Una discreta joyería para la realeza

Una discreta joyería para la realeza

Esta firma ha elaborado piezas para diferentes casas reales

Beatrice Borromeo llevó en su boda con Pierre Casiraghi unos aretes que le regaló su suegra, la princesa Carolina de Mónaco, de oro blanco, diamantes y morganita, valorados en 15 mil dólares, diseñados por una discreta joyería de Viena.

A.E. Köchert fue fundada en 1814 y siempre fue considerada ?la joyería de los emperadores?.

La casa creó las famosas 27 estrellas de diamantes que la emperatriz Sissi de Austria-Hungría colocaba en su pelo.

Otros royals que llevaban sus prendas eran los miembros de la familia alemana de los príncipes de Hannover, y por eso Carolina, al casarse con Ernesto, comenzó a ponerse muchas de sus joyas.

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