La actriz considera que esta dieta la ha convertido en mejor persona
La actriz mantiene desde hace unos años una estricta dieta en la que no come alimentos de trigo, lácteos, productos procesados, ni azúcar; una dieta que cree que le ha convertido en mejor persona.
“Te encuentras más ligera y tus emociones se suavizan. Antes tenía mucha rabia contenida y hacía que los sentimientos de los demás tuvieran más peso que los míos. Podía estar en mi coche gritando al tráfico o luchando con perchas en el armario cuando se quedaban pegadas. No aprendes nada a no ser que tengas una conversación difícil. Tratar las cosas directamente cambió mis relaciones. A veces cuando te aclaras sobre quién eres, los otros se sienten menos cómodos porque les gustaba quién eras antes. Cambió mi matrimonio también. Pero a él le gustan los retos”, explicó a la revista Self.
Antes de este cambio, la intérprete solía lidiar con situaciones de estrés acudiendo a medicamentos y alcohol.
“Tenía que cantar en galas de premios, que es divertido pero estresante. Tenía siempre una Guinness. Además como volaba mucho trataba de quedar adormilada con pastillas y vino. Luego me despertaba, trataba de sudarlo haciendo ejercicio y en la sauna, y me ponía a trabajar el resto del día. Tuve un ataque de pánico una vez. Mi cuerpo se preguntaba qué estaba haciendo”, añadió.
