La actriz revela qué es lo que le ayuda a mantener los pies sobre la tierra
Si hay algo que la fama no ha cambiado en la vida de la actriz Jennifer Garner es la importancia que tiene la fe cristiana para ella, por lo que todavía acude regularmente con su familia a la iglesia metodista de Charleston (West Virginia).
“Mis padres hicieron un gran trabajado educándonos a mis hermanas y a mí en un mundo donde la fe era parte de nuestras vidas. Es el centro de nuestra vida social, así como el centro espiritual”, contó en el programa de televisión ‘The Dr. Oz Show'.
La intérprete -madre de Violet (10), Seraphina (7) y Samuel (4) con su exmarido Ben Affleck- no cree que la fama cambie a las personas sino que aquellos que dejan que el éxito se les suba a la cabeza es porque desde siempre desearon ese tipo de reconocimiento.
“He vivido en Los Ángeles durante mucho tiempo y conozco a muchas personas increíbles y con los pies en la tierra. Creo que a las pocas personas que les atrae la idea de la fama o lo que sea es porque eran así desde niños, estoy segura. No creo que la gente cambie mucho. Eres quien eres”, explicó.
Sin embargo, hay un aspecto de la vida de Los Ángeles que no agrada a Jennifer: la presencia de paparazzi, a quienes su hijo encuentra profundamente desagradables.
"[Samuel] les odia. Cada vez que ve las cámaras, algo que pasa cada día, me dice: ‘No me gusta eso. Hay dos cosas que no me gustan, mamá. No me gustan las cámaras, no me gustan los hombres con cámaras y no me gusta que se rían de mí. No me gusta sentir como si te estuvieras riendo de mí'. Y le dije: ‘Puedo controlar no reírme de ti’, aunque él es muy gracioso, ‘pero tenemos que hablar sobre el hecho de que ellos no pueden hacerte daño’”.
