Kate Middleton será la sexta Catalina

Kate Middleton será la sexta Catalina

Cinco damas con el nombre de Catalina han ocupado el trono de Inglaterra

Después de un poco más de 300 años, quizá otra Catalina ocupe el trono de Inglaterra, aunque ahora se le designaría Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, pues antes se les daba el título de Reina de Inglaterra; todo indica que Kate Middleton podría ser la sexta monarca de la isla británica que lleve el nombre de Catalina, el cual se asocia con embarazosas situaciones de la vida .

Como sucede en estos casos las especulaciones en torno del nombre que llevará la futura esposa del Príncipe Guillermo se dirigen sobre todo a la vida que llevará la consorte real, pues la vida de las anteriores reinas que llevaron el nombre de Catalina estuvieron asociadas con sucesos no gratos, como abortos, desprecios, traiciones y aislamiento, valga apuntar que tres de ellas fueron esposas de Enrique VIII, quien fundó su propia iglesia a fin de poder deshacer el matrimonio que tenía con Catalina de Aragón y Castilla.

Estas son las Catalinas que han llegado al trono de Inglaterra:

Catalina de Valois

También conocida como Catalina de Francia, pues era hija del Rey Carlos VI de Francia e Isabel de Baviera, se casó en 1421 con Enrique V de Inglaterra, quien por dote pidió el reino galo para él y sus descendientes. Aunque engendraron un hijo, el matrimonio no duró mucho porque Enrique V murió al año siguiente víctima de disentería, de ahí que el trono lo ocupó Enrique VI, con sólo ocho meses de edad.

Debido a su posición en pro del reino de Francia, que se caía en pedazos por la ambición de los ingleses y la nula respuesta francesa, es exiliada de la corte por sus afinidades francesas y separada de su hijo, el niño-rey Enrique VI.

Se enamoró en 1525 con el noble galés Owen Tudor, con quien tuvo seis hijos, todos con títulos nobiliarios otorgados por su medio hermano Enrique VI, pero más tarde, hastiados de la irregular vida de la reina los tutores de Enrique VI encarcelan a la pareja. Owen más tarde sería liberado y participaría en la llamada Guerra de las Dos Rosas que perdería la casa de Lancaster, a la cual pertenecía Catalina.

Catalina fue confinada en la abadía de Bermondsey, en Londres, donde murió el 3 de enero de 1437 a los 35 años de edad, por causas de las cuales no se han puesto de acuerdo los historiadores, pues mientras unos indican que fue por enfermedad, otros la atribuyen a problemas de parto.

Catalina de Aragón y Castilla

Prometida de Arturo de Gales, primogénito de Enrique VII de Inglaterra, como parte de la estrategia de los monarcas de Aragón y Castilla para aislar al reino de Francia, Catalina de Aragón no logró consumar su matrimonio porque el príncipe, joven y enfermizo, murió en la epidemia conocida como ‘la fiebre del sudor'; entonces, a fin de no romper los fuertes intereses que representaba la unión de los dos reinos y después de siete años de espera Catalina de Aragón y Castilla fue desposada por Enrique VIII a la edad de 23 años.

Catalina era muy popular entre sus súbditos pues aprovechó muy bien la excelente educación recibida en el solar paterno y aun llegó a gobernar la nación como regente durante la invasión a Francia en 1513, también encabezó a las tropas de reserva que derrotaron y dieron muerte al rey de Escocia en ese mismo año.

Sin embargo, aunque Catalina había logrado engendrar tres hijos, éstos no pasaron de un mes de vida, por lo que Enrique VIII comenzó a preocuparse de la carencia de un heredero varón, sobre todo por la mala experiencia tenida con la anterior Catalina a raíz de la Guerra de las dos Rosas; ese fue el pretexto para que, enamorado de la cortesana Ana Bolena, el soberano incluso creara una nueva Iglesia, para anular su matrimonio de 24 años.

Catalina de Aragón y de Castilla reinó de 1509 a 1533, sólo le sobrevivió una hija: María I de Inglaterra, y murió a los 50 años de edad.

Catalina Howard

Hay diversas versiones acerca de la vida de Catalina Howard, quien se casó con Enrique VIII -que entonces rondaba los 50 años de vida- cuando tenía 20 años; debido a su hermosura, el monarca decidió que fuera su quinta esposa después de haber sido dama de compañía de Ana de Cleves, su antecesora.

