Isabel II, reina de los broches

Isabel II

Son el sello distintivo de Isabel II y, ya sean heredados o diseñados especialmente para ella, su colección es bastante extensa y ecléctica

CULLINAN VI Y VIII: La parte superior de este broche incluye el Cullinan VIII, un diamante con corte esmeralda de 6,8 quilates, que la reina María mandó a montar en un broche de platino similar al Cullinan V.
El broche Jardine Star es uno de los más usados por la reina en los últimos años.
Clips de aguamarinas. Este conjunto de broches art déco fue un regalo que Isabel recibió de sus padres cuando cumplió 18 años.
Los Cullinan son broches creados con varias de las nueve piezas en las que se dividió el gran diamante Cullinan, el mayor encontrado en el mundo.
La reina los adora y los usa tanto en ocasiones menos formales, como en celebraciones oficiales.
Hechos con aguamarinas y diamantes, los broches fueron creados por Boucheron con ese estilo de clip muy popular en los 1940.
Fue la reina Victoria quien le pidió a la casa Garrard que hiciera los broches en 1858 y, desde entonces, han ido pasando de reina en reina.
A Isabel le encanta y lo ha usado en eventos importantes, incluyendo el bautizo del príncipe William, en 1982.
CULLINAN III Y IV: Afectuosamente llamado los cristalitos de la abuela , este broche originalmente perteneció a la reina María y contiene el Cullinan III, un diamante de 94,4 quilates en forma de pera, que cuelga del Cullinan IV, de 63,6 quilates, cortado en forma cuadrada.
El nudo del amante originalmente perteneció a la reina María, quien lo adquirió de la casa Garrard a inicios de 1930. Los diamantes están engarzados en una base de oro y plata que forma un tipo de lazo que no se deshace, conocido como el nudo del amante o el nudo del amor verdadero .
El lazo de Victoria se trata de un conjunto de tres lazos que contienen más de 506 diamantes.
La reina lo ha seguido llevándolo desde entonces con sus más coloridos abrigos.
Fue un regalo que recibió de lady Jardine en 1981 y consiste en una estrella de ocho puntas, separadas por ocho diamantes, que parten de una gema central.
CULLINAN V: La reina María mandó a montar este diamante, que pesa 18,8 quilates, sobre una fina red de platino que imita una inusual y espectacular forma de corazón.
Cargado de diamantes, zafiros y rubíes, Cesta de flores fue el regalo que le dieron sus padres al nacer el príncipe Carlos.
Con tiaras y collares que han ganado reputación internacional, no hay duda de que la reina Isabel II de Inglaterra tiene una colección de joyas impresionante. Este es el Broche Williamson. Tiene un diamante rosado, de 23,6 quilates, descubierto en una mina de Tanzania.
El geólogo canadiense John Williamson le regaló el diamante a la entonces princesa Isabel en 1947, en ocasión de su boda, y Cartier diseñó el broche en forma de flor.
Príncipe Alberto. Con un gran zafiro rodeado de 12 diamantes, este fue el broche que el príncipe Alberto le regaló a la reina Victoria el día antes de su matrimonio.

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