Desde los años 80, el monarca español ha sido operado nueve veces y ha sufrido algunos accidentes caseros
La semana pasada, el rey Juan Carlos de España regresó al quirófano para ser operado -de nuevo- de la cadera. Éste es el último de los sucesos que han rodeado al monarca en el último año: cuatro operaciones ?dos de cadera, y una de rodilla y pie? y un ojo morado como consecuencia de un accidente doméstico.
El Palacio de la Zarzuela confirmó que el rey tuvo que someterse a una “pequeña intervención” para corregirle la luxación en la cadera que sufrió en su viaje a Botsuana. Fue dos semanas antes cuando don Juan Carlos, de 74 años, tuvo que ser intervenido quirúrjicamente de una fractura de la cadera derecha que se produjo en una caída accidental durante un viaje privado.
Desde los años 80, el rey se ha sometido en total a nueve operaciones. En concreto, tres de ellas se produjeron por accidentes que sufrió mientras practicaba deporte y el resto por motivos de salud.
Antes de las dos últimas intervenciones quirúgicas de cadera, el rey Juan Carlos fue operado para eliminarle unas varices en 2001 y un nódulo pulmonar benigno en 2010. En junio de 2011, a su majestad se le realizó una artoplastia en su rodilla derecha y en septiembre de ese mismo año fue intervenido quirúgicamente del tendón de Aquiles.
En los años 80 y 90
En 1981, el jefe del Estado chocó con una puerta de cristal que da al jardín del Palacio de la Zarzuela después de jugar un partido de squash, lo que le provocó heridas en varias partes del cuerpo (tórax, muslo, antebrazo izquierdo, manos y nariz). Tuvo un mes el brazo izquierdo escayolado porque un cristal le había cortado el nervio radial.
Dos años después, en 1983, sufrió una caída en la estación suiza de esquí de Gstaad que le provocó una fisura de pelvis. Tuvo que guardar cama un mes y llevó muletas durante semanas. Además, como consecuencia del percance, se le detectó una fibrosis que le extirparon en la clínica San Josep de Barcelona en 1985.
Otros percances sin gravedad que ha tenido el monarca ocurrieron también en esta década. En 1980 se cayó al bajar de un tanque tras unas maniobras militares en Zaragoza. Más tarde, en 1988 se golpeó con una rama en un ojo durante una cacería en Suecia, lo que le obligó a usar un colirio y a ponerse gafas oscuras. Por ello, don Juan Carlos asistió en noviembre de 1988 a la entrega del Premio Carlomagno con el ojo morado.
Un segundo accidente practicando esquí le llevó al quirófano el 30 de diciembre de 1991. Un esquiador lo tiró involuntariamente mientras esquiaba en Baqueira Beret y el rey fue operado en el hospital madrileño Puerta de Hierro de una lesión en la rodilla derecha que le había afectado al platillo tibial externo. Tuvo que usar muletas hasta abril de 1992.
Al margen de estas operaciones, en 1995 se hizo una fisura en la zona próxima a la muñeca derecha tras resbalar en una placa de hielo en la estación de esquí de Candanchú, en Huesca. Durante algunos días estuvo escayolado, sustituyéndola luego por una venda, y se vio obligado a acudir con el brazo vendado a la boda de su hija Elena, que tuvo lugar el 18 de marzo de 1995 en Sevilla.
Desde el año 2000
El 1 de marzo de 2001, el rey se sometió a una cirugía para eliminar unas varices en la pierna derecha, practicada en la clínica Sant Josep de Barcelona, donde permaneció un día.
El 8 de mayo de 2010 se le extirpó en el Hospital Clínico de Barcelona un tumor benigno en el pulmón derecho. Esta intervención duró dos horas y media. El monarca abandonó el hospital el 11 de mayo y continuó su recuperación en la Clínica Planas, donde permaneció hasta el 21 de ese mes. El 30 de septiembre de 2010 la Casa del Rey anunció que don Juan Carlos se encontraba totalmente recuperado y no requeriría posteriores revisiones.
El Palacio de la Zarzuela informó sobre la operación del rey al poco de que esta comenzara, a pesar de que llevaba varios días programada, y los miembros de la Familia Real mantuvieron sin cambios su agenda de actos institucionales, con el objetivo de enviar un mensaje de tranquilidad y confianza a la sociedad.
La operación de rodilla a la que se sometió el rey en junio de 2011 fue realizada por el doctor Ángel Villamor y se prolongó durante tres horas.
En septiembre de ese mismo año, don Juan Carlos fue intervenido quirúrgicamente de una rotura del tendón de Aquiles izquierdo, mediante una cirugía abierta de reconstrucción y refuerzo con auto-injerto y plasma rico en factores de crecimiento. La operación no requirió hospitalización, por lo que abandonó la clínica al día siguiente y continuó la recuperación en el palacio de la Zarzuela.
A finales de 2011, el rey sufrió un accidente doméstico que lo llevó a aparecer con un ojo morado en público. Según fuentes de la residencia oficial, el monarca se golpeó accidentalmente cuando iba a abrir una puerta y, desde el otro lado, un ayudante la abrió a su vez para franquearle el paso. El rey se golpeó con el marco de la puerta en la cara, lo que le ocasionó un hematoma visible en el ojo izquierdo y la nariz. La herida la cubrió con gafas de sol hasta su recuperación.
Y, finalmente, a mediados de abril de 2012, don Juan Carlos entró al quirófano como consecuencia de una fractura de cadera tras la caída que sufrió en en África y que se menciona con anterioridad.