La actriz regresa a la pantalla con Taken 2

La actriz regresa a la pantalla con Taken 2

En entrevista, Famke Janssen comenta sobre esta cinta y de sus proyectos cinematográficos

Ya en cartelera el filme Taken 2, de nuevo junto a Liam Neeson, y de promocionar el lanzamiento de Bringing Up Bobby, la primera película que dirige, dedica un rato a VANIDADES

Conversadora e inteligente, segura de sí misma y de sus gustos, aunque sean fuera de lo común, la actriz de origen holandés Famke Janssen lleva 25 años en los Estados Unidos, donde intenta establecer un equilibrio entre su carrera como actriz y la pasión por escribir y dirigir -uno de los motivos por los cuales pasa tanto tiempo volando entre diferentes destinos. Conversamos a raíz de su regreso de Toronto a New York, donde reside en compañía de Licorice, un boston terrier de 12 años, que la acompaña a todas partes. En Toronto terminó la filmación de un episodio de la serie de horror Hemlock Grove para Netflix, que dirigió David Fincher (The Girl with the Dragon Tattoo y The Social Network).

¿Cómo decides los proyectos en los que te involucras?

Ojalá que tuviera ese lujo... Me gustaría poder decidir, porque elegiría un personaje o una historia que me atraen o un director con quien quiero trabajar; pero a veces se trata de dinero: un actor vive de lo que gana cuando trabaja. Después de tres años dedicada a Bringing Up Bobby, necesitaba volver a trabajar y ganar dinero. Vivo en New York y es una ciudad muy cara.

Con lo que gana, Famke no sólo se mantiene, sino que puede seguir adelante con proyectos como Bringing Up Bobby -cuyo elenco incluye a Milla Jovovich, Bill Pullman y Marcia Cross-, la primera película en la cual tuvo el control casi total: escritora, productora y directora. Le dije a Famke que eso parece sacado del currículum vítae de Barbra Streisand. “Sí, pero como no tengo el poder de ella, me ha tomado cinco años”, me dijo. A pesar de los obstáculos que enfrentó, pudo lograrlo.

¿Cómo te fue al volver a trabajar con el equipo de Taken?

Trabajamos con un director diferente, pero Liam Neeson es un amor, un actor fantástico y, como persona, también lo es. Maggie Grace (quien interpreta el papel de su hija en la película) es entrañable. Los lugares donde filmamos fueron muy interesantes: Estambul, París y Los Angeles.

Junto a Liam Neeson con quien la trabajado en dos largometrajes. Aquí, en una escena de “Taken 2"

¿Habías estado en Estambul antes?

No, nunca.

¿Pudiste hacer algo de turismo?

Muy poco, casi todo fue trabajo, pero sí visitamos Hagia Sophia, que es un lugar magnífico, con una cultura muy rica y tantas cosas por conocer. La comida es espectacular; hallamos unos lugares sensacionales para comer y yo no soy nada fácil con la comida...

¿Por qué?

Bueno, porque no como carne ni productos lácteos, no me gustan el ajo ni casi ningún vegetal. Vivo a base de arroz y de frijoles. Prefiero cosas muy específicas.

¿Cocinas?

¡No!

¿Viajas con tu propia cocinera?

¡Cómo me gustaría, pero ni en New York tengo cocinera! Ahora que estoy filmando en Toronto y no tengo mis lugares preferidos, estoy perdiendo peso...

Volviendo a Taken... ¿tuviste que hacer muchos ajustes en esta película? ¿Tu personaje es mucho más importante para el desarrollo de la trama?

Siempre hay que hacer ajustes.... Menos mal, porque en la primera película Taken, el personaje de Lenore era bastante pesado, pero ahora que ha madurado, es más suave... se ha humanizado.

En cuanto a Bringing Up Bobby, ¿tuviste alguna inspiración personal?

En realidad quería contar una historia en la cual un extranjero realiza su versión del sueño americano.

¿Es autobiográfico?

No tengo nada que ver con el personaje de la película, quien procede de un ambiente pobre, roba y engaña, excepto en que ambas somos extranjeras. La historia tiene que ver con la manera en que un extranjero descubre que la vida en los Estados Unidos es muy distinta a la que conoce por el cine, mediante el cual llega una imagen mucho más violenta del país. Hasta que la realidad se instala, el personaje de Olive cree que está viviendo como una heroína al estilo de Bonnie (de Bonnie y Clyde) o de cualquier otro personaje femenino de las películas de gánsteres de los años 1930.

Se comenta que la actuación de Milla Jovovich fue muy buena. ¿Qué tal te fue al dirigirla?

Estuvo excelente. En realidad, en una película como esta lo único que le puedes ofrecer a un actor de ese nombre es un personaje que no ha hecho antes.

En los próximos meses tendrá que dividirse en tres para hacer la publicidad de las dos películas que estrena y “hasta Navidad también estaré filmando en Toronto”. Paralelamente está planificando su próximo proyecto cinematográfico: “Ya tengo escrito el guión, ahora estoy buscando el dinero para producirlo. Tiene lugar en la frontera, entre México y los Estados Unidos, con diálogos en inglés y español, y alguno que otro en francés... No quiero contar más, porque no deseo que otra persona haga esta película”.

¿Qué te inspira?

¡Tantas cosas! Entre ellas, una artista ya fallecida: Louise Bourgeois...

Era maravillosa...

¡Dios mío, y no fue lo suficientemente reconocida! Ella es mi heroína: cómo vivió y la manera como creaba. A Louise Bourgeois no le importaba el éxito, sino lo que expresaba. A eso es a lo que aspiro: a poder ser mejor artista cada día.

¿Puedes decirnos qué haces para relajarte?

Bailo, hago pilates y continúo la tradición de montar bicicleta como hacía en Amsterdam.

Desde hace años, Famke almacena el perfume KL, de Karl Lagerfeld... Le encantan el arte y la arquitectura así como el chocolate negro, el cual -al igual que a Licorice- siempre lleva con ella.

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