Natalia Jiménez, feliz y en ascenso

Natalia Jiménez

Después de una década con La Quinta Estación y decidida a emprender una nueva etapa profesional, esta cantante y compositora ha lanzado su primer álbum en solitario

Un día después de su lanzamiento, el primer disco como solista de la española Natalia Jiménez, que lleva su nombre, encabezaba la lista de ventas de pop latino de iTunes. “Claro que me sorprendió", asegura la cantante con alegría. “No me esperaba un número uno tan rápido. Dentro de mí lo deseaba y estoy muy contenta de que haya pasado, porque eso quiere decir que algo estoy haciendo bien”.

Un ejercicio de libertad
En su Madrid natal, Natalia trabajó con varios grupos hasta que, en el 2001, nació La Quinta Estación. En compañía de Angel Reyero y Pablo Domínguez se trasladó a México, donde la banda grabó discos tan exitosos como Primera toma, Flores de alquiler, El mundo se equivoca y Sin frenos. Pero después de vivir a plenitud esos 10 años, la popular intérprete y compositora ha dado inicio a una nueva etapa de su carrera. “A mis 29 años, me apetecía salir como solista y proyectar mi vida personal y profesional de otra manera”, explica.

Su primer álbum en solitario lo describe como “muy versátil”. Y explica: “Incluí todos los estilos de música que me gustan: desde una ranchera hasta ritmos de los 70, algo de flamenco, un bolero, pop, baladas, música tropical y hasta canciones en inglés... Después de haber estado haciendo pop con La Quinta Estación por muchos años, me apetecía hacer cosas diferentes: es un ejercicio de libertad”.

El disco le tomó un largo año de trabajo. “Quedé muy contenta, el resultado ha sido maravilloso”, dice Natalia, quien tuvo a su cargo, junto con Emilio Estefan, la producción ejecutiva. “Trabajamos a la antigua, de una manera en que ya no se graban los discos: casi en directo. Estábamos todos los músicos en el estudio, conectados a una consola analógica, y ?una, dos, tres, ¡a tocar?... Por eso tiene un feeling distinto”.

Al preguntarle si su debut como solista trae consigo mayores ambiciones, queda pensativa antes de contestar. “No diría que son mayores ambiciones, pero sí que son diferentes. Ahora, como solista, puedo hacer muchas cosas que antes no podía, como campañas publicitarias, diseñar una línea de ropa si algún día quisiera hacerlo, hacer algo en televisión... Puedo diversificar mi carrera: centrarme en la música, pero explorar también terrenos diferentes”.

“Mis canciones son válvulas de escape”
Para Natalia, los últimos 10 años han aportado un gran desarrollo a su trabajo musical. “En esta profesión, como en casi todas, mientras más trabajas y más aprendes logras una mayor evolución. Ahora también puedo dirigir a mis músicos; tocar la guitarra, la armónica y el piano; producir... Como ves, hay una diferencia muy grande”.

Las canciones que compone las considera “válvulas de escape”. Según ella, “las melodías se me meten en la cabeza y no se van, me agobian; si no trato de convertirlas en canciones, me persiguen durante todo el día”. En su álbum debut como solista hay dos canciones, Solo por mí y Hay amor, que describe como “autobiográficas”, pero precisa que también le gusta inspirarse “en cosas que veo, en historias que me cuentan mis amigos”.

Amante de las cosas sencillas
En el amor, asegura Natalia, le va “superbién”. Prueba de ello es la canción Hay amor que le dedicó “totalmente” a su novio cubano Daniel Trueba, con quien tiene ya dos años de relación. “Dani ha estado junto a mí durante todo el proceso de creación del disco. Somos pareja, somos amigos y, además, trabajamos juntos. Es increíble poder compartir tantas cosas con una persona, pasar tanto tiempo juntos y, encima, pasarlo bien y a gusto. La nuestra es una relación sin problemas y sin dramas”. El matrimonio no está en sus planes a corto plazo. “Por el momento, no. Estamos muy a gusto, llevamos dos añitos juntos y estamos contentos así".

La cantante se define como “hiperactiva, generosa y muy trabajadora”. Y, entre risas, añade: “Ah, y también torpe, porque en el grupo de amigas soy siempre la que se tropieza con algo, la que le caen las cosas encima y hace todos los desastres”. Aclara que “aunque pueda parecer lo contrario, porque siempre me vean vestida de diseñador”, disfruta mucho las cosas simples de la vida. “Hay pequeñas cosas que pueden hacerme muy feliz, como escuchar el sonido de la lluvia y ver cómo cae el agua... Me gusta estar en casa. No soy de salir mucho”.

¿Los consejos más útiles que le han dado en la vida? “Me los dio mi padre”, dice Natalia Jiménez. Y no tiene reparos en revelarlos, por si alguien quiere guiarse también por ellos: “Que me mantenga independiente siempre. Que recuerde que tengo mucha fuerza y que puedo hacer las cosas sola. Que no necesito tener a un hombre a mi lado para sentirme realizada. Que primero me dé el chance de cumplir mis sueños y después tenga mis hijos...”.

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