La talentosa Julianne Moore

La talentosa Julianne Moore

Esta actriz, modelo, escritora y mujer de familia platicó de su participación en la cinta Carrie y de cómo es su fascinante vida en la actualidad

En sus 20 años como actriz, Julianne Moore ha interpretado todo tipo de personajes que le han valido el reconocimiento de la crítica y del público; pero no había hecho nada como el de Margaret White, una fanática religiosa que vive en el aislamiento y que descubre que su hija, una adolescente atormentada por las ideas extremas de su madre y el rechazo de la sociedad, ha desarrollado telequinesis (mover objetos por medio de la fueza mental). Se trata, nada menos, que de Carrie, el escalofriante clásico de terror escrito por Stephen King, que llegó a la pantalla grande por primera vez en 1976.

Ahora, Julianne cuenta como ella, junto con Chloë Grace Moretz, tienen la oportunidad de darle su toque a esta nueva versión. Pero Carrie no es lo único que ocupa la mente de la actriz.

¿Cómo era tu vida cuando tenías la edad de Carrie?

Definitivamente mejor que la de ella (risas). Creo que la maestría de Stephen King está en que captura la esencia de lo que es ser una adolescente, lo difícil que es moverse y ser aceptada a esa edad. Carrie está en la transición de ser una niña a pasar a la edad adulta, cuando empieza a tomar decisiones por ella misma, pero es muy vulnerable a lo que le dicen los demás, a lo que es popular y lo que no es. Carrie captura muy bien ese momento. Es muy conmovedora la historia de esa chica, lo que le sucede al ponerla en un pueblo normal después de haber vivido recluida en su casa, y las consecuencias que eso trae. La repercusión principal es el aislamiento social.

El problema de hacer un remake que fue famoso es que empiezan las comparaciones. ¿Te sientes presionada por eso?

En realidad, no creo que alguien hubiera interpretado mejor los papeles de Carrie y su mamá que Sissy Spacek (la Carrie de 1976) y Piper Laurie. La primera versión de Carrie es una película iconoclasta, pero Kim Peirce (Boys Don’t Cry) fue una gran elección como directora para la cinta del 2013. Es una gran cineasta y está muy interesada en las relaciones en la pantalla, sobre todo en las de madre e hija.

Julianne Moore y Chloë Grace Moretz em Carrie (2013)

¿Te basaste en la primera versión de Carrie para construir tu personaje?

En realidad, tuvimos la oportunidad de trabajar con otras fuentes muy buenas, como el mismo libro de Carrie, pero sobre tod con el libro Mientras escribo, de Stephen King, que es un texto excelente. Ahí narra la historia de las dos chicas en las que se basó para hacer el personaje de Carrie. Cuando tienes esa clase de materiales, es más fácil llevar a cabo el proyecto. Así que, si me preguntas si siento que estoy haciendo un remake, te diría que no.

El problema del bullying ha tomado nuevas dimensiones con las redes sociales. ¿Cómo era cuando ibas a la escuela?

Los ataques entre adolescentes siempre han existido. Antes eran “chismógrafos": te pasaban un cuaderno con el nombre de alguien y todos, anónimamente, escribían sus comentarios sobre esa persona. Eso no era permitido en la escuela, así que si descubrían a alguien, lo reprimían; ahora pasa lo mismo en Internet, pero con adultos. Ha resultado ser algo cultural, pues hasta en los sitios de chismes de celebridades la gente, y una buena parte son adultos, escriben sus comentarios anónimamente, y eso no está bien. Creo que puedes decir lo que quieras siempre y cuando lo hagas con tu nombre; eso cambiaría mucho las cosas.

¿Qué fue lo que te atrajo de tu personaje?

Que es muy intenso y me interesó mucho la relación que tiene con Carrie, porque es una historia completa muy trágica. A veces, después de un papel así, busco hacer algo más relajado. Justamente estoy filmando una comedia de la que no puedo hablar y vienen otras cosas dramáticas. Simplemente le vas dando espacio a las cosas que te interesan trabajar.

El papel de Margaret, la madre de Carrie, exigía una transformación casi total. ¿Cómo la lograste?

Hay algo muy gracioso con eso: a veces te metes tanto en un personaje, ves cómo se peina, cómo se mueve, cómo habla, y te transformas en él; pero cuando lo miras en la pantalla, te das cuenta de que sigues siendo tú. Esa experiencia la tengo siempre. Es un poco frustrante, porque lograste esa transformación en tu mente, pero siempre estarás limitada por tu propia fisionomía. Creo que todo actor tiene la misma sensación.

LA OTRA JULIANNE

Todos conocemos a Julianne, la actriz, pero hay otros aspectos de su vida muy interesantes, como un matrimonio sólido con el director de cine Bart Freundlich (nueve años menor que ella), con quien tiene dos hijos: Caleb (16) y Liv (11). Sin embargo, ella no está dedicada únicamente a ser actriz y a su familia. Julianne tiene otras cosas de las cuales puede sentirse orgullosa.

Sabemos que, además de ser actriz, escribes libros...

Así es, ¡me encanta trabajar! La literatura que hago es para niños, pero me dedico a las cosas que me agradan: hago películas, modelo (risas), ¡hasta eso me gusta! Cuando tienes familia, lo peor que puedes hacer es dejarla a un lado. Mi vida familiar me llena, es muy sólida... Chéjov decía que lo que necesitas en la vida es trabajo y amor, y yo tengo los dos.

¿Te gustaría que esos libros llegaran algún día al cine?

No sé si me gustaría hacer películas de mis libros para niños; preferiría una teleserie, pues me permitiría explorar otro aspecto del negocio.

¿Qué tanto te llena el trabajo de modelo? Muchas personas lo consideran algo muy superficial.

¿A quién no le gusta modelar y ponerse ropa elegante? Hasta mi hija, que tiene 11 años, posee un gran sentido del color y del estilo. No creo que haya una mujer que no disfrute eso; todas lo hacemos, es divertido y expresivo. El acceso que tengo en ese mundo es increíble; pues me permiten vestir piezas de ropa bellísimas. Eso sí, siempre hay algo de presión cuando te quieres ver bien, especialmente cuando en Internet te dicen que te ves como gorda o que debiste usar brassiere en tal evento. Creo que debes vestir lo que te guste y disfrutarlo. Trato de ser agradecida por todo lo que he podido usar.

Tienes ya más de 20 años de trayectoria artística. ¿Cómo ha cambiado el trabajo de la actuación en ese tiempo?

Al principio es solamente un trabajo; haces de todo sin importar lo que te den. Eso les recomiendo mucho a los actores jóvenes, porque cuando empiezan, no van a tener el lujo de escoger, por lo menos hasta que sepan qué les gusta y qué no. Cuando maduras, descubres diferentes cosas que te interesan, como trabajar con cierto director o variar de género si estás cansada de hacer películas dramáticas.

En tu trayectoria has hecho de todo. ¿Hay algún tipo de películas que evitas?

Si siento que el guion es algo explotador, no lo acepto. En lo personal no estoy muy interesada en la acción, ni siquiera la veo, pues me parece aburrida; pero algo que busque explotar cosas de la manera más simple, no me gusta.

Por lo visto eres una mujer muy segura de ti. ¿Qué tanto te ayuda eso a la hora de actuar?

Hay una diferencia entre actuar y representar un papel. Unas personas tienen facilidad para hacer representaciones y otras, actúan. No creo que es necesario ser buena o tener seguridad para actuar; a veces las cosas no son lo que parecen.

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