El sello exquisito de Narciso Rodríguez

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A través de una conversación íntima con Vanidades, pudimos entrar en el exquisito mundo del diseñador

El diseñador Narciso Rodríguez está en su mejor momento creativo. “En plena forma”, como dijo con entusiasmo una respetada periodista de moda estadounidense al comentar sus dos últimas y superexitosas colecciones. Su ropa, con un sello de perfección exquisito, muestra que tiene el control absoluto de su estilo y de su métier, tal como trabajaban en París, Milán o New York los creadores más rigurosos y originales de siempre. Los que hacen moda para embellecer a las mujeres y realzar su charme.

Salma Hayek, Charlize Theron, Juliana Margulies, Sarah Jessica Parker, Lucy Liu, Claire Danes, Carolina Kurkova, Carmen Kass, la primera dama estadounidense Michelle Obama... todas llevan su ropa y adoran el estilo sensual y, a la vez, elegante, de Narciso Rodríguez. Y es que el diseñador cubanoamericano entró en el ranking de los grandes de la moda cuando hizo el famoso vestido de novia a su buena amiga, la desaparecida Carolyn Bessette Kennedy, para su boda con John F. Kennedy Jr. A partir de ese momento, comenzó una imparable carrera meteórica: diseñó para Cerruti en 1995, fue director artístico de Loewe de 1997 a 2001 y después estableció su propia línea bajo su nombre: Narciso Rodríguez.

Su historia comenzó en 1961, en un pequeño pueblo de Kearney, New Jersey, donde este hijo de cubanos exiliados nació. Años más tarde, fue a estudiar diseño en Parsons School of Design y logró trabajar en 1985 con Donna Karan, y de 1991 a 1994, con Calvin Klein. Narciso no se quedó satisfecho con lo que había logrado en New York, París, Milán y Madrid, sino que siguió subiendo, paso a paso, y cosechando triunfos: obtuvo el prestigioso Council of Fashion Designers of America (CFDA) como el Mejor Diseñador de Ropa Femenina de 2002 y de 2003, es decir, en dos años consecutivos, lo que nunca antes había sucedido en la historia de ese consejo de diseñadores.

Recientemente me senté a conversar con mi amigo Narciso (a quien entrevisté para VANIDADES al comienzo de su carrera) con motivo del lanzamiento de su nuevo y delicioso perfume Narciso Rodriguez L’Eau for Her (que viene en una preciosa botella de cristal rosado) y me encantó comprobar que su nombre ha llegado muy lejos. Me gusta conversar con él porque el suyo es un talento genuino, sin “poses”. Tiene el conocimiento de quien ha estudiado muy en serio la moda y sabe cortar, tal como lo hace un buen sastre, y dibujar un diseño con todos los detalles, de principio a fin.

Te encuentras en el tope de una carrera muy exitosa. ¿Qué te queda por hacer?

¡Muchísimo! Me gusta ver crecer cada día más mi línea y hacer todo lo que me ilusiona y me inspira. Mis perfumes, mis zapatos y mis bolsos, y mi ropa tejida, igual que todas mis colecciones... La que hago a precios más accesibles para la tienda Kohl’s... Los proyectos de diseños para ballets, para filmes... ¡Mi compañía es una gran satisfacción para mí!

Me cuentan que una artista brasileña del pasado, con un estilo “constructivista” impactante, inspiró mucho tu colección de otoño 2013.

Sí, estaba en São Paulo, en la Bienal de Arte, y me impresiónó mucho el trabajo de la artista brasileña Lygia Clark. La idea de los trozos de colores y de texturas me encantó...

Siempre me parece curioso e interesante saber cómo los diseñadores se inspiran... ¡Tienen que producir tantas colecciones al año! Para mí, hay muchas fuentes de inspiración, como sentarme en un café o caminar por New York y ver pasar a la gente más fascinante del mundo. Soy un gran observador de la vida. Me inspiro en fotos, en películas, en el baile, en la música... Vivo en New York, mi ciudad favorita, donde estoy rodeado de personas y cosas que me motivan... Y me fijo no solo en lo que llevan puesto, sino en las actitudes... Cómo caminan, cómo corren para tomar un taxi, cómo se les mueve el pelo, la ropa... ¡todo! Me fijo tanto en los jóvenes como en los viejos; en las mujeres, los hombres, los niños... No busco tendencias de moda, sino imágenes para crear una moda.

¿Imágenes?

Sí... Cuando era más joven, lo veía todo como cosas que eran o no eran trendy, o sea, buscaba lo que se iba a usar o no en la moda; hoy lo veo de una manera diferente. Ahora me inspira más “la vida” en la calle, pues crea una imagen más real, y no es solo “una moda” que va y viene.

