¿Productivamente enferma?

¿Productivamente enferma?

Si trabajas más tiempo del establecido y sin descanso no significa que seas productiva; en realidad quizá eres adicta al trabajo y no te has dado cuenta

En Latinoamérica existe la cultura de que quien labora debe esforzarse el doble para ser productivo y, por ende, exitoso. De hecho, son muchas las empresas y organizaciones que premian a la persona que trabaja más de la cuenta y consideran que dicha actitud es positiva e, incluso, respetable y digna de imitar porque piensan que la productividad de una persona adicta al trabajo es alta. Pero la realidad es otra, ya que “la productividad es la capacidad de producir, y da lo mismo si se logra trabajando una hora, cinco o 10; por lo que no necesariamente una persona adicta al trabajo es productiva”, afirma el licenciado Fernando Rosales Collignon, fundador del Sistema Eficaz de la Actitud (SEA).

¿Cómo afecta?

La adicción al empleo es equiparable a la de “al tabaco, a las drogas o al alcohol; porque aunque no tiene quizá consecuencias tan fuertes en el organismo de la persona, sí afecta fuertemente sus relaciones con los demás, ya sean hijos, pareja o amigos”, comenta Rosales Collignon. Y es que generalmente quienes la padecen no tienen la capacidad de cortar con el trabajo, muchas veces cargan con él y lo llevan a casa. Por ejemplo, hay mujeres y hombres que cuando están con sus hijos o pareja, al mismo tiempo resuelven asuntos laborales a través de sus teléfonos inteligentes, por lo que aunque físicamente están con ellos, su mente y su atención no. Por eso, este vicio llega a afectar su vida y convivencia familiar, e incluso puede provocar un divorcio.

También, “el trabajador puede sufrir consecuencias negativas al presentar problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, gástricas, hipertensión, dolor y contracturas musculares, así como estrés y ansiedad. Incluso hay quienes consumen sustancias tóxicas para aumentar su rendimiento laboral y superar la fatiga y la necesidad de dormir”, señala el psicoterapeuta Fernando Mansilla Izquierdo. Además, en el trabajo puede tener conflictos interpersonales, sobre todo con los compañeros y subordinados, ?ya que generalmente nadie cumple con sus expectativas laborales, lo cual lo lleva al aislamiento social; y este aislamiento lo conduce a trabajar más horas?, abunda Mansilla.

¿Sabías que??

Muchas veces el empleo, más que una actividad laboral, es el refugio de muchas personas con problemas económicos y personales que desafortunadamente no pudieron alinear su desarrollo profesional con sus valores y anhelos personales. Esto, a largo plazo, también repercute en la productividad de una empresa.

La diferencia

Una persona productiva se enfoca en el proceso y resultado, y no en el tiempo dedicado a lograrlo; además, piensa en producir más y no en trabajar más. Esto implica un cambio de mentalidad, ya que la productividad es el resultado de una buena actitud hacia la vida, la cual es una característica de alguien maduro y responsable que se enfoca en avanzar y crecer. Además, sabe equilibrar cada área de su vida, le dedica tiempo y atención adecuada a su trabajo, pero también a su familia, así como a su vida personal y social.

Señales de alerta

De acuerdo con los especialistas, hay síntomas y características que nos pueden ayudar a detectar si somos o no adictas a nuestro empleo, por ejemplo:

1. Desequilibrio en otras áreas de tu vida, por ejemplo, si no comes adecuadamente y a tus horas; si no duermes lo suficiente, si no tienes vida social, si has descuidado la atención y convivencia con tus hijos o con pareja, etc.

2. Tendencia compulsiva hacia el trabajo duro y dificultad para relajarte después de tu jornada.

3. Necesidad de tener el control. Sientes incomodidad cuando el trabajo se retrasa o cuando las cosas no se realizan a tu manera y escapan a tu control.

4. Incapacidad para delegar tareas entre los subordinados y trabajar en equipo.

5. Comunicación y relación interpersonal deficiente. Es más importante lo que hace que relacionarse con los demás.

6. Autovaloración centrada en el trabajo; es decir, das mayor valor a los resultados que al proceso mediante el cual se han conseguido los mismos.

Razones de peso

De acuerdo con el psicólogo, una persona se convierte en adicta al trabajo principalmente por:

  • Presiones económicas familiares.
  • El temor a perder el trabajo.
  • La gran competitividad que existe en el mercado laboral, en donde es más valorado el que lo deja todo por el trabajo, que el que cumple sólo con su horario.
  • Una fuerte necesidad de conseguir el éxito y el puesto deseados.
  • La incapacidad de decir que no al jefe acerca de labores que pueden bien posponerse para el día siguiente.
  • Temor a jefes prepotentes, exigentes, sin liderazgo y que amenazan constantemente con correr a sus empleados.
  • Falta de organización que lleva a la acumulación del trabajo.
  • Un ambiente familiar conflictivo que hace que no desee llegar a casa.
  • La ambición excesiva por el poder, el dinero y el prestigio.
  • La incapacidad para establecer prioridades en el día a día.
  • La falta de afectividad familiar e interpersonal, la cual se suple con el trabajo.

De acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Brasil es el país que cumple con la jornada laboral más larga, una media de 39,5 horas a la semana; seguido de México con 43 y Chile, que alcanza las 42,5 horas en el trabajo.

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