La pareja real escapó de las cámaras para poder gozar de un viaje en tren con sus dos pequeños
Los duques de Cambridge han disfrutado un tiempo a solas con sus hijos antes de que llegue el nuevo miembro de la familia. El domingo 5 de noviembre, la pareja real británica y sus hijos, el príncipe George y la princesa Charlotte, realizaron una visita secreta a la estación de trenes de Chester, donde se cree que abordaron un tren de regreso a Londres. Fueron fotografiados al lado de su camioneta Range Rover antes de dirigirse directamente a la estación, a la cual entraron sin pasar por la entrada principal.
De acuerdo con The Chester Chronicle, el príncipe y Kate fueron acompañados por oficiales de protección real. Además, se informó que perdieron su tren de las 2:33 de la tarde, por lo que tuvieron que subirse a otro unos minutos más tarde.
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Aunque no se sabe por qué la familia estaba ahí, se especuló en algunas redes sociales que estuvieron en Eaton Hall, donde los duques de Westminster organizaron su exhibición anual de hogueras y fuegos artificiales.
Stephen Foote, un abogado de Allington Hughes Law, le dijo a dicha publicación que se encontró accidentalmente con los royals en la estación.
“Había un oficial que me pidió que hiciera una ruta diferente para llegar a mi automóvil estacionado en City Place”, expresó. “Parecían dos Range Rovers. Creo que los niños estaban con ellos. William lucía ordinariamente vestido con un suéter verde y tenis?.
Esta salida en tren también pudo haber sido un regalo para el príncipe George, de 4 años, quien es conocido por su amor a este transporte ferroviario. El año pasado, su padre reveló que a George le habría encantado estar en el asiento del conductor de un tren durante una visita a la fábrica de Bombardier, que se dedica a manufacturar ferrocarriles para la nueva línea de Crossrail.
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