Todo apunta a que aceptó casarse con Enrique VIII, para entonces viejo, enfermo y obeso, debido a que de ese modo consolidaría la posición de su familia entre la nobleza, aunque sabía que su final quizá no sería halagüeño, pues era prima de Ana Bolena y, por lo tanto, conocía cómo había sido su desenlace.

Se cuenta que antes de casarse había tenido una vida licenciosa, que no tardó en llevar al palacio, pues Catalina inició un romance con Tomás Culpeper, uno de los cortesanos favoritos del rey; pero su pasado y las intrigas de palacio la hundieron, y como prueba máxima de adulterio, se le mostró a Enrique VIII una carta escrita por ella para Culpeper, aunque historiadores dudan de su autenticidad porque era conocido que la antes dama de compañía apenas sabía escribir.

Finalmente, en el invierno de 1541 se le encerró en la Abadía de Middlesex para después ser ejecutada de la misma manera que su prima Ana Bolena.

Catalina Parr

La sexta y última esposa de Enrique VIII era una mujer acostumbrada a la vida en la corte, muy educada y con gran clase, ha sido la única reina de Inglaterra que ha tenido cuatro esposos y fue la primera que ostentó el título de reina de Irlanda.

A los 17 años Catalina Parr contrajo matrimonio con Eduardo Borough, de quien algunos historiadores indican que era un hombre anciano, aunque otros apuntan que más bien era un joven enfermizo que llevaba el mismo nombre de su abuelo, lo cierto es que aquél moriría cuatro años después, en 1533; al año siguiente se casó una vez más con John Neville, tercer Barón Latymer, a quien cuidó con esmero en sus últimos años hasta su muerte, en 1543.

Después de este episodio ella se enamoró de uno de los cuñados del rey, Tomás Seymour, pero no contaban con que el rey se fijaría en ella cuando fue a pedirle piedad por la mujer de su hermano, acusada (con pruebas) de adulterio y fue obligada a aceptar su proposición de matrimonio.

Hasta la muerte del rey ella resultó ser la mejor de las esposas, pues en la decadencia de su vida él ya no tenía los arrestos suficientes y necesitaba más una nodriza que una amante. Sus experiencias maritales anteriores le sirvieron a Catalina Parr para cuidar a Enrique VIII en su vejez y soportar sus achaques como paciente enfermera.

Por sus creencias religiosas tuvo serias diferencias con el rey que casi la llevan al calabozo; sin embargo, logró reconciliarse con el rey después de jurar que ella sólo había hablado de religión con él para distraerlo de los sufrimientos de su pierna ulcerada.

A la muerte del rey se casó con su antiguo amante Tomás Seymour, de quien se embarazó por primera vez en su vida a los 35 años y tuvo una hija que al parecer no sobrevivió muchos años, pero justo por problemas de parto falleció días después del alumbramiento. Catalina Parr fue la última esposa de Enrique VIII y la única que le sobrevivió.

Catalina de Braganza

De origen portugués, hija de Luisa de Guzmán y el duque Juan II de Braganza, quien después sería el Rey Juan IV de Portugal, su enlace con Carlos II de Inglaterra fortaleció la unión entre las dos naciones; al provenir de una familia católica y no hablar el idioma de su esposo sufrió en principio el desdén del pueblo inglés, pero con el tiempo supo ganarse la aprobación de sus súbditos.

Vio peligrar su patrimonio por el hecho de que sus tres embarazos tuvieron como desenlace otros tantos abortos, mientras que al rey todo el tiempo le surgían hijos ilegítimos con sus múltiples amantes; no obstante ello, el monarca siempre pidió que se tratara con respeto a la reina y se rehusó a divorciarse. Tras la muerte del Carlos II, Catalina aún vivió un tiempo en Inglaterra, durante el reinado de su cuñado Jacobo II, pero regresó a Portugal como una mujer muy rica. Ahí gobernó mientras su hermano estaba enfermo y murió en 1705, a los 67 años de edad, en una gran ceremonia celebrada en Lisboa, donde fue sepultada en la iglesia de Sao Vicente de Fora.

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