Por algunos motivos relacionados con la familia real, la duquesa de Cambridge ya no vestirá de Issa
Catherine, duquesa de Cambridge, ha encabezado algunas listas como las mujeres mejor vestidas del planeta. Cada evento al que ha hecho aparición es un deleite verla por su belleza, simpatía y elegancia.
Como toda mujer, la esposa del príncipe William tiene algunas firmas favoritas para su guardarropa. Una de ellas es Issa London, de la que la hemos lucir varios vestidos, uno de ellos es el azul marino que lució el día en que se anunció su compromiso con el hijo mayor del príncipe Carlos y la fallecida princesa Diana.
También la hemos visto con un vestido de estampado de aves que se puso un día antes de su boda y que repitió en junio de ese mismo año mientras la pareja se encontraba e Ottawa, Canadá.
La última vez que se vio a Kate con un diseño de Issa fue en una velada en la que se celebró el Día Nacional de Canadá, en julio de 2011, y se trató de una versión en color morado del famoso modelo azul, con una diferencia en el diseño la altura del vientre.
Ese mismo mes, se anunció que Camilla Al-Fayed, hermana de Dodi y quien murió junto a la princesa Diana en 1997, había comprado el 51% de la empresa con base en Londres.
Al mismo tiempo de dicha transacción, la diseñadora de Issa, Danielle Helayal, alabó a Al-Fayed por su compañía y su sentido del estilo.
“La inversión ayudará al crecimiento del negocio y lo llevará al siguiente nivel. He visto muchos inversionistas y Camilla es la mejor. Tiene la infraestructura a su favor, está muy bien conectada y abrirá muchas puertas”, aseguró Helayel.
Por otro lado, se ha dicho que los Windsor no desean tener relación con lo que esté ligado al nombre Al-Fayed por numerosas razones, una de ellas es porque el padre de Dodi acusó a la familia real de una conspiración que le costó la vida a su hijo y a Lady Di.
Además, Mohamed Al-Fayed es conocido también por llamar “nazi” al príncipe Felipe y le ha prohibido la entrada a Harrods, el importante almacén de lujo que Al Fayed vendió a Qatar Holdings en 2010 por más de dos mil millones de dólares.
En 2011, en un documental llamado Unlawful Killing, Al-Fayed llamó a la reina Isabel “ganster con tiara” y quemó las garantías reales de Harrods en su finca ubicada en Surrey.
Y estas son solamente algunas de las razones por las cuales los nobres “Issa” y “duquesa de Cambridge” ya no estarán ligados como antes.
“Nada ni nadie le ha hecho mayor publicidad a Issa como Kate en su hermoso vestido azul de compromiso. La compañía hace adorables vestidos, mismos que se ven increíbles en Kate, es una lástima que no la veremos más luciéndolos”, aseguró la periodista Susan Kelley.
“No imagino ninguna circunstancia en la que Kate vista de la marca de nuevo; la única posible excepción sería si la señora Al-Fayed vendiera la firma, pero aún así, dudo que la duquesa quiera estar asociada a Issa en un futuro”, añadió Kelley.
Sabemos que Catherine no acepta ropa gratis de diseñadores y siempre ha sido muy cuidadosa al momento de elegir su vestuario para compromisos reales, como el azul de Stella McCartney que llevó en julio de 2012 para una exhibición olímpica en la National Portrait Gallery, o el lindo vestido estampado Prabal Gurung con el que se vio en Singapur.
A pesar de que siempre ha apoyado a diseñadores británicos, como Alexander McQueen, Temperley London y Jenny Packham, la duquesa de Cambridge también suele reciclar algunas piezas de su guardarropa, así como hace un gran balance con piezas de tiendas low cost, como Zara y TopShop.
Así que con o sin Issa, la bella Kate seguirá siendo un ícono de moda y un ejemplo a seguir en cuestiones de vestuario.
Issa y el vestido de Kate al alcance de todos
Hablando nuevamente del vestido azul que Catherine lució en el anuncio del compromiso con el príncipe William... Este modelo se convirtió en un best seller, y ese éxito Issa London lo vuelve a revivir de la mano de Banana Republic a través del video que editó para el lanzamiento de una colección de edición limitada.
El diseño ya está disponible en la tienda online de Banana Republic, y con unos precios que no superan los 100 euros, y seguramente se venderá como “pan caliente”, si es que no se ha agotado ya.
