El actor admite que a pesar de que saltó a la fama a una corta edad, eso no le impidió privarse de algunas experiencias
Saltar a la fama mundial a la tierna edad de 11 años podría haber acabado con la adolescencia -y la cordura- de cualquiera, pero no con la de Daniel Radcliffe, quien asegura que haber interpretado a Harry Potter a lo largo de una década no le privó de vivir las mismas experiencias que cualquier otro chico de su edad.
“Creo que la gente siempre se imagina que no tuve una adolescencia normal o que me perdí algunas cosas, y aunque estoy seguro de que la mía fue diferente, las primeras citas o los primeros besos, todos esos rituales, los he tenido, y en general fueron bastante privados. Nunca sentí que debiera compartirlos con el resto del mundo, me parecía que eran solo míos, lo que es genial”, confesó el británico a Jess Cagle, responsable editorial de People y Entertainment Weekly.
No obstante, el actor tenía que tomar ciertas precauciones para conseguir mantener esa ‘normalidad’ en su día a día, como acudir a su primera cita con una gorra para intentar pasar desapercibido.
“Tuve que salir con una gorra, rezando para que la persona con la que había quedado lo entendiese y no se sintiera incómoda si alguien se me acercaba. Simplemente tenía que hacerlo. Eso siempre fue lo más extraño”, recordó.
A pesar de todos los años que lleva siendo una estrella internacional, Daniel sigue manteniendo un estilo de vida muy ‘normal’ junto a su novia Erin Darke, muy alejado de lo que cabría esperar del que un día fue el joven más rico de Reino Unido.
"[Erin y yo] siempre estamos haciendo cosas sorprendentemente mundanas. [Los paparazzi] nunca me captan haciendo nada interesante, así que los titulares suelen ser: '¡Han comprado un nuevo tapete de yoga!’”, bromeaba con la revista Marie Claire.
Lo único que perturba ahora la apacible vida del británico son los comentarios mezquinos que otras personas hacen sobre él en internet, por eso el intérprete evita leerlos por regla general, aunque al final siempre acabe cayendo en la tentación.
“A veces paso por una fase bastante dañina en la que me dedico a leer mucho sobre mí mismo. Entonces empiezo a recapitular acerca de dónde estoy en ese momento, en qué soy bueno y en qué no lo soy, lo que suele ponerme más contento. Siempre me pregunto por qué vuelvo a hacerlo. Suele empezar cuando hago una entrevista y estoy un poco preocupado por ella. Así que la busco y pienso: '¿Qué habrán escrito?’, hago clic sobre ella y me doy cuenta de que es algo horrible sobre mí. Siempre me digo a mí mismo: ‘Oh, ¿oor qué me he hecho esto a mí mismo? Es tonto y no debería’”, explicaba Daniel.
NOTA: Daniel Radcliffe está dispuesto a volver a interpretar a Harry Potter
