El encanto de un desayuno

Comienza el día con tu familia ofreciéndoles un desayuno sencillo y delicioso

Ofrecer un desayuno a familiares o amigos es una magnífica idea para comenzar el día con armonía. Debes prepararlo de forma sencilla, pero bonita: una vajilla blanca, flores silvestres, un mantel y unas servilletas de tela, de colores alegres.

¿La comida? Estilo continental. Café con leche o té, jugos, huevos duros o estilo poché, una cesta de frutas frescas y otra con croissants, muffins, bagels y otros tipos de panecillos recién sacados del horno. Acompáñalos con una variedad de mermeladas y mantequilla. Las mermeladas, servidas en pequeños recipientes de cristal pueden ser de fresa, durazno (melocotón), frambuesa o uva. ¡Un desayuno así no cuesta mucho, pero es exquisito y parte de la buena vida! ¿Otro tip para el menú? Sirve los huevos poché estilo benedictino, con salsa holandesa.

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