Catherine luce espectacular joya de la reina Isabel

Catherine luce espectacular joya de la reina Isabel

La duquesa de Cambridge completó su vestido de Jenny Packham con un collar que le fue regalada a la monarca el día de su boda

Catherine Middleton, duquesa de de Cambridge regresó de sus vacaciones en la isla Mustique para asistir a un evento benéfico en la Galería Nacional de Retratos de Londres, donde lució un hermoso collar perteneciente a la reina Isabel.

La invaluable joya, que le fue regalada a la reina por el Nizam de Hyderabad (soberano del antiguo Estado de Hyderabad) cuando se casó en noviembre de 1947, completó el vestido Jenny Packham de la esposa del príncipe William.

Nuevamente, la guapa Kate eligió a una de sus diseñadoras de cabecera para lucir espectacular durante la gala. Se trata de un vestido de la colección otoño 2013 en color azul marino largo de seda con escote en ‘V’. Lo combinó con unos tacones negros de punta redonda. En cuanto al maquillaje, apostó por la sencillez difuminando la mirada con su inseparable delineador, así como el cabello suelto y ondulado. Este vestido lo llevó ala cena “100 Women in Hedge Founds”, celebrada en octubre del año pasado.

Catherine se reunió con una selección de invitados durante la recepción antes de asistir a la cena de gala, entre ellos, el legendario fotógrafo David Bailey, la medallista de oro olímpico Katherine Grainger, el artista Grayson Perry, el actor Alan Rickman y el artista Jonathan Yeo. También estuvieron presentes la actriz y modelo Elizabeth Hurley y el rockero Bryan Adams.

La joya

A pesar del lindo vestido que llevó la duquesa, fue el collar que usó esa noche el que robó cámaras.

El Nizam de Hyderabad pidió a la reina Isabel que eligiera dos piezas de Cartier con motivo de su boda y la entonces princesa optó por una tiara y un collar basado en una rosa inglesa. Esta pieza sigue siendo usada ocasionalmente por la soberana.

La tiara fue posteriormente disuelta para crear otras piezas, pero el collar sigue intacto y fue originalmente creado por Cartier en 1930. Consiste en una larga cadena de 38 diamantes con un broche de presión con diamantes incrustados. La pieza encontró a su primer propietario en 1936, pero Cartier la recompró un año más tarde.

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