¿Cómo ves tu trabajo en el mundo de la moda?

Lo veo como una “misión” en la que diseño para dar placer a las mujeres. Es mi gran pasión y me encanta que una mujer se sienta sexy y, al mismo tiempo, elegante y muy especial cuando lleva mi ropa. Mis diseños son muy arquitectónicos en el concepto, ya que la arquitectura es otra de mis pasiones; hubiera sido arquitecto si no fuera diseñador, pero a la vez son diseños prácticos, porque no hago mi ropa solamente para la pasarela, no creo extravagancias, ni en nuestros desfiles se presentan modelos imposibles de llevar... Ese no soy yo. Diseño ropa para la mujer que busca sentirse bien y realzar su belleza.

La palabra “estilo” se dice y se repite y se repite... ¿Hay alguna forma nueva de definirla?

El “estilo” de hoy es el estilo personal de cada uno. El estilo que defina y que prefiera cada persona. Es intuición y comodidad, y debe ser algo que se lleve con mucha naturalidad. El estilo debe ser coherente con tu forma de vida, práctico y nunca “afectado”.

Recuerdo cuando hace unos años los diseñadores eran una especie de “dictadores” y cada seis meses cambiaban todo... ¡y las mujeres corríamos a obedecerlos!

Eso ya no existe. Es absurdo siquiera pensar que un diseñador puede “dictar” algo... Nosotros proponemos y nuestras sugerencias reflejan nuestros gustos, lo que intuimos que puede embellecer aún más y crear algo elegante. Hablar si se usa la falda larga o corta es algo que ya pasó a la historia.

FOTOGALERÍA: NARCISO RODRÍGUEZ

Un estilo muy personal es el de hoy.

¡Definitivamente! Y ello permite muchas cosas. Incluyendo experimentar, pero siempre que tu propio estilo sea el que lo determine todo. Las mujeres deben conocerse ahora mejor que nunca y no equivocar su propio estilo, su personalidad al vestir, tratando de “ir a la moda”. Hay que seguir la intuición. Si algo les dice que vestidas de negro se van a sentir mejor que de rojo, probablemente sea cierto y también van a lucir mejor.

¿Y tus perfumes?

Son parte de mí, tal como lo son mis vestidos y los zapatos que “esculpo”. Y completan la visión de mi creatividad, ya que crean un “aura” muy especial en esa mujer que lleva mis diseños.

¿Recuerdas cuál fue la primera pieza de ropa que creaste?

Tenía 14 años y quería hacerme un chaleco negro. Tomé una pieza de fieltro negro y le hice unos huecos. Mi pobre madre, cuando me vio, se sorprendió mucho y me dijo: “Pero, niño, ¿qué estás haciendo?” (risas). Años más tarde, mis padres finalmente comprendieron que no sería arquitecto, sino diseñador, y aceptaron que esa iba a ser mi carrera. Para ese entonces había descubierto los maravillosos dibujos de moda del gran Antonio López y no podía hacer otra cosa.

Ahora tu familia estará muy orgullosa de ti...

Sí, lo está, y eso me alegra, porque mi familia, como buen latino que soy, es muy importante para mí. Vengo de una familia que siempre usaba sus manos para trabajar. Mis abuelas y mi madre cosían y bordaban; mis tíos, mi abuelo y mi tía cortaban pelo... ¡Así que comprenden que yo también trabaje con mis manos!

¿Qué más has heredado de tu ascendencia latina?

El valor de la persistencia, el tesón y la fuerza de mis padres. Los admiro mucho y aprendí de ellos ese ejemplo, porque tuvieron un gran coraje cuando dejaron atrás el calor de Cuba y vinieron a New Jersey, una tierra fría que no conocían. Y todo lo hicieron para que sus hijos tuvieran una vida mejor. Si algo siempre he sido es precisamente eso: persistente y tenaz.

¿Cómo te consideras: un diseñador latino o estadounidense?

(Sonríe) Para los estadounidenses soy muy latino y mis diseños son muy sensuales, y para muchos latinos estoy demasiado americanizado (risas). A veces es cómico lo que me dicen, pero en realidad soy ambas cosas, ya que nací aquí, aunque mi herencia es ciento por ciento cubana. Lo bueno que tiene el mundo de ahora es que uno puede ser muchas cosas al mismo tiempo. Puedo ser cubano y estadounidense, igual que madrileño y parisino. ¡Es la forma como vivimos y nos comunicamos hoy día!

¿Y tu moda? ¿También es así?

