A sus 44 años, el actor ha logrado el aplauso unánime de la crítica por su rol en Dallas Buyers Club, por el cual está nominado a Mejor Actor
Tras unos comienzos prometedores, Matthew McConaughey se estancó en banales películas románticas. Y, cuando ya nadie lo esperaba, su talento explotó en Magic Mike, Mud o Dallas Buyers Club, con la que logró, con 44 años, su primera nominación al Oscar, mientras demuestra en la serie True Detective que no solo es guapo y sexy.
Ha tenido que perder veinte kilos y aparecer con un aspecto demacrado que le aleja de sus títulos de hombre más sexy del mundo para que el texano Matthew McConaughey haya logrado el aplauso unánime de la crítica y el reconocimiento de la Academia de Hollywood, que le ha nominado a su primer Oscar a los 44 años y con más de 20 de carrera como actor.
Pero no ha sido solo cuestión de físico. McConaughey se ha ganado a pulso la nominación tras demostrar en sus últimos trabajos el talento que se le intuía cuando despuntó en A time to kill.
ABOGADO ENFRENTADO AL KU KLUX KLAN
Era 1996 y en sus primeros años de carrera solo había participado en filmes menores The Return of the Texas Chainsaw Massacre --junto a Renné Zellweger--, pero entonces llegó su oportunidad con una película basada en un best seller de John Grisham, dirigida por Joel Schumacher y con un reparto de altura, en el que estaban Samuel L. Jackson, Kevin Spacey, Donald y Kiefer Sutherland y Sandra Bullock, con la que comenzaría una relación de dos años.
El papel de abogado enfrentado al Ku Klux Klan por defender a un hombre negro que ha matado a los dos violadores de su hija le llegó de rebote --se barajaron muchos nombres, incluido el de Brad Pitt--y supuso el primer escalón de lo que prometÌa ser una carrera de éxito fulgurante.
Recibió el premio de los críticos de Chicago al actor más prometedor y era el intérprete de moda. Trabajó en Lone Star, de John Sayles; Contact, de Robert Zemeckis y junto a Jodie Foster, Amistad, de Steven Spielberg, o The Newton Boys, de Richard Linklater y acompañado de Ethan Hawke.
Pero aunque, a priori, eran proyectos importantes, ninguno de ellos terminó de cuajar y la carrera de McConaughey se frenó en seco, siendo portada de revista m·s por incidentes que por su trabajo, como cuando en 1999 fue detenido en Austin por provocar disturbios y por posesión de cannabis.
En una escena de la serie True Detective. Foto: EFE.
ROMANCES DENTRO Y FUERA DE LA PANTALLA
El actor decidió tomar el camino más fácil, el de las comedias románticas destinadas al gran público. The Wedding Planner (2001) fue la primera, junto a Jennifer López. Y aunque ella no cayó rendida a sus encantos, sí lo hizo su siguiente compañera, Kate Hudson, con la que protagonizó How to Lose a Guy in 10 Days (2003) y con la que repetiría en Fool’s Gold (2008).
Aunque fue una relación breve y nunca confirmada, al contrario de la que mantuvo durante casi dos años con la española Penélope Cruz, con la que empezó a salir tras coincidir en Sahara (2005).
De aquella época y de su origen texano le queda al actor un españool que chapurrea con gracia y con un encanto que contribuyó a que fuera declarado en 2005 el hombre más sexy vivo, según la revista People.
McConaughey siguió con las comedias románticas que tan bien le funcionaban: Tiptoes (2003), con Kate Beckinsale; Failure to launch (2006), con Sarah Jessica Parker, o Ghosts of Girlfriends Past (2009), con Jennifer Gardner.
Pero al mismo tiempo buscaba proyectos diferentes. Lo intentó con las aventuras en Reign of fire (2002), con el thriller con Two for the money (2005) y con la compañía de Al Pacino, o con el drama deportivo We Are Marshall (2006).
Y POR FIN LLEGARON LOS BUENOS PAPELES
Esa perseverancia tuvo su premio. The Lincoln Lawyer (2011), en la que interpretaba a un abogado que tenÌa su oficina en su coche. Ese filme marcó un punto de inflexión en su carrera junto a Killer Joe, dirigida por William Friedkin y que sorprendió en el Festival de Venecia por la interpretación de McConaughey en un papel en el que nadie le hubiera imaginado. Un policía corrupto y asesino a sueldo sin escrúpulos ni moral.
2012 fue el año en el que se confirmó que, pese a todo, había aprovechado bien el tiempo y las películas más insustanciales para madurar, y mucho, como actor.
The Paperboy, junto a Nicole Kidman; Magic Mike, en la que interpretaba al dueño de un club de strippers y, sobre todo, Mud, mostraron al buen actor por encima del chico guapo y sexy. McConaughey sonó fuerte para llevarse el premio de interpretación de Cannes y aunque no lo consiguió, se colocó por fin entre el grupo de mejores intrépretes de la actualidad.
Un buen momento al que sin duda contribuyó la estabilidad lograda junto a la brasileña Camila Alves, con la que inició una relación en 2006 --se casaron en 2012-- y con la que ha tenido tres hijos, Levi, Vida y Livingstone.
Si aún quedaba alguna duda, comenzó 2014 con una brevísima pero impresionante colaboración en The Wolf of Wall Street, donde da toda una lección de cómo sorprender en apenas tres minutos.
Y con el éxito de la serie True detective, del canal HBO, por el que ha recibido todo tipo de críticas elogiosas. Sin olvidar su papel protagonista en Dallas Buyers Club, que le ha hecho conseguir un Globo de Oro y su primera nominación al Oscar.
Adelgazó 20 kilos sin dudarlo y con una dieta espartana para interpretar a un cowboy enfermo de sida en Dallas en 1985, una historia real, con la que encabeza las quinielas de favoritos para los premios de la Academia de Hollywood, aunque tendr· que derrotar nada menos que a Leonardo DiCaprio, Christian Bale, Bruce Dern y Chiwetel Ejiofor.
Gane o pierda, lo que sin duda no perderá es esa sonrisa que le caracteriza y con la que ha conquistado tanto en el cine como en la vida.
