La fiesta, organizada por su hermano Enrique, fue totalmente privada en una casa de campo.
Marzo 28, 2011
Cuando el príncipe Guillermo escogió a su hermano como su padrino de bodas, quizá imaginó que su despedida de soltero iba a ser algo así como una noche de cócteles y fiestas públicas por los bares más sofisticados de Londres. Pero nada más lejos de la realidad, porque Enrique quiso que su hermano mayor pasara sus últimos días de soltero con una fiesta secreta en la casa de campo de un amigo a las afueras de Londres, según informó The Telegraph.
A la fiesta, que se celebró el pasado fin de semana, asistieron los 20 amigos más cercanos del heredero británico, entre los que estaban James Meade, a quien conoció en Eton, Thomas van Straubenzee, con quien coincidió en el colegio Ludgrove Prep School en Berkshire, y Hugh van Cutsem, uno de los ahijados del príncipe Carlos. Su padre es dueño de una gran finca en Norfolk, donde posiblemente se celebró la fiesta, al tratarse de un lugar perfectamente escondido donde pudieron tener toda la intimidad posible.
Guy Pelly, un conocido dueño de clubs nocturnos, podría haber sido el encargado de armar la fiesta, acompañado siempre por el príncipe Enrique. Aunque en casi todas las despedidas de soltero se termina sabiendo los detalles, en esta las cosas serán muy distintas, porque todos los invitados deben guardar estricto secreto de lo sucedido.
El príncipe, que se casará con Kate Middleton el próximo 29 de abril, había planeado inicialmente pasar el fin de semana practicando deportes acuáticos en Exmouth, Devon, incluyendo carreras de lanchas rápidas y esquí acuático. Los planes fueron cancelados porque se filtraron a la prensa.
Cuando el príncipe Guillermo y sus amigos regresaron del fin de semana, una fuente del palacio de St. James confirmó que el evento había tenido lugar, pero se negó a revelar algún detalle. La fuente dijo: “Puedo confirmar que la despedida de soltero del príncipe Guillermo se celebró este fin de semana. Fue un acontecimiento totalmente privado y no tenemos la intención de hacer más comentarios”.
La fiesta se iba a celebrar en unas fechas más cercanas a la boda, pero los compromisos reales les obligaron a organizarla antes. El príncipe Enrique debe unirse a un viaje al Polo Norte con los militares discapacitados, mientras que el príncipe Guillermo tiene que volver a la RAF Valley, en Anglesey, donde está sirviendo como piloto de rescate marítimo.
