Desde los inicios de Grabrielle Chanel hasta el actual trabajo de Karl Lagerfeld, las historias de la Maison y de París están unidas indisolublemente
Todo comienza en la rue Cambon, primero en el número 21, lugar en el que Gabrielle Chanel abre una tienda de sombreros en 1910; después en el 31, la dirección de toda una vida.
Es en el 31 donde se encuentran los salones en los que Coco presenta sus colecciones, los talleres donde las modistas realizan sus modelos, la mítica escalera tapizada de espejos e incluso su apartamento. Todavía hoy, el mito perdura. Es en esta misma dirección donde Karl Lagerfeld sigue dibujando en su estudio sus colecciones para CHANEL.
Los salones, de una estética sobria y depurada, renovados por el creador, acogen desde hace tiempo a las celebridades y a las clientas de la Alta Costura que se prueban sus diseños. La escalera sigue allí y los talleres siguen dando vida a los bocetos.
A continuación, se encuentra el Ritz, donde Gabrielle Chanel se instala en 1937 y donde vivirá hasta su muerte. Desde el comedor, con vistas a la rue Cambon, puede observar a las clientas que se encaminan hacia su boutique. Su suite, en cambio, tiene vistas sobre la place Vendôme, cuya forma octogonal le inspirará el tapón del frasco del N°5.
Actualmente, es en el 18 de la place Vendôme donde se encuentra la Relojería y Joyería de la Maison.
Luego está el Grand Palais, teatro de los desfiles de la firma. Bajo su cúpula gigantesca se presentan las colecciones de Karl Lagerfeld, que cada temporada ofrecen un momento de ensueño.
De Gabrielle Chanel a Karl Lagerfeld, estas son las direcciones míticas que han forjado la leyenda de la Maison y donde, todavía hoy, se sigue escribiendo la historia de CHANEL.
PARIS BY CHANEL. Fotos: Cortesía de Chanel
