Reginald Davis plasma en un libro su experiencia con quien fuera la esposa del príncipe Rainiero de Mónaco
La estrella de Hollywood Grace Kelly, quien se convirtió en princesa de Mónaco después de casarse con el príncipe Rainiero III en 1956, también solía hacer algunas ?rabietas reales? cuando se trataba de que le tomaran fotos.
Reginald Davis, fotógrafo que pasó su carrera fotografiando a la Familia Real británica, así como a algunas de las estrellas más grandes de los años 70 y 80, confesó que ella era la ?mujer más difícil de la realeza” con la que había trabajado.
El Sr. Davis, cuyas fotografías son recogidas en su nuevo libro My Life Photographing Royalty and the Famous, dice: “ella, ciertamente, no era el tipo de persona que se atreviera a recordar que su abuelo había sido un albañil irlandés, mucho menos divulgarlo por todas las papeletas del Casino de Monte Carlo”.
Asegura que cuando le pidió permiso a la princesa Grace para retratarla, ella respondió: “sólo si se trata de una sesión fotográfica privada. Si lo hizo con la reina de Inglaterra, conmigo también”.
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Afortunadamente, la sesión fotográfica se adelantó, pero su altivez continuó al fotografiarla, expresa Davis. En ese momento, le preguntó si podía tomar una foto de ella tocando el piano. Ella respondió con mal humor que no iba a tocar el piano, pero cuando finalmente accedió, Davis recuerda que “empezó a tocarlo como toda una pianista profesional?.
Reginald Davis, que incluye en este libro de memorias sus anécdotas con la reina Isabel, el príncipe Carlos y con Winston Churchill, así como con el sah y la emperatriz Farah de Irán, con Sophia Loren y Elizabeth Taylor, ha calificado a la mencionada princesa de Mónaco como “soberbia, arrogante y distante?.
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