En exclusiva con Danna García

En exclusiva con Danna García

Guapa e inquieta, cuando no está filmando una telenovela está buscando nuevos proyectos

Aunque es joven (35 años de edad), pronto Danna García cumplirá 30 años de vida profesional, pues comenzó a actuar en la televisión desde que era una niña. “El haber saltado de país en país, trabajando en diferentes tipos de producciones, ha hecho que no sienta el paso del tiempo. Pero sí, ya son muchos, muchos años en este mundo”, comenta la popular actriz colombiana de telenovelas.

Su primera gran oportunidad, que hizo que muchos ojos se fijaran en ella, le llegó en 1993 con un papel secundario en el éxito internacional Café con aroma de mujer. Luego le han llovido los protagónicos en telenovelas como La revancha, Perro amor, Pasión de gavilanes, Te voy a enseñar a querer, Corazón partido, Alguien te mira, Bella Calamidades...

Danna admite que es “un poco gitana”, pues su vida transcurre, por largas temporadas, entre Colombia, México y Estados Unidos. “Parece que mi destino es bajarme de un avión para subirme en otro, tener siempre una maleta lista, buscar oportunidades, explorar proyectos... Para mí se ha vuelto ya un estilo de vida, pero evidentemente sí quisiera, en algún momento, asentarme en algún lugar, formar una familia y tener mis hijos”.

El más reciente éxito de Danna en la televisión fue la telenovela Qué bonito amor, que coprotagonizó para Televisa, en México, junto a Jorge Salinas. ¿Qué saldo te dejó este proyecto sobre el mundo de los mariachis y la música popular mexicana?, le preguntamos. “Me deja muchas satisfacciones personales. Fue una novela para la que audicioné y que tuvo algo mágico; quedé encantada con todo el equipo de trabajo”, responde. “Disfrutamos mucho haciendo incluso las escenas más difíciles y me dio la oportunidad de volver a conectarme con México, un país donde he trabajado mucho y por el que siento un enorme cariño y agradecimiento”.

Danna con Pablo Montero y Jorge Salinas en la telenovela ‘Qué bonito amor’. Foto: Cortesía Televisa

En las próximas semanas, Danna formará parte de la gira de conciertos musicales que varios de los intérpretes de Qué bonito amor realizarán por escenarios de algunas ciudades de Estados Unidos. “Es toda una aventura, algo muy diferente, pues tendremos un contacto más directo con muchas de las personas que vieron la telenovela”.

Después, se concederá una temporada de descanso y renovación. “Es importante como ser humano y como artista retroalimentarse, estudiar, tener tiempo para uno mismo y para compartir con la familia”, opina. “Además, hacer un alto da la posibilidad de sacudirse cosas que se nos van quedando de los personajes que interpretamos, de formas de trabajar y recursos de actuación. Es una oportunidad para explorar y buscar nuevos caminos”.

Sin embargo, el descanso para Danna es algo relativo. “No sé si es un defecto o una cualidad, pero soy hiperactiva. Soy muy inquieta mentalmente. Cuando no estoy trabajando en una telenovela, estoy estudiando o desarrollando nuevos proyectos. Me cuesta mucho trabajo quedarme en la casa cruzada de brazos, siempre estoy buscando qué más puedo hacer”.

A diferencia de otras actrices de telenovelas, que a menudo interpretan personajes muy parecidos entre sí, en los últimos años Danna García ha tenido la oportunidad de dar vida en la pantalla a mujeres contrastantes. Desde una joven de la alta sociedad del siglo XIX en La traición hasta una boxeadora de barrio en Un gancho al corazón o una cantante de rancheras en Qué bonito amor. ¿Es algo que te has propuesto o simplemente la suerte ha puesto en tu camino personajes tan diversos, de diferentes épocas, estratos sociales y sicologías?

“Han sido las dos cosas”, opina. “Creo que actuar es explorar y eso implica, ante todo, no hacer siempre de ti misma con diferentes vestuarios. Un verdadero actor es alguien que busca proyectos que le permitan desdoblarse, que le ofrezcan la posibilidad de convertirse en otros. Estoy agradecida con la vida por haber puesto en mi camino protagónicos muy distintos entre sí, porque eso me ha impulsado a estudiar, a prepararme y a tratar de ir más allá de lo que he logrado. Me aburriría hacer las telenovelas clásicas día tras día y año tras año, pues entonces no habría retos, no habría encanto. Le pido a Dios que me siga dando la oportunidad de seguir interpretando papeles muy opuestos, porque nada me nutre tanto como hacer nuevas cosas como artista y crear”.

Danna con Mané de la Parra en una escena de la película ‘El cielo en tu mirada’. Foto: Cortesía Televisa

Soñar es un verbo que tiene especial importancia para Danna García. “Mi vida está llena de sueños. Me alimento y vivo de ellos. Por eso me levanto todos los días con ilusiones, con el ánimo de trabajar y de hacer cosas por mí y por los demás”, dice. “El trabajo del actor tiene un gran impacto masivo, trasciende las fronteras y toca a muchas personas de una manera inimaginada, por eso quiero ser mejor como Danna para poder ayudar a otra gente. El lema que me ha acompañado toda mi vida, y que se ha hecho más claro a medida que pasan los años, es que hay mucho por hacer por los demás y que todos los seres humanos somos responsables de lo que ocurre en este planeta”.

Relacionado