No eres el único que siente el antojo cuando critican un postre
Imagina este escenario. Comienzas un nuevo estilo de vida y decides que uno de tus propósitos principales para esta temporada es hacer dieta y evitar los alimentos y productos que están compuestos de azúcar procesada o grasas innecesarias para tu cuerpo.
En el momento en que te reúnes con algunas personas a criticar lo que no debes comer, ya sean familia o amigos, o sencillamente te tomas el tiempo de ponerte a leer acerca de las consecuencias que trae el consumo de estos dulces, productos con harina y químicos y demás, en lugar de rechazar (en tu mente) el alimento, sientes un antojo sin control.
¿Por qué sucede esto? De acuerdo a tres nuevos estudios realizados por la Universidad de Arizona, cuando las personas que “están en dieta” reciben mensajes negativos acerca de las comidas y azúcares procesados, éstos sienten un mayor impulso hacia consumir estos productos.
Según Nguyen Pham, uno de los investigadores del más reciente análisis, el cerebro actúa de tal forma que entiende que su libertad en las opciones y elecciones de comida está amenazada y comienza a defender su posición.
Las personas en dieta no reciben un mensaje de doble sentido sino una amenaza a su libre albedrío. Para que esto no suceda, los expertos sugieren presentar el alimento como un balance entre mensajes negativos y positivos. Por ejemplo, “el postre sabe bien, pero no es lo más conveniente para tu salud o silueta.”
