El príncipe Alberto de Mónaco y Zara Philips serán los protagonistas en el mes de julio
Mayo 03, 2011
Se dice que de una boda sale otra boda... Y si hablamos de enlaces reales, aún faltan otras dos. Con poco tiempo para recuperarse de la “resaca” del enlace del príncipe Guillermo y Catherine Middleton, comienza la cuenta regresiva para las próximas bodas reales. Una será en Mónaco y otra en Edimburgo, ambas se celebrarán en julio y los dos contrayentes de sangre azul eligieron a personalidades deportivas para compartir su vida.
El pasado viernes 29 de abril se casaron los duques de Cambridge, una de las bodas que sin duda se perfila como el enlace del año.
La próxima cita real será en el principado de Mónaco, donde el 1 y el 2 de julio se casará el príncipe heredero Alberto de Mónaco con su prometida Charlene Wittstock, en dos ceremonias, civil y religiosa. Sin duda, esta será una boda llena de reminiscencias a la que fue la boda más mediática del siglo XX, la que unió a Rainiero de Mónaco con la inolvidable Grace Kelly. Los contrayentes tendrán difícil superar en elegancia y glamour a aquel enlace a mediados de los años 50.
Alberto de Mónaco por fin dejará de ser uno de los solteros de oro de la realeza europea. La encargada de quitarle la etiqueta de “solterón” y quien lo convenció para pasar por el altar fue la ex nadadora sudafricana Charlene Wittstock, que poco a poco ha ido adaptándose para convertirse en princesa. Desde que se anunció su compromiso matrimonial ha empezado a participar en la agenda de actos del principado y se ha convertido al catolicismo para poder acceder al trono.
El novio vestirá un traje del diseñador alemán Karl Lagerfeld, un amigo personal del Alberto I, quien le ha pedido que adelgace si quiere entrar en la chaqueta que llevará el día de su boda. Parece que Lagerfeld lo ha convencido y Alberto ya se puso a perder peso e ir así acorde con la “magnífica figura” de su prometida -en palabras del diseñador alemán-.
La familia Grimaldi ya ultima los preparativos para revivir una boda real en Mónaco, donde las miradas no sólo estarán puestas en los novios. Una extensa lista de miembros de esta familia real está entre los más perseguidos por los paparazzi y a buen seguro que todos los focos estarán pendientes de las hermanas Carolina y Estefanía de Mónaco así como de sus hijos, con Andrea y Carlota Casiraghi en primera línea.
En otro escenario, también se casará Zara Philips, hija de la princesa Ana de Inglaterra y nieta de la reina Isabel, quien contraerá nupcias el próximo 30 de julio en el Palacio de Holyrood en Edimburgo.
La prima de Guillermo de Inglaterra unirá su vida a la del jugador profesional de rugby Mike Tidall. De este modo no es difícil vaticinar que el enlace reunirá a lo más florido de la aristocracia europea y el deporte. La pregunta es si Zara invitará a Sarah Ferguson, que quedó marginada de la boda de su primo Guillermo.
Ambas parejas estuvieron presentes en el enlace del príncipe Guillermo y la ya princesa Catherine, un ensayo de las que serán sus propias bodas y en las que serán los protagonistas el próximo mes de julio.
