La realeza y sus íconos de moda: Carolina de Mónaco

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El innegable estilo de una princesa

Casual, con estilo, urbana o elegante... Todos ellos son adjetivos con los que podríamos definir a Carolina de Mónaco y la elegancia que la caracteriza, bien sea innata o bien heredada de su madre la princesa Grace Kelly. Actualmente es referencia del estilo más deseado de muchas mujeres, sobre todo de las de más de 50 años. La princesa Carolina de Mónaco y por matrimonio princesa de Hannover, cuyo nombre completo es Caroline Louise Marguerithe Grimaldi, nació el 23 de enero 1957 en el Palacio de Mónaco. Estudió en la Universidad Sorbona de París y se licenció en Filosofía. Con gran habilidad para los idiomas aprendió a hablar inglés, español, alemán e italiano. Una joven guapa e impecable en sus apariciones públicas, buena alumna de su madre hasta el punto que en Estados Unidos la revista Time en 1975 la calificó como “la novia de Europa” dedicándole la portada. Carolina ha sufrido una vida amorosa difícil, con tan sólo 21 años y una belleza impresionante, contrajo matrimonio con el reputado playboy Philippe Junot, enlace aceptado a disgusto por sus padres. Para este día optó por un vestido de encaje y tul blanco bordado con detalles de flores y de cintura marcada, del diseñador Marc Bohan para la firma francesa Dior, un estilo juvenil y desenfadado, lo que más llamó la atención fue su peinado y tocado de flores con el que ayudaba a sujetar un velo corto. Dos años más tarde se divorció y entró en una depresión, se fue a Inglaterra a estudiar y se sometió a una cura de adelgazamiento junto con un cambio de look, renació una nueva princesa Carolina en todo su esplendor y se le consideró como la princesa más bella del mundo, incluso los expertos la coronaron como uno de los íconos de moda y elegancia del momento. FOTOGALERÍA: CAROLINA DE MÓNACO COMO ÍCONO DE MODA Después de la muerte de su madre, Carolina ha cumplido a la perfección con su papel de princesa y primera dama de Mónaco. Tras una breve relación con Roberto Rossellini y el tenista Guillermo Vilas, volvió a encontrar el amor con el multimillonario Stefano Casiraghi con quién contrajo matrimonio en 1983, de dicha unión nacieron tres hijos: Andrea, Carlota y Pierre Casiraghi. El 3 de octubre de 1990, Stefano murió en un trágico accidente de barco, en una lancha ultrarrápida, un duro golpe del que le costó salir. Se refugió junto con sus hijos en Saint-Rémy-de-Provence, en Francia, pero incluso en su profunda tristeza no perdió una pizca de estilo. Carolina lucía esplendida con unos simples pantalones con camisa y manoletinas puro estilo casual, o con estilo romántico o campesino. Ninguna tendencia se le resiste. Como ejemplo, en 1997 marcó tendencia cuando comenzó a utilizar turbantes para ocultar la alopecia nerviosa que sufría y posteriormente el cabello muy corto que le favorecía mucho, sólo un ícono puede influir de tal forma en sus seguidoras. La princesa Carolina es especialista en saber adaptarse a los cambios de su día a día, sabe elegir cuidadosamente el look para cada ocasión. La hemos podido ver sin desentonar a su llegada en un aeropuerto, en un paseo desenfadado con su perro, una cena de gala o una inauguración de un museo. Siempre con su estilo y por supuesto con un toque moderno que nos demuestra que está pendiente de las tendencias. En 1999 contrajo matrimonio por tercera vez con Ernesto de Hannover, estando embarazada de la princesa Alexandra de Hannover Grimaldi. Y en 2011, su papel de primera dama del principado terminó con la boda de su hermano Alberto II y la sudafricana Charlene Wittstock, aún así sigue estando vigente como ejemplo de estilo y glamour, dentro y fuera del principado. Educada para ser reina sin serlo, con un estilo sobrio y clásico, lejos de las exageraciones y excentricidades, Carolina aconsejada y bajo la dirección de su gran amigo y diseñador fetiche Karl Lagerfeld, ha conseguido estar entre las mujeres más elegantes del mundo. Allá donde va siempre confía en él y los diseños de Chanel, así como los zapatos bicolor, los clásicos trajes de chaqueta de tweed y los bolsos 2:55 forman parte de su fondo de armario indispensable, junto con las camisas blancas de corte sastre, los pantalones de talle alto y los vestidos de líneas sencillas. Pero también puede ir con unos pantalones tipo hippie de estampado étnico o con detalles de animal print de la más rabiosa actualidad. En cuanto a los complementos no suele arriesgar. En general tiene un pulido estilo de vestir, siempre sencillo y elegante que son características que lo definen. Nadie mejor que ella sabe convertir cualquier vestido o traje de chaqueta en un look de gala o en uno más relajado o casual dependiendo del peinado y accesorios que lo acompañe. En sus looks de noche es donde Carolina saca a relucir todo su potencial de elegancia, vestidos largos de encaje o lentejuelas, igual que en las bodas reales de día luce con elegancia las grandes pamelas y tocados llamativos. Es tal su buen gusto y su porte que no es fácil eclipsarla. Elige Chanel incluso para sus outfits casuales, para el día ya sea con vestido o con pantalones, prefiere en muchas ocasiones los tonos claros, pastel y piedra, junto a sus preferidos azul claro y rosa palo. Por más sencilla que se quiera vestir siempre logra verse chic. Como ícono de estilo y elegancia en las últimas cuatro décadas, Carolina de Mónaco acepta con orgullo el paso del tiempo sin caer en la tiranía del bisturí y de los exagerados retoques estéticos. Siempre impecable en sus apariciones públicas, su estilo podríamos decir que es clásico, aunque siempre sabe darle un toque que lo aleja de lo aburrido. El estilo no lo abandona ni siquiera cuando está de vacaciones o con sus atuendos más casuales. A sus 57 años, tras haberse separado de su tercer marido, de nuevo en Mónaco se le ve como una mujer feliz. Sofisticada y de acuerdo con su edad, fina y recatada, abandera un estilo juvenil, elegante y coqueto que la convierte en la abuela, por partida doble, más bella y glamorosa de la realeza del siglo XXI. Su vestuario crea tendencias y la elección de las prendas que va a lucir, sobre todo en actos oficiales o públicos, van de acorde con su elegancia en estado puro, su clase y porte son de naturaleza propia, se nace con ellos, que nada tiene que ver con la sangre azul ni con la realeza. Pero, sin duda, es toda una inspiración para encontrar el atuendo adecuado, cuando se busca estar elegante, refinada y chic, con el innegable estilo de una princesa. FOTOGALERÍA: CAROLINA DE MÓNACO COMO ÍCONO DE MODA NO TE PIERDAS MÁS ÍCONOS DE MODA EN LA REALEZA: * MARÍA ANTONIETA. Haz clic aquí * SISSI, EMPERATRIZ DE AUSTRIA. Haz clic aquí * GRACE DE MÓNACO. Haz clic aquí * DIANA DE GALES. Haz clic aquí * REINA ISABEL. Haz clic aquí. * REINA SOFÍA. Haz clic aquí.

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