España en llamas

España en llamas

Los escándalos que estremecen a la monarquía

Todos estamos asombrados de que, en cuestión de meses, la monarquía española se haya visto muy atacada en diversos medios de comunicación y rodeada de problemas. El escándalo de presuntos desfalcos cometidos por Iñaki Urdangarín, esposo de la infanta Cristina, quien supuestamente utilizó dinero de su organización Instituto Noos -sin afán de lucro- para su uso personal, ha sido la comidilla de todos. Y mientras los medios se ensañan con las revelaciones que “gotean” poco a poco, sin que haya habido un juicio oficial, la familia está pasándola muy mal. ¿Algo muy extraño? Que el portavoz de la casa real comentó que Iñaki “no había tenido una conducta ejemplar”, prejuzgando la situación cuando todavía el yerno del rey no estaba oficialmente imputado.

Dicen que en España, la reina Sofía apoya ciento por ciento a su hija Cristina y a Iñaki, quien siempre ha aparecido ante el mundo como el yerno modelo y un esposo y padre de familia ejemplar. Se rumora que esto ha causado una gran división entre el rey Juan Carlos y la reina, quienes además se encuentran en el ojo de la mirilla por la publicación del nuevo libro La soledad de la reina, de la periodista Pilar Eyre (Editorial Esfera de los Libros), quien ha dicho abiertamente que “la reina es una mujer engañada, con una vida conyugal que ha sido una auténtica tragedia”.

El libro simpatiza con la reina, pero no se anda con medias tintas y menciona (aunque sin nombres) algunas de las supuestas conquistas del rey llamándolas “la vedette”, “la decoradora balear”, “la estrella del destape de impresionantes ojos verdes”, “las dos Palomas” y “las aristócratas”. Entre las que sí aparecen como sus amantes, con nombres y apellidos, está Sara Montiel. La periodista afirmó que los reyes no tienen ninguna relación y que “sencillamente no se hablan... no tienen roce”, aunque “nunca ha estado entre ellos la sombra del divorcio, porque siempre han luchado por el trono de España y saben cuáles son sus responsabilidades y sus sacrificios”. La reina Sofía, al parecer, solo desea que su hijo sea rey y el título la define, pues la autora piensa que “es la mujer más sola del reino”.

Una anécdota nos lleva al momento cuando aterrizó el Papa Benedicto XVI en Madrid, en su última visita, y pudimos ver -¡en directo!- cómo don Juan Carlos parecía regañar a la reina y la trataba con bastante descortesía, mientras caminaban junto al Papa. A mí me disgustó verlo y en España el incidente fue comentadísimo en la prensa, que lo llamó un “desaire”. El rey es simpatiquísimo en persona, pero tiene su genio, y a veces da pena ver a la reina Sofía, que en persona es amable y sencilla, estar (como se dice en inglés) walking over egg shells o caminando sobre cáscaras de huevo, evitando conflictos y tratando de que todos se lleven bien.

Retrato de familia de la monarquía española

En relación con el deseo de la reina de que su hijo sea rey, hay otro problema: Letizia, princesa de Asturias, quien todos esperaban que fuera el enlace ideal entre la monarquía y el pueblo, trayendo a la casa real un aire más fresco y moderno, al estilo de Máxima de Holanda, pero no ha sido así. Una chica joven, inteligente y guapa -quien era divorciada, periodista, hija de un periodista y de una enfermera y sindicalista- debió haber “conectado”, corazón a corazón, con los españoles, llenando ese hueco de humanidad que tanto ayuda a las monarquías. Pero la princesa no ha sabido hacerlo y muchos la califican de “sabelotodo”, “prepotente”, “más princesa que las propias infantas” y “errática”, porque a veces es muy amable y otras no. Su actitud ha provocado que no todos simpaticen con ella y que la critiquen mucho. Algunos la quieren y en sus distintos actos públicos la aplauden y la vitorean, pero es obvio que Letizia no ha encajado totalmente como la futura reina ideal, ya que como regla general no es una mujer cercana y cálida como Máxima de Holanda, la princesa Victoria de Suecia e incluso su suegra, la reina Sofía, quien es muy querida. Esto acentúa el malestar de algunas partes del pueblo con la monarquía y hay comentarios de que Letizia, la princesa que viene del pueblo, “es más altanera que la familia Borbón”.

Ahora que se ha destapado el escándalo de Iñaki Urdangarín, se comenta que Letizia y el príncipe Felipe hace tiempo sabían de esos presuntos problemas, lo que provocaba una gran tensión entre ella y la infanta Cristina, pues la princesa de Asturias piensa que lo que ha hecho Iñaki daña la imagen de la monarquía y afecta el futuro reinado de su esposo.

De pronto, como ocurre en todas partes del mundo, lo que parecía una familia ejemplar se estremece y sufre. La reina y el rey han tomado posiciones opuestas en relación a Urdangarín y la infanta Cristina, y celebran fiestas cada uno por su lado, por lo que existe un gran lío con muchos personajes involucrados e hilos sueltos. El paso del tiempo determinará si las cosas mejoran y podremos ver de nuevo esa linda foto de familia que tantas veces nos ha encantado, donde los inocentes y guapos nietos de los reyes -dos de la infanta Elena, dos del príncipe Felipe y Letizia, y cuatro de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín- representan el futuro de una monarquía que nos simpatiza.

Relacionado