La princesa de Mónaco le dio un twist a su maquillaje para añadirle un poco más de color
Una vez más, Charlene de Mónaco fue el centro de atención en un importante evento. En esta ocasión se trató del Gran Premio de Fórmula 1 que se celebró en el Principado, en donde, acostumbrados a verla con un maquillaje discreto, apareció con los labios en color rojo encendido. Un look llamativo y que le queda espectacular.
Además, quiso ir de acuerdo con el evento autmovilístico y lució un par de diseños de la colección de Primavera 2012 de Akris. La firma suiza presentó en la pasarela unas prendas con dibujos impresos referentes al Gran Prix y, como muchos esperaban, la princesa eligió vestir con algunos. El que vemos aquí tiene unos automóviles grabados en uno de los costados del vestido.
Charlene completó su look juvenil al peinar perfectamente su bob y llevar unas gafas de sol maxi.
Por la noche, los príncipes de Mónaco fueron anfitriones de una cena de gala con motivo del fin de Grand Prix de Monaco, y para la ocasión, Charlene eligió un vestido con falda con volumen y un top con transparencia. Complementó con unas sandalias nude con negro y volvió a su maquillaje discreto.
Entre los invitados a la velada estuvieron la condesa de Wessex, el actor y director Ron Howard, el director George Lucas y su compañera Melody Hobson, el príncipe Carlos de Borbón-Dos Sicilias y su esposa, Camilla, y Andrea y Pierre Casiraghi, hijos de la princesa Carolina de Mónaco, entre otros. Se extrañó la presencia de Carlota y todo su glamour.
Par de galanes
La atención de los anfitriones, los príncipes Alberto y Charlene de Mónaco, se vio enturbiada por la expectación que suscitaron los hermanos Casiraghi. No es nada nuevo que en la familia Grimaldi derrochan estilo, pero estos dos jóvenes nos lo han dejado más que claro con su última aparición.
Un año más, el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco ha reunido a numerosos rostros conocidos que se han dado cita este fin de semana en el circuito monegasco. Sin embargo, por encima de estrellas de la talla de Will Smith o Antonio Banderas, llamaron la atención dos miembros de la familia Grimaldi.
Los hijos de Carolina de Mónaco acapararon todas las miradas por su forma de vestir. Uno con traje beige y el otro con chaqueta azul marino y pantalones blancos, Andrea y Pierre Casiraghi dieron una lección de elegancia absoluta. A quien se extrañó fue a su hermana Carlota y la lección de glamour que desrrocha en cada lugar que visita.
