Victoria de Suecia, en la dulce espera

Victoria de Suecia

Admirada y valorada por sus conciudadanos, se convertirá en la cuarta reina de su país cuando su padre abdique; pero por el momento, está disfrutando de una etapa muy feliz en su vida

El pueblo estuvo rumorándolo por semanas. Se notaban ligeros cambios en la atlética silueta de la princesa. Llevaba ropa más holgada de lo usual y su sonrisa revelaba que había algo que la tenía particularmente feliz. Entonces, la casa real sueca finalmente confirmó lo que ya todos sospechaban: ?Sus altezas, la princesa Victoria y el príncipe Daniel, están encantados de anunciar que esperan su segundo hijo. Se proyecta que el nacimiento se produzca en marzo de 2016. No se prevén cambios en su agenda oficial?.

La noticia fue un brillante colofón para lo que ha sido un año cargado de alegrías en la familia real sueca, no solo por la boda de Carlos Felipe y Sofía Hellqvist el 13 de junio, y el anuncio de que esperan su primer hijo, sino también por el nacimiento del segundo hijo de la princesa Magdalena y su marido Chris O?Neill dos días después, y su posterior bautizo, el 11 de octubre, en el palacio de Drottningholm, en las afueras de Estocolmo.

El nuevo bebé, que será el cuarto nieto de los reyes, también es el protagonista del más reciente episodio de la historia de amor de sus padres. La princesa Victoria, quien se enamoró de su marido en el 2001 cuando él era su entrenador personal, y finalmente lograron casarse el 19 de junio de 2010, no ha dejado de darnos muestras del fuerte amor que la une a su príncipe plebeyo. Después del nacimiento de la bella princesita Estelle, que cumplirá 4 años el próximo febrero, la unión no ha hecho más que fortalecerse.

La armonía entre ellos es evidente, y como no suele ser usual que las parejas reales dejen pasar mucho tiempo entre un hijo y otro, los suecos hace rato que esperaban con ansias que Victoria volviera a quedar embarazada. Algunos medios aseguraban que la princesa se estaba tardando demasiado, y las suposiciones sobre el motivo de su tardanza siempre apuntaban a la muy comentada salud del príncipe Daniel.

En el pasado, Daniel había sufrido serios problemas con uno de sus riñones, por lo que tuvo que someterse a un tras- plante en el 2009. Fue su padre, Olle Westling, quien le donó el riñón. Desde entonces, el príncipe aprovecha cada oportunidad que se presenta para crear conciencia sobre la importancia de donar órganos. ?Siempre le deberé a mi padre que me haya dado dos veces la vida: la primera cuando me creó y la segunda cuando me donó su riñón?, declaró hace poco en un congreso sobre trasplantes.

Afortunadamente, los rumores sobre su mala salud ya han sido silenciados, y ahora solo reina el júbilo dentro y fuera de palacio. El segundo hijo de Victoria ocupará el tercer lugar en la línea de sucesión al trono, tras su madre y su hermana Estelle.

La princesa no ha perdido ni un ápice de su energía a pesar del embarazo. Como corresponde a toda heredera de una corona, tiene una agenda muy cargada, la cual ha seguido cumpliendo sin interrupciones. Este año ha realizado varias giras internacionales, incluyendo una a Estados Unidos, a la que fue acompañada por su marido y también por la princesa Estelle, porque aunque los príncipes desean que la niña tenga una infancia normal, también quieren que se vaya familiarizando desde pequeña con los actos oficiales a los que dedicará su vida en el futuro.

Victoria también hizo su primera gira oficial a Corea del Sur, un viaje en el que volvió a mostrar su lado más humano y hasta recibió halagos por ser un ejemplo como madre. ?Oí que los dos se tomaron un receso tras el nacimiento de la princesa Estelle para ocuparse del cuidado de la niña?, comentó públicamente la presidenta surcoreana Park Geunhye. ?Eso es un gran ejemplo para el resto del mundo?.

Dentro de poco, Victoria probablemente tomará otro receso para cuidar esta vez a su segundo bebé, pero por ahora está aprovechando al máximo sus dulces meses de espera.Y quién sabe si tras la llegada del nuevo heredero también le llegue la corona que los suecos ya quieren verla llevar.

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