La estricta y ridícula regla real que tuvo que seguir Kate Middleton cuando dio a luz al príncipe George

El nacimiento del príncipe George fue todo un acontecimiento rodeado de reglas y protocolo

Kate Middleton y George

Kate Middleton con el príncipe George a 24 horas de nacido

Max Mumby/Indigo/Getty Images

Hace un par de días, el 22 de julio para ser exactos, la Familia Real Británica se vistió de fiesta para celebrar el décimo cumpleaños del príncipe George. Así es, han pasado 10 años desde que Kate Middleton y William fueron padres por primera vez, por eso una ridícula regla real que tuvo que seguir la Princesa de Gales, ha sido recordada.

Ya sabemos que cuando se trata de protocolo real, todos los miembros deben apegarse de manera estricta y para Kate, no ha sido la excepción. Dentro de la realeza, el nacimiento del heredero al trono es un suceso realmente importante, por eso no es de extrañar que existan prohibiciones y mandatos específicos.

Kate Middleton y el príncipe George

Kate Middleton y el príncipe George durante Trooping the Colour

Samir Hussein/Samir Hussein/WireImage

La regla que tuvo que seguir Kate Middleton al momento de dar a luz al príncipe George, consistió en, básicamente, no decirle a nadie. Por loco que suene, nadie fuera de los doctores y William, podía enterarse del nacimiento o detalles alrededor, ni siquiera familiares o amigos cercanos.

¿La razón? La primera en enterarse debía ser la difunta Reina Isabel II. Según los informes de varios medios, los padres de Kate tampoco podían enterarse. hasta que la reina tuviera todos los detalles.

El protocolo también establece que el monarca en turno debe ser “la primera llamada” tras el nacimiento de un futuro monarca. Por lo que según reportes, William fue quien llamó a su abuela a través de un teléfono especialmente encriptado para comunicarle la buena noticia.

Nacimiento príncipe George

Kate y William 24 horas después del nacimiento de George

Max Mumby/Indigo/Getty Images

Aparentemente no es la única regla en torno al nacimiento de un heredero. Además de ser la primera en enterarse, la Reina Isabel también tuvo que “aprobar” el nombre de George, debido a que la línea de sucesión es directa.

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