Sí, aunque mi ropa tiene sensualidad y realza el cuerpo, por lo que quizás sea más “latina”. Me gusta que la mujer muestre los hombros, el hueso de la clavícula, que se ve tan sexy y, a la vez, tan elegante... ¿Sabes que los drapeados de Armani siempre comienzan a partir del hueso de la clavícula? Y lo mismo hacía Vionnet cuando inventó aquellos maravillosos vestidos al bies.

Siempre me has dicho que ciertas cosas en el cine han sido muy importantes para ti.

Muchísimo. Recuerdo que en un episodio de Boccaccio 70, una película con Tomás Milián (el actor cubano que residía en Italia) y que he visto no sé cuántas veces, el personaje de Romy Schneider, quien siempre vestía de Chanel, me inspiró muchísimo. ¡Y hasta diseñé un modelo estampado en rosas con plata inspirado en el peignoir de rosas que ella saca en la película! En aquel episodio, Romy se pasa todo el tiempo vistiéndose y desvistiéndose, y eso lo reflejo siempre en mis diseños: el placer de vestirse y de desvestirse, ya que algunos muestran como trozos de la lencería, como un trocito de encaje rosado, saliendo debajo de una falda negra. Siempre me han gustado las mezclas de texturas y colores... De negro, de negro con rosado, de rojo y blanco... Siempre una combinación de femineidad y sensualidad, lo que pueden ser las dos cosas que definen mi estilo.

¿Cómo es la mujer más bella de todas?

Creo que todas las mujeres son bonitas de una forma u otra, y que la más bella es esa mujer que tiene alegría de vivir y una gran personalidad. Eso es muy importante y siempre lo recalco, porque creo que la belleza femenina radica antes que todo en el carácter, la manera de ser, su belleza interior, su risa y su entusiasmo por las cosas. ¡La mujer que tiene una gracia muy especial es la que inspira mi ropa! A veces, con solo ver caminar a una mujer u oírla reír me emociona y produce un deseo de diseñar algo para ella... Y mi ropa es una celebración a esa mujer tan especial, como han sido las mujeres de mi familia, como mi tía Berta, mi madre, mi abuela. Y como fue la cantante Celia Cruz, uno de mis ídolos, quien tenía una fuerza de vida única... ¡Todas han sido mujeres excepcionales!

Has sido fiel a tu estilo de diseño...

Siempre he querido que mis diseños sean un “marco” para la belleza y la personalidad de cada mujer que los lleve. Diseño para celebrar la belleza de la mujer. Mi ropa es práctica, pero también glamorosa, porque me encanta el glamour, pero le doy un giro realista, que se pueda poner... También es una ropa femenina, que celebra la sensualidad de cada mujer, y cada diseño está muy bien pensado. Cada costura y cada corte tienen una razón de estar donde están, ya que siempre busco la perfección, y trabajo en cada modelo todo lo que sea necesario para que quede perfecto. Los detalles son vitales en mi ropa y les presto gran atención... Me gusta hacer cortes que realcen el cuerpo femenino, pero siempre dentro de un estilo con clase y una elegancia eterna, ¡la que nunca pasa de moda! No me gusta esa ropa que grita: “Mírenme”... Prefiero todo más sutil y quiero pensar que mis diseños representan una nueva visión de lo que es el lujo. Diseño piezas clásicas, pero de una forma actual, pues mis creaciones tienen un modernismo muy especial, que viene de la forma como está hecha y como está concebida cada prenda. Me encanta cuando muchas clientas se ponen mi ropa y de pronto descubren que tienen un cuerpo y unas curvas que no sabían que tenían.

¿Quiénes son las mujeres cuyo estilo admiras?

Carolyn Bessette, quien fue una gran amiga y una mujer extraordinaria, con quien tenía una conexión muy especial. Kate Moss, porque tiene un estilo ecléctico y muy divertido. Cate Blanchett, porque es cómica y, a la vez, maravillosa. Claire Danes, porque es joven y muy refinada. Penélope Cruz, porque es bella y talentosa. Bibi Anderson, porque es bellísima. Victoria Abril y Carmen Maura, porque son actrices fabulosas. Lola Flores, porque fue el símbolo de una época... Y siempre tengo que nombrar a un grupo de mujeres cubanas que combinan imagen con talento, como Celia Cruz, Olga Guillot y la diseñadora Isabel Toledo, a quien admiro mucho.

Descríbeme a la mujer latina con las palabras que te vengan a la mente.

Fuerte, poderosa, llena de gracia, de vida y de fuego; vivaz, con gran espíritu y energía, espiritual, sensual, alocada, dulce... ¡puede mover montañas! Es la esencia de la vida. De lo que es ser mujer.

FOTOGALERÍA: NARCISO RODRÍGUEZ

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