino lanzamiento de su último disco, homónimo, sin promoción alguna y únicamente en formato digital, ya que se convirtió rápidamente en uno de los más populares y exitosos de todo 2013.
Pero más allá de la necesidad de lograr un nuevo hito comercial, Beyoncé admite que los riesgos que ha corrido en el plano artístico se deben más a su carácter espontáneo y al hecho de que encuentra muy divertido “romper” las reglas de la competitiva industria discográfica.
“El objetivo que quería alcanzar con este disco era el de romper con la imagen de perfeccionista que siempre se me había atribuido, por lo que me he animado a hacer cosas más arriesgadas e impulsivas que quedan patentes en mis nuevos videos”, aseguró en la grabación “Part 3 Run ‘N Gun”, con la que explica en YouTube los entresijos de su nuevo trabajo.
“Si me hubieran dejado, jamás habría pedido permiso a las autoridades para grabar en plena calle, como hicimos para la pieza de “XO”, yo me hubiera montado directamente en el coche y hubiera sacado la cámara”.
Otro ejemplo del carácter relajado que exhibe Beyoncé en estos tiempos tuvo lugar durante la grabación de “Drunk in Love”, el nuevo dueto con su marido Jay Z, ya que el famoso matrimonio entró en el estudio de grabación sin un plan preestablecido y comenzó a improvisar los versos que acabaron plasmados en la letra de la canción.
