Esta semana Letizia Ortiz sorprendió con una elección de vestuario que, más allá de su elegancia, esconde un profundo significado. Fue durante un acto celebrado en el Auditorio Nacional de Música de Madrid que la consorte hizo acto de presencia con un look que se ha convertido en la sensación por su historia detrás.
Durante el concierto In Memoriam —un homenaje a las víctimas del atentado que se produjo el 11 de marzo de 2004 en las estaciones madrileñas de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia— en donde la reina Letizia lució un elegante vestido negro que no solo dio de qué hablar por su estilo, sino también porque tiene un mensaje lleno de solidaridad.
La historia detrás del vestido de Letizia Ortiz
Doña Letizia lució una prenda híbrida, mitad americana y mitad vestido, proveniente de la tienda Aloha Benetússer, ubicada en la localidad valenciana del mismo nombre. Este establecimiento fue uno de los muchos negocios afectados por las inundaciones provocadas por la DANA en octubre del año pasado, sufriendo daños significativos en su mercancía y local.
Sin embargo, lo que hace más especial y emotiva esta elección es la historia detrás de la prenda. Según se ha informado, el vestido llegó a Zarzuela tal y como quedó tras la inundación, cubierto de barro y con evidentes signos de los estragos causados por el agua, siendo restaurado meticulosamente para devolverle su estado original.
Además del vestido, la esposa de Felipe VI complementó su look con unos zapatos de salón destalonados de la firma española Magrit y unos pendientes de Singularu, reafirmando su apoyo a las marcas nacionales y, en particular, a aquellas que han enfrentado dificultades recientes.
Por otro lado, esta no es la primera vez que la reina Letizia muestra su apoyo a las víctimas de la DANA a través de su vestimenta. Durante los últimos meses ha lucido piezas de otras firmas valencianas afectadas, como las joyas de Singularu, demostrando su compromiso con la moda sostenible y el comercio local.
Este gesto ha sido ampliamente reconocido y valorado por la sociedad, evidenciando cómo la moda puede ir más allá de la estética y convertirse en una herramienta poderosa para la comunicación y el apoyo social. Además que ello se convierte también en una declaración de apoyo y reconocimiento a aquellos que han enfrentado dificultades, recordándonos la importancia de la unidad y la empatía en tiempos de crisis.