¿Crisis en la realeza europea?

¿Crisis en la realeza europea?

Abdicaciones, escándalos, nuevos herederos... También bodas. Las aguas que arrastran a las monarquías europeas en este comienzo del siglo XXI pasan revueltas

Las familias reales del Benelux (la unión de los tres Estados soberanos de Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos) han sido en los últimos meses una fuente inagotable de noticias. Alguna de ellas, trágica, como la muerte del príncipe Friso de Holanda a principios de agosto.

Tras pasar 18 meses en coma como consecuencia de los daños cerebrales sufridos en un accidente de esquí en Austria, el hermano menor del rey de Holanda falleció en La Haya por complicaciones en su estado.

Además, en el plano institucional, las tradicionalmente discretas casas reales belga y neerlandesa han pasado este año algo similar a un vía crucis, tras las abdicaciones del rey Alberto y de la reina Beatriz en favor de sus hijos, Felipe y Guillermo-Alejandro.

Tras 33 años en el trono, la ahora princesa Beatriz de Holanda abrió el camino el pasado 30 de abril, cediendo el puesto a su heredero, de 46 años, alguien que, tras su boda con la argentina Máxima Zorreguieta, disfruta de una creciente popularidad.

Menos de tres meses después, era Alberto II, hermano del rey Balduino, de 79 años, el que pasaba el testigo, después de ocupar el trono desde 1993, a su hijo Felipe como séptimo rey de los belgas.

No obstante, justo antes de abdicar, Alberto se vio rodeado de un gran revuelo, una vez que su presunta hija ilegítima, Delphine Boël, llevó su caso a los tribunales para tratar de ser reconocida.

Böel, hija de la baronesa Sybille de Selys-Longchamps, con la que Alberto II mantuvo una prolongada relación extramatrimonial, pidió ante la justicia belga someter a pruebas de ADN al monarca y a su sucesor con el fin de demostrar su parentesco, algo que el antes rey reconoció a su manera durante un discurso de Navidad, cuando habló de la “crisis” que sufrió su relación con la reina, con quien se casó en 1959.

Otras polémicas han rodeado a la casa real belga, como la que protagonizó el príncipe Lorenzo, hijo menor de Alberto II, otra más, cuando se supo que tuvo contactos con diplomáticos de Angola sobre los proyectos energéticos que desarrolla su fundación y de los que no informó al Gobierno ni a la casa real.

No obstante, en el vecino Luxemburgo se viven felices bodas, desde que el príncipe heredero del Gran Ducado, Guillermo de Nassau y Borbón de Parma, primogénito de los Grandes Duques Enrique y María Teresa, contrajo matrimonio a finales del pasado año con la aristócrata belga Stéphanie de Lannoy.

Recientemente, fue su hermano Félix quien se casó con la alemana Claire Lademacher, una rica heredera de más de 800 millones de dólares, con un impecable currículum profesional.

LOS NIETOS DE CAROLINA DE MÓNACO

Aires de boda también soplaron a finales de agosto en Mónaco, donde el hijo de la princesa Carolina de Mónaco, el príncipe Andrea Casiraghi, se casó con la multimillonaria Tatiana Santo Domingo, de padre colombiano y madre brasileña.

Los novios llevaban más de ocho años de relación sentimental y tenían previsto el enlace desde hace un año. La pareja ya tiene hasta descendencia, un hijo de nombre Sasha (diminutivo de Alexander), que nació el pasado 23 de marzo en Londres.

Andrea Casiraghi, hijo de Carolina de Hannover y de su segundo y difunto esposo, Stefano Casiraghi, conoció a su futura esposa en 2002 en el liceo Jeanne d’Arc Saint-Aspais de Fontainebleau, un acaudalado municipio a las afueras de París.

Andrea, quien al igual que su esposa tiene 29 años, es el segundo en la línea de sucesión al trono del Principado, solo por detrás de su madre.

Tatiana es hija de uno de los hombres más ricos de Colombia, el difunto Juan Mario Santo Domingo, uno de los hijos del también fallecido industrial Julio Mario Santo Domingo.

La fortuna de este último ascendía a 8,400 millones de dólares en 2011, según la revista estadounidense Forbes, que lo consideraba el 108 hombre más rico del planeta y el segundo más afortunado de Colombia, gracias a sus actividades relacionadas con la industria agroalimentaria, el transporte y los medios de comunicación.

El hijo de ambos hizo abuela por vez primera a la princesa Carolina y, hasta que no tengan descendencia el actual soberano, Alberto II, y su esposa, la sudafricana Charlene, que se casaron en Mónaco en julio de 2011, el niño ocupará la tercera plaza en la línea de sucesión.

Además, Carlota Casiraghi, de 27 años, hija mayor de Carolina de Mónaco, espera su primer bebé para finales de año. Desde que se comenzara a rumorear sobre su embarazo, allá por junio, apenas se le ha visto junto al padre de la criatura, el actor francés de origen marroquí Gad Elmaleh, de 42 años.

UN BISNIETO PARA ISABEL II

La duquesa de Cambridge, eso que se suele denominar un soplo de aire fresco en la casa real inglesa, dio a luz a finales de julio a su primer hijo, el príncipe George Alexander Louis, bisnieto de Isabel II y tercero en la línea de sucesión al trono.

En su reaparición pública en agosto, Catherine, junto con su marido, el príncipe William, visitaron la localidad de Anglesey, en una isla al norte de Gales, donde la pareja vivió después de casarse, y a ella se la pudo ver delgada, en pantalones vaqueros negros y chaqueta verde, y radiante, tal vez por su nueva condición de madre.

Entonces dijo que el bebé estaba “muy bien”, mientras que el príncipe William, padre primerizo a sus 32 años, reconoció días más tarde que su paternidad le había vuelto más “protector”. Además, advirtió que su hijo era “algo travieso” y daba “problemas para irse pronto a dormir”.

La familia reside en el Palacio de Kensington, propiedad que en su día también acogió a la princesa Diana de Gales.

AMISTADES REALES

También llamó la atención la visita que, a mediados de septiembre, hicieron Guillermo-Alejandro y Máxima de Holanda a Madrid, donde fueron recibidos calurosamente por los reyes de España y los príncipes de Asturias.

En la breve visita llegaron a bordo de un avión pilotado por el propio Guillermo-Alejandro-, de solo cinco horas y con una apretada agenda, fue la primera que realizaron los reyes de Holanda a España desde su entronización, el 30 de abril pasado.

Había cercanía entre los más jóvenes del grupo, una amistosa relación que mantienen el heredero de la Corona española y su esposa, la princesa Letizia, con los reyes de Holanda.

Los príncipes de Asturias recibieron a Guillermo-Alejandro y a Máxima a pie de la escalerilla del avión, y el monarca holandés abrió los brazos y abrazó efusivamente al heredero de la Corona española.

No corren tiempos de saneada popularidad para la familia real española. Tal vez por ello, la infanta Cristina, segunda hija del rey Juan Carlos, ha trasladado su residencia, junto a sus cuatro hijos -Juan, Pablo, Miguel e Irene-, a Ginebra (Suiza), donde la Fundación La Caixa, empresa en la que trabaja, le ha encargado que coordine sus programas con agencias de la ONU.

En agosto del pasado año, ella y su esposo, Iñaki Urdangarin, decidieron poner fin a su estancia de tres años en Washington, tras pedir este una “excedencia temporal” en la empresa donde trabajaba, Telefónica, con el fin de evitar cualquier perjuicio que su imputación en el caso Nóos pudiera ocasionar al grupo.

Ahora, Urdangarin mantendrá Barcelona como ciudad de residencia, pendiente del desarrollo judicial de ese caso, y viajará cuando pueda a Suiza para reunirse con su familia.

Relacionado