Los “desastres” de las bodas reales

Los "desastres" de las bodas reales

Lo que salido mal en algunos enlaces de la realeza, desde decir mal el nombre de la pareja o novias enfermas a medio pasillo de la iglesia...


Sabemos que los preparativos y los días previos a las bodas están llenas de movimiento, y así ha sido para Meghan Markle, quien sufrió un revés ante la noticia de que su padre, Thomas Markle, ya no asistirá a su enlace, lo que ha causado una gran cantidad de estrés en ella.

Sin embargo, Meghan no es la única novia real que se ha enfrentado a serios problemas en su gran día, desde la duquesa de Cambridge hasta la mismísima reina Isabel.

Te presentamos algunos de los fallos matrimoniales reales más monumentales?

Príncipe Carlos y Diana de Gales

Si te vas a casar, lo ideal es decir el nombre de tu pareja correctamente, pero una nerviosa Diana Spencer se refirió a su esposo como “Philip Charles Arthur George” en lugar de “Charles Philip”.

Para luego, sumado a este error, Carlos ofreció a darle a Diana “tus bienes” en lugar de sus “bienes materiales”.

También se dijo que hubo lágrimas el 29 de julio de 1981, cuando una dama de honor se tropezó y comenzó a llorar, y la noble novia Diana fue corriendo para consolar a la joven.

Además de los votos confusos y las lágrimas, se cree que la princesa Diana sufrió un fuerte dolor de cabeza durante todo el día debido a la tiara que llevaba puesta.

La enferma princesa Augusta y su suegra?

En 1763, la joven de 17 años experimentó algunos nervios antes de la boda después de viajar a Inglaterra para casarse con Frederick, príncipe de Gales, a quien no conocía, además de que ella no hablaba nada de inglés. ¿Se le puede culpar por ese nivel de estrés?

Los nervios le causaron a Augusta un tremendo malestar estomacal y tan enferma estaba mientras caminaba por el pasillo, que terminó vomitando sobre su vestido de novia y sobre su suegra, la reina consorte Caroline.

El padrino de la boda de la princesa Margarita fue prohibido

Se decía que Jeremy Fry y su esposa, Camilla Fry, eran los amigos más íntimos de Anthony Armstrong-Jones, así que cuando tuvo que elegir al padrino para su boda con la princesa Margarita, Jeremy era una opción obvia.

Sin embargo, Fry se vio obligado a dimitir del cargo después de que la prensa descubriera que había sido arrestado en 1952 por ‘una ofensa menor a los homosexuales’ 15 años antes de que la homosexualidad se legalizara en el Reino Unido.

El vestido de María Antonieta era demasiado pequeño

María Antonieta se casó con Louis-Auguste de France en 1770 en medio de la gran opulencia de Versalles. Sin embargo, ella sufrió la pesadilla de muchas novias.

El día de su boda descubrió que su vestido era demasiado pequeño y que no se podía cerrar por completo de la parte posterior del corsé y la blusa.

No había solución o material adicional para arreglar el vestido en ese momento, por lo que María Antonieta caminó por el pasillo con su ropa interior expuesta.

Alfredo El Grande sufría de hemorroides

Era sabido que Alfred The Great o Alfredo El Grande sufría con frecuencia de hemorroides y no hubo forma de deshacerse de ellas en su gran día.

El monarca del siglo IX ignoraba por completo lo que le causaba tal incomodidad, pero los historiadores creen que probablemente se trataba de hemorroides o de la enfermedad de Crohn.

El biógrafo de Alfred, un monje llamado Asser, escribió sobre su condición: “Ha estado continuamente plagado de ataques salvajes de una enfermedad desconocido, de modo que no tiene ni una sola hora de paz en la que no sufra la enfermedad”.

El cansado príncipe William

La noche antes de su boda con Kate Middleton, William solamente durmió media hora, ya que los aficionados reales que acamparon frente a su casa estuvieron despiertos gritando y festejando el enlace, más los nervios propios del príncipe.

Además de un príncipe somnoliento, también hubo una conmoción causada por un caballo asustado, que arrojó a su jinete y corrió al lado de los recién casados durante la ceremonia, afortunadamente nadie resultó herido y pocos se acuerdan de este incidente.

La reina Isabel casi se queda sin su tiara y su ramo

Por lo general, se puede pedir prestado algo de un miembro de la familia para que se use el día de la boda, como un brazalete o un bonito colgante, pero la reina Isabel tenía previsto usar una tiara hecha en 1919 para la reina María, abuela de Isabel, y había sido elaborada con los diamantes que la reina Victoria le dio a María como regalo de bodas.

Lo malo es que la peluquera que estaba preparando el cabello de la reina para el gran día rompió la tiara, y la escolta policial se apresuró a llevarla a los joyeros de la familia real para que la arreglaran.

Afortunadamente, se la devolvieron antes de la ceremonia y pudo caminar por el pasillo con el tocado recién remendado.

Sin embargo, los fanáticos reales con vista de águila pueden darse cuenta de que a la reina le faltaba algo más...

En varias fotos de la boda se le ve sin un ramo, lo que contribuyó a crear la tradición de hacer dos ramos de flores para cada boda real en el Reino Unido.

Y ella no era la única ... La princesa Nathalie olvidó su ramo

No es solo es la realeza británica la que sufre algún error.

La princesa Nathalie de Sayn-Wittgenstein-Berleburg de Dinamarca se olvidó de su ramo, así que terminó esperando afuera de la iglesia durante 10 minutos mientras alguien se lo traían cuando se casó con Alexander Johannsmann en 2010.

Parecía de buen humor y se rió de ello.

Lady Charlotte casi pierde su velo

La joven, descendiente de la reina Victoria e hija del duque de Wellington, casi pierde el velo cuando se casó en 2016.

El viento era tan fuerte el día de su boda que lo levantó por los aires, pero ella se mantuvo completamente calmada y entró a la iglesia con su tocado bien puesto.

Se casó con Alejandro Santo Domingo en 2016.

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