Las infidelidades de la Casa Real británica

  • Facebook
  • Twitter
  • Tumblr
  • Email

Conocerás el motivo por el cual la princesa Diana no era bien vista entre el círculo social de la realeza

Penny Junor, biógrafa de la duquesa de Cornwall, habló esta semana sobre cómo las clases altas viven la infidelidad en contexto con la investigación de su reciente investigación, la cual ha sido sumamente reveladora, en el Henley Literary Festival.

Junor afirmó que Camilla Shand sólo durmió con el príncipe Carlos , en 1971, para vengarse de su novio, posteriormente su esposo, Andrew Parker Bowles, quien, en ese momento, la engañaba con la princesa Anne.

Carlos al conocerla pensó que Camilla era bastante especial y la mujer indicada, sin embargo, Junor reveló que ella en lo único que pensó fue ?Si Andrew se la pasa bien con la princesa Anne; yo le enseñaré una lección "; así que decidió tener una aventura con el hijo de la reina Isabel .

Todos sabemos lo que pasó después. Camilla se casó con Andrew Parker Bowles en 1973. Carlos quiso seguir viéndola, pero ella dejó de hacerlo un tiempo para luego retomar su relación, y terminar de romper la unión entre Carlos y la princesa Diana .

[No te pierdas: El icónico vestido con el que la princesa Diana enfrentó su divorcio ]

Aunque poco se da a conocer sobre ello, según The Telegraph, es bien sabido que estas situaciones suceden con frecuencia en la vida de las parejas de alta sociedad, sobretodo en la realeza.

“Tradicionalmente, las clases terratenientes tenían actitudes elásticas hacia la fidelidad matrimonial”, dice Rowan Pelling, editor de The Amorist. “Si tu cónyuge era infiel tenías dos opciones claras: ignorarlo y continuar con tu vida como si nada pasara, haciéndote a la idea de un amante en tu vida matrimonial o quejarte, lo cual en aquella época, era la única cosa que no debías hacer. Si lo hacías era visto como algo infantil. Por eso, todos los amigos de Carlos desaprobaban a Diana.

“Las clases altas siempre han sido muy liberales de las costumbres convencionales por el dinero, la historia, la actitud, y sus múltiples propiedades. Es más fácil tener una aventura si puedes, viajar a otro país, y dejar a tu esposa en la casa de Londres. Un poco más difícil es si estás apretado en la agenda, pero aún así hay tiempo?, señaló Rowan a The Telegraph.

Cuando la princesa Diana se enfrentó a Carlos para reclamarle su aventura con Camilla, supuestamente, él le respondió: “Me niego a ser el único príncipe de Gales que nunca ha tenido una amante”.

Según cuenta la “leyenda”, en su primer encuentro con el príncipe Carlos en una fiesta, la ahora duquesa de Cornwall le dijo: “Mi bisabuela y tu tatarabuelo eran amantes, ¿qué te parece??.

[No te pierdas: La carta en la que Lady Di confiesa lo ‘horrible’ de su luna de miel ]

El sexo, los asuntos y los hijos ilegítimos se escriben literalmente en el ADN de la realeza y en las clases altas. Varios ducados fueron otorgados a los ilegítimos hijos de reyes. Carlos II tenía 7 hijos ilegítimos que fueron ennoblecidos: los duques de Richmond, Monmouth, Northumberland, St. Albans, Cleveland y Grafton; y el conde de Plymouth.

De acuerdo con Junor, el príncipe Carlos emuló a su antepasado Carlos II, teniendo relaciones con mujeres de clase alta, a menudo mujeres casadas a través de sus 20 y 30, pero ella ha identificado solamente a una de ellas: la señora Tryon, apodada ?Kanga” por el príncipe.

Como escribe Junor en The Duchess: The Untold Story, ?Kanga"estaba casada con uno de los amigos más antiguos del príncipe, pero cuando el ?El príncipe cuando iba en camino a verla, ella huía de casa para encontrarse con él”.

Con esta antigua sanción real de los asuntos, la aceptabilidad del sexo extra-marital descendió en cascada a través de las clases altas y fue emulada por quienes se casaron con ellos, como sir Jimmy Goldsmith. Era Goldsmith, el difunto esposo de Lady Annabel Goldsmith, hija del marqués de Londonderry, quien creó la inmortal frase: “Cuando te casas con tu amante, creas una vacante”.

Adquirir propiedades ubicadas en diferentes zonas de la ciudad o el país servía para que la cónyuge nunca pudiera enterarse del engaño. Era un enfoque compartido en toda Europa.


[No te pierdas: Los horrores de los partos de la realeza en la antigüedad ]

  • Facebook
  • Twitter
  • Tumblr
  • Email
Relacionado