Sandra Bullock, de vuelta a la pantalla

Sandra Bullock

Después de una temporada dedicada solo a su hijo, la actriz nos cuenta sobre su regreso al cine

Pocas personas en Hollywood han pasado por tantos cambios en los últimos dos años, como Sandra Bullock. Primero tuvo una gran alegría: ganó el Oscar en el 2010 como Mejor Actriz por la película The Blind Side. Después enfrentó públicamente la infidelidad de su esposo Jesse James, que provocó su divorcio, y adoptó a su hijo Louis (cuando ya estaba sola). Para adaptarse a su nueva vida, la actriz se alejó del cine, pero ahora ha regresado con la película Extremely Loud and Incredibly Close, junto a Tom Hanks, sobre el ataque terrorista de las Torres Gemelas, en New York.

Extremely Loud and Incredibly Close es la primera película que estrena desde que ganó el Oscar. Recuerdo que usted dijo, en una ocasión después de haber adoptado a su bebé, que no estaba preparada para volver a trabajar. ¿Llegó a pensar en dejar la actuación para dedicarse por completo a Louis?

Simplemente, me sentía feliz con el hecho de ser mamá. Eso cambió mi vida y se convirtió en mi prioridad. Estaba bien así y sigo estándolo... Cualquiera que fuera la oportunidad que se me presentase tenía que ser fabulosa para mi hijo y para mí. De lo contrario, no la aceptaría. Quería compartir los buenos momentos con Louis. Pero el director Stephen Daldry me planteó la película de la mejor manera posible. Fue imposible rechazarla.

Al finalizar la primera década de este siglo, Sandra Bullock había llegado a la cima de Hollywood. Además de ganar el Oscar, obtuvo el Golden Globe como Mejor Actriz por la misma película The Blind Side, y fue nominada también para el Golden Globe por la comedia romántica The Proposal. Las dos cintas recaudaron más de 600 millones de dólares. La actriz, con el gran sentido del humor que la caracteriza, el día antes de los Oscars asistió a recibir el premio Razzie como Peor Actriz por la película All About Steve. “Algo me dice que no vieron la película”, dijo al recibir el galardón. “Si la ven y creen que no fue la peor actuación, prometo volver el año próximo para devolverles el Razzie”. Al día siguiente, al ganar la estatuilla dorada, Sandra bromeó: "¿Realmente gané el Oscar o votaron a mi favor por cansancio?”.

En la sala del Kodak Theatre, las cámaras mostraban la sonrisa orgullosa de su esposo Jesse James. Nadie podía imaginar que semejante momento de gloria podía nublarse tan rápido, cuando la modelo Michelle McGee declaró públicamente que había tenido relaciones con Jesse, justamente cuando Sandra estaba filmando la película The Blind Side.

La separación fue inmediata. Con la única compañía del Oscar, Sandra encontró la manera de recuperar la felicidad en su vida privada: en abril de 2010 adoptó al bebé Louis Bardot, en New Orleans, apenas dos meses antes de que el divorcio de Jesse fuera oficial.

Durante un tiempo, se habló de un posible romance entre ella y el actor Ryan Reynolds, quien también se había divorciado de Scarlett Johansson. Las fotos los mostraron juntos en lugares tan distantes como Wyoming y Texas, pero Sandra desmintió los rumores: “Ryan no es mi amante, es solo un excelente amigo que tengo desde hace 10 años”, dijo. Según ella, por ahora solo ama a su hijo y a New York, la ciudad donde, precisamente, transcurre la película Extremely Loud and Incredibly Close.

¿Cuáles son los primeros recuerdos que tiene de New York?

Mi padre daba clases y mi madre cantaba ópera. Nos pasábamos la vida viajando en tren de Washington a New York. El primer recuerdo que tengo es cuando mi mamá me llevó a ver All That Jazz, en Broadway.

¿Esa experiencia tuvo algo que ver con la decisión de convertirse en actriz?

En aquel momento yo quería ser bailarina, pero no pude serlo, pues soy muy alta. Sin embargo, All That Jazz fue más que una influencia para mí. Me apasionó ver esa obra, porque las únicas interpretaciones en vivo que había visto antes eran óperas... Otro recuerdo que tengo es que en New York vivíamos en un apartamento pequeñísimo. Dormía en el piso o en el sofá, y nunca me sentí fuera de lugar en la ciudad.

¿Estaba en el hotel Tribeca Grand, de New York, cuando sucedió el ataque terrorista de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001?

Estaba en el Tribeca Grand. No quiero darle publicidad al lugar, pero tenía una vista completa de las dos torres.

¿Es cierto que fue la primera artista que estrenó una película en New York después de ese ataque terrorista?

Sí, estrenamos Two Weeks Notice, en la que actué junto a Hugh Grant. Me alegro que lo hayamos hecho.

¿Es por eso que no pudo rechazar una película como Extremely Loud and Incredibly Close, que trata sobre el tema del ataque terrorista en New York y cómo afectó a las familias?

No podía rechazar la película porque desde que vi The Reader, en el 2008, quise trabajar con Stephen Daldry. No deseaba hacerlo en ese momento, pero cuando Stephen vino a mi casa y hablamos sobre mi personaje, me gustó que mostraran el punto de vista del hijo y su dolor ante la muerte de su padre. Me hizo pensar que no siempre apreciamos a nuestros padres como realmente deberíamos.

Sandra Bullock en el cine

Al ser la primera película que Sandra Bullock filmó desde que ganó el Oscar, es curioso notar que en Extremely Loud and Incredibly Close el personaje principal sea alguien llamado Oskar (Thomas Horn). El jovencito de apenas 11 años encuentra una llave entre las pertenencias de su padre Thomas Schell (Tom Hanks), quien falleció en el ataque terrorista de las Torres Gemelas, de New York. Un año después de su muerte, Oskar trata de mantener la conexión con su padre al encontrarse con otros sobrevivientes que viven un estilo de luto diferente. A pesar de su propio dolor, la madre Linda Schell (Sandra Bullock) lucha por recuperar la relación con su hijo y trata de ocupar el lugar que dejó vacío su padre. “Me costó mucho aceptar la idea de que el público va a ver mi personaje desde el punto de vista de Oskar”, cuenta la actriz, “porque este no es muy favorable. A veces no era una buena madre. Oskar ve mi dolor, que es bastante imperfecto, pero muy real, y no sabe que también estoy muy preocupada por él”.

Para mejorar su personaje, Sandra se tomó el trabajo de escuchar las grabaciones de varias llamadas telefónicas y diferentes mensajes que dejaron a sus familiares en contestadoras automáticas muchas personas que murieron en el ataque terrorista. “Eso fue muy difícil para mí. Me sorprendió la manera como la gente que iba a morir trataba de darles consuelo a los familiares que dejaban atrás. Pude entender que el dolor de escuchar algo así jamás va a desaparecer”, dijo la actriz.

¿El rodaje de esta película trajo malos recuerdos del 11 de septiembre o la ayudó a lidiar con el dolor?

La forma como se cuenta la historia desde el punto de vista de Oskar me hizo revivir el dolor de aquel entonces. Como adultos, a veces no permitimos que la gente viva su tiempo de luto y creo que eso es importante. Deberíamos hablar sobre temas así. En la película, el jovencito tiene una escena maravillosa donde habla y habla de lo que sucedió, y un hombre mayor (Max von Sydow) lo escucha. Nunca podremos cerrar el tema
de ese ataque terrorista. Yo estuve ahí. Lo vi. Vi el segundo avión. Vi a la gente ayudando a otras personas. Eso, para mí, resuena en New York. En unos segundos vi como toda la ciudad se reunía para ayudar en una forma que ni siquiera hubiera pensado el día anterior. Por eso tengo tantos recuerdos, tantas emociones... Algunos todavía ni los registro, porque la mente no me lo permite. Solo espero que nunca me abandonen los sentimientos de todo lo que viví, porque pude darme cuenta de muchas cosas que nunca antes había imaginado. Será por eso que no quiero cerrar el tema. Mientras la gente hable y viva su luto, vale la pena. Esta película permite hablar sobre los eventos dolorosos que sucedieron en ese momento en nuestras vidas.

Aunque sea la historia de un hombre y un niño, el rol de la mujer es importante para que todos puedan mostrar sus verdaderas emociones.

Es un punto bastante hermoso permitir que los hombres de diferentes generaciones tengan su tiempo de duelo. A veces esto no ocurre en la vida real ni en el cine. Hasta los animales viven su dolor, pero nosotros podemos expresarlo con palabras. Creo que es un don, lástima que no sea aprovechado siempre, especialmente por los hombres. Es injusto. Las mujeres podemos caer en la tristeza sin problemas. Por eso me gusta muchísimo cuando la película muestra el dolor de generaciones diferentes y cómo las personas se sanan hablando y escuchando.

Ahora que también es madre en la vida real, ¿cómo fue tener un hijo como Thomas Horn en el cine?

Es un sentimiento que reflejo por completo. Siempre me siento muy maternal con cualquier niño que trabaje conmigo. Antes interpreté a otras madres, pero siempre tuvieron una historia más ligera. Nunca enfrenté un conflicto parecido, con tanta profundidad. Como actriz, fue muy fácil amar a Thomas, sobre todo cuando expresaba la frustración que sentía ante los acontecimientos. Esto me ayudó en mi trabajo y me encantó construir con él la relación de nuestros personajes. Dicen que no hay que trabajar con perros ni con niños, y yo siempre termino actuando con ellos. Los amo. Me encantó la experiencia de esa película, pues me convirtió en una mejor actriz.

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