Cuando el amor y el poder se encuentran

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Desde Marilyn Monroe y Kennedy hasta Nicolas Sarkozy y Carla Bruni, las estrellas no se resisten a la llamada erótica del poder

Los rumores llevaban impregnando el ambiente desde hacía semanas, pero finalmente fue la revista Closer la que acabó destapando la caja de Pandora el pasado 10 de enero. La publicación dedicada a noticias del mundo del corazón salía a los quioscos franceses con una exclusiva que hizo despertar las alarmas en el Elíseo.

“El amor secreto del presidente”, avanzaba la revista en su portada, ofreciendo en su interior fotos exclusivas de las escapadas nocturnas del presidente francés, François Hollande, para encontrarse con Julie Gayet, actriz con la que supuestamente mantenía un affaire a espaldas de su pareja formal, la periodista Valérie Trierweiler.

Así, se levantaba una avalancha mediática que demostraba que no hay fórmula que acapare más “flashes” que la de “político más estrella”. Una combinación que convierte a la pareja en cuestión en el foco de atención tanto de la prensa rosa como la más “seria"; cuando la fama y el protagonismo son compartidos no hay manera de escapar de todas las miradas.


PRIMERAS DAMAS Y ESTRELLAS

Esto es algo que ya pudo comprobar en su momento el predecesor de Hollande, Nicolas Sarkozy, cuando en 2007 se descubrió la noticia de que, tras divorciarse de su segunda esposa, Cécilia, mantenía un noviazgo con la ex modelo y cantante Carla Bruni. La autora del famoso tema “Quelqu’un m’a dit”, se casó al año siguiente con el entonces presidente, comenzó a emplear el nombre Bruni-Sarkozy y, ya de paso, a dejar los tacones más altos en casa, debido a la diferencia de altura con su esposo.

Carla Bruni y Nicolas Sarkozy

La relación entre ambos también puso el punto de mira en otro asunto espinoso: aunque Bruni no llegó a dejar de lado su carrera artística, sí que interrumpió la promoción de uno de sus discos por incompatibilidad con su trabajo como primera dama, así como uno de sus proyectos televisivos, para que no coincidiera con la campaña presidencial; tener una profesión que te sitúe delante de los cámaras en ocasiones parece incompatible con una relación con un alto cargo.

Otro caso conocido es el del presidente mexicano entre 1976 y 1982, José López Portillo, quien se casó con la actriz de origen italiano Sasha Montenegro en 1995, una década después de que comenzaran su relación, que no pudieron normalizar hasta que López se divorció de su anterior cónyuge.

Por otro lado, sin moverse del continente americano, también hay otros ejemplos, como el de Carlos Menem, antiguo presidente de Argentina, que estuvo casado con la chilena Cecilia Bolocco -quien obtuvo el título de Miss Universo en 1985-, aunque acabaron separándose en 2007 por los problemas surgidos en la convivencia.

En Oriente, encontramos el caso de Peng Liyuan, esposa del presidente de China, Xi Jinping. Liyuan, dedicada anteriormente al mundo de la música folclórica, ya gozaba de una gran popularidad en su país antes de su matrimonio, y ahora su buena fama por sus tareas de primera dama no hacen otra cosa que aumentar. Incluso ha conseguido visibilidad en el mundo occidental, después de “colarse” en la lista de “mejor vestidas” que la revista Vanity Fair elabora anualmente, desbancando a nombres como el de Michelle Obama.

LA ATRACCIÓN DE HOLLYWOOD

Las grandes estrellas de Hollywood tampoco escapan de la atracción que genera la llamada “erótica del poder”. Es inevitable hablar de este aspecto sin mencionar a Grace Kelly. La ganadora de un premio Oscar por The Country Girl vio su carrera truncada cuando conoció y se enamoró de Rainiero III de Mónaco.

Su boda, con la que cambió los platós de rodaje por las calles monegascas, fue un hecho que al mismísimo Alfred Hitchcock le costó superar. Tristemente, el cuento de hadas que vivió Kelly tuvo un final inesperado, ya que en 1982 sufrió un accidente de coche que le costó la vida, en la misma carretera que años atrás recorrió con Cary Grant en la película To Catch a Thief.

Hoy en día, su nieta, la mediática Carlota Casiraghi, vive una relación amorosa con Gad Elmaleh, actor y humorista de origen marroquí y una de las estrellas del panorama cinematográfico francés, que además ha trabajado en películas como Midnight in Paris, de Woody Allen. A finales de 2013, la pareja acaba de tener su primer hijo, llamado Raphaël.

Antes de que lo hiciera Kelly, fue Rita Hayworth la que inició un romance similar, aunque su caso nunca alcanzó la misma popularidad. Después de divorciarse de Orson Welles, la actriz tuvo como marido al príncipe Ali Khan, descendiente de la dinastía persa Qajar y de sangre italiano-pakistaní. Sin embargo, la eterna Gilda no tardaría en volver a quedarse soltera, ya que el matrimonio apenas duró cuatro años.

Pero sin duda, la palma de oro a la hora de hablar de estrellas y poder se la lleva el affaire entre John Fitzgerald Kennedy y la rubia más famosa de todos los tiempos, Marilyn Monroe. Las teorías que especulan sobre el romance entre el que fuera presidente de los Estados Unidos y la protagonista de Some Like it Hot son numerosas y han dado pie a artículos de lo más variados, libros y documentales, creando así una suerte de leyenda que cada vez se hace más y más grande.

Sin ir más lejos, el pasado verano salió a la luz un libro que aseguraba que la propia Monroe se encargó de llamar a la mujer de Kennedy, Jacqueline, para contarle la relación que tenía con su marido, quien supuestamente le había pedido matrimonio. En definitiva, una pieza más del rompecabezas sin fin que supuso la relación Kennedy-Monroe, cargada de incógnitas y una sola certeza: el “Happy Birthday” que la actriz cantó al presidente en el Madison Square Garden de Nueva York, además del más famoso, bien podría ser el más sensual de la historia.

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