Te explicamos de dónde proviene esta rara sal
Poco a poco, la sal negra está adquiriendo más popularidad en el ámbito culinario. Con un peculiar color negro y una textura rugosa, este tipo de condimento parece extraído del carbón, pero no es así.
Este sazonador tuvo su origen en las cocinas asiáticas, para ser más precisas, de países como India y Pakistán.
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La sal negra tiene gran popularidad en ese lado del mundo gracias a su sabor pues, aquellos que la han probado, afirman que tiene un toque sulfuroso debido a los compuestos que contiene.
El mencionado condimento es utilizado por los indios para preparar chutneys (una mezcla típica de dulces y picantes), yogures, ensaladas y encurtidos. Además, es un sazonador muy apreciado por los veganos de dichos países, ya que asemeja el sabor del huevo cocido en algunos platillos.
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La sal negra no es igual a la sal que consumimos cotidianamente; ésta tiene un sabor menos intenso. Su color se debe a que está compuesta por varios minerales como: hierro, cloruro de sodio y pequeñas partículas de sulfuros.
La medicina ayurvédica, un antiguo sistema de medicina tradicional originado en la India, también usa la sal negra en algunos remedios naturales. Por ejemplo, es utilizada para tratar diversas dolencias como problemas del sistema digestivo -estreñimiento, indigestión, acidez, flatulencias o hinchazón abdominal-, la mala visión, la histeria y la gota.
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También es recomendada para personas que padecen hipertensión o diabetes que deben consumir bajos niveles de cloruro de sodio.
Los beneficios de esta sal provienen de la gran cantidad de minerales que contiene. Es muy importante tomar en cuenta que sus componentes varían de acuerdo al proceso y lugar donde fue manufacturada